¡Oye, bonita! - noctis

‹Capitulo 9›

-En realidad, no sé cómo debo agradecerte todo lo que has hecho por mí-Le dio un apretón en su mano y se recargo en el hombro de Noctis.

-Solo te pido tu compañía, no quiero que te fuerces a hacer cosas que no quieres.

-Contigo nunca me fuerzo a hacer algo que no quiero, por eso me gustas-Lo último, lo murmuró.

Cuando llegó el receso, se sentaron en su habitual mesa.

-Sabes, extraño a Prompto-Dijo _______ pasando el bocado.

-Si... Yo también, su resfriado es terrible, tanto que todo el tiempo le escurren mocos-Rió Noctis.

-Deja su mocosidad en paz-Ambos rieron.

-¿Te parece si hoy comenzamos a correr?-La miró.

-Seguro.

-Entonces iremos un poco más temprano al gimnasio-Sonrió.

-Bien, no se te olvide pasar por mi-Sonrió alegremente.

(...)

Eran las cinco de la tarde con veinticinco minutos, Noctis no llegaba y tenía veinte minutos esperando, pasaron quince, treinta, una hora... Y Noctis nunca llegó, preocupada por su amigo lo llamó, la primera vez no respondió, ni la segunda, fue hasta la tercera, esperanzada habló.

-¡Noctis!, ¿en dónde estás?-Dijo intranquila.

-Lu-Luna...-Se escucho un fuerte jadeó.

________ no era tonta, ni ingenua, ella sabía que Noctis la había dejado plantada por tener un polvo con Lunafreya, una parte de ella se sentía celosa, pero tenía razón, ella no estaba en derecho de estar así, pero, ¿por qué?, Noctis le prometió y en este tiempo ella nunca le había fallado, jamás. Puso su celular en su bolsa de su pants y fue hasta la casa de Prompto.

-Buenas noches-Dijo apenada-¿Esta Prompto?, soy su amiga.

-Claro, tú debes ser _______, su mejor amiga-Sonrió la madre de Prompto-Adelante, está en su habitación, es la de la puerta gris-Sonrió.

Se dirigió hasta ahí y toco la puerta, cuando Prompto le dijo que pasará, no pudo contener sus inmensas ganas de llorar.

-Prompto...-Sollozó.