Día 10 de febrero. << La nerd se enfrenta al idiota >>
Pasé un fin de semana en cama, mis padres temían que mi tensión volviera a bajar y me desmayara. Pero era lunes y podía respirar, mi padre me despertó, yo acepté levantarme pero como una zombie. Odio los lunes. Solté un bostezó e hice mi mismo recorrido, pasillo, cocina y baño. Me puse mi uniforme escolar falda escocesa roja, camisa blanca, suéter negro, calcetines hasta debajo de las rodillas y mis converse blancas. Me sonrío al espejo y recojo mi pelo en una trenza. Bajé de nuevo al piso de abajo y preparé mis cosas, cogí mi móvil de una gaveta del salón y lo metí en mi mochila.
Miro el reloj de la cocina, queda media hora para entrar… Salí al patio de mi casa y le quité la cadena a mi bici de color negro. La tomé y me monto conduciendo calle abajo. La gente caminaba perezosa y cansada, yo en cambio concentrada en llegar a clase a tiempo.
Y llegué al frente de una entrada con una puerta grande, paredes amarillas, aparcamiento de guaguas y estacionamiento para bicis. Dejo la mía y la amarro con una de las cadenas de ahí hasta que alguien da un toque en mi hombro.
-Qu…- fui a decir mientras me giraba.
-¡Paula! - Gritó Ayla, mi mejor amiga. - Me enteré de lo del viernes, ¿estás bien?
-Sí, sino, no hubiera venido.
-¿Y qué tal con los guiris? ¿Ligaste con algún británico? - Burló ella con un tono pícaro.
-Apenas hablé, mi equipo no era considerado el mejor, además un viejo se me acercó…- suspiré y ella soltó una carcajada.
-Bueno… Al menos dime con quién te tocó en el equipo…
-Dos de cuarto, uno de tercero, Cecilia y una de primero…
-¿Y de los chicos alguno estaba bueno?- dijo levantando una ceja de interesada, me puse algo roja al recordar…
-No…- mentí mientras negaba con la cabeza.
-Jajaja… Bueno vamos con las demás que no están esperando en el patio-. Asentí y entrelazó su brazo con el mío halando de mí hacia adentro del colegio.
Ya en el patio de suelo de hormigón pintado de verde y con algunas columnas finas… En nuestro colegio se daba hasta bachillerato, medio patio pertenecía a primaria y los dos primeros grados de secundaria mientras que la otra parte estaban los mayores con ropa de calle, los envidiaba. Llegamos a nuestra zona y mi amiga Sara se nos acercó.
-Paula, ¿estás bien? ¿Entera?- dijo mientras me inspeccionaba, yo me limité a asentir y sonreír.- Ya me contaron lo del otro día, ¡eres famosa!
-¿En serio? Pero si solo fue un desmayo por la tensión…
-¿Y sabes quién preguntó por ti?- preguntó entrecerrando sus ojos y con una sonrisa asomando sus blanquecinos dientes.
-No, ¿quién?
-Empieza por H y termina en –ugo - dijo pícaramente, ella sabía perfectamente que…
-¡Paula!- oí gritar a lo lejos, pude deducir una figura de un chico alto de cabello revuelto y algo musculoso, llega ante nosotras y Ayla me da un codazo.
-H-Hugo- dije sorprendida.
-Bueno, Paula, nosotras tenemos que ir a hacer unas cosas para la clase de matemáticas- suspiró Ayla guiñándome un ojo, Sara asintió y se alejaron a dirección del baño.
-¿Cómo te encuentras?- inquirió mientras me examinaba con la mirada.
-Bien…
-Menos mal… Cuando me llegaron mensajes sobre lo ocurrido empecé a llamarte pero no lo cogías…
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Diario de cómo me enamoré de un idiota.
Novela Juvenil–Se que hemos tenido nuestros problemas… – Comenzó a decir, – pero desde el maldito día que te salvé no paras de estar en mi mente. – Esto último sonó tan real… Sus manos estaban apoyadas en el respaldo del banco, rodeando mi cabeza, su aliento roza...