La solución de Lein (TERMINADA) VERSION WATTPAD

1.

LOS ACTOS TIENES CONSECUENCIAS.

LEIN

El segundo año de bachillerato había empezado mal, había discutido con papá como siempre y para colmo había llegado tarde y me habían castigado, no me iba a quedar por supuesto, odiaba ese lugar y estaba deseosa de que me expulsasen, no quería saber nada de estudios ni calificaciones, el año pintaba que iba a ser una putisima mierda y no lo soportaba.

Soportaba aún menos que los capullos del instituto estuvieran cuchicheando en voz alta, como si los imbéciles no se dieran cuenta de que cualquiera podía oírles, yo sabía que lo hacían así a propósito.

Esperando en la fila del baño para chicas, escuché su murmullo y me acerqué para decirles que bajaran la voz o que directamente se callasen, pero cuando me acerqué oí el nombre de la persona a la cual llevaba meses viendo pasar por los pasillos del instituto y de paso se llevaba toda mi atención con ella.

Alicia.

Así que tratando de que no me descubrieran me oculté a un lado de la puerta. Quería saber qué tanto decían de ella.

—Colega, te digo que no te la follaras nunca esa tía tiene pinta de ser muy estrecha.

Sentí refulgir el enojo desde lo más profundo de mis entrañas, pero me obligué a seguir escuchando.

—No se tío, está coladita por mí, la tengo en el bote chaval.

Y empezaron a reírse como unos lunáticos. Al reconocer de quién eran esas voces, sentí náuseas. Era el capullo de Denis.

Ya lo conocía era un guaperas chulito y ridículo, que se pavoneaba por el instituto como si fuera el rey de un puto castillo, el muy imbécil.

¿Por qué estaban hablando así de Alicia? ella siempre estaba con ellos de aquí para allá y parecían llevarse bien. Sentí curiosidad por saber de quien más hablaban, pero el timbre del final de receso sonó y ellos salieron del baño, sin lavarse las manos los guarros.

Sentí mucha tristeza de que hablaran así de ella que desde luego no se lo merecía. Los muy cobardes la ponían verde cuando era su supuesta amiga. O al menos eso creía, pero al parecer estaba equivocada.

A la salida los vi juntos y no podía creer lo hipócritas que eran, hablando y riéndose con ella como si no la hubieran puesto a parir hace unas horas.

Me puse furiosa y actué sin pensar, camine en su dirección dispuesta a defenderla, nadie sabía que los escuche hablar, pero tenía que hacer que esos capullos se disculparan, porque al final del día ella era la persona de quien estaba enamorada como una tonta desde hace tiempo.

Al parecer mi semblante llamó la atención de más de uno que asombrados vieron como le crucé la cara a ese cretino incluida ella que soltó un grito de terror, la mire y lo único que pude distinguir en sus ojos fue miedo. Retrocedí dos pasos consciente de repente de lo que había hecho, lo último que yo quería era que ella sintiera miedo de mí. Me arrepentí al instante.