La Reina De Los Lobos- LRDLL1

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Narra ¿?

Iba caminando con Yared en el bosque, estábamos dando un paseo, como era costumbre para nosotros, de pronto él se detiene.

- ¿Qué sucede Yared? – le pregunté.

- Shh, escucha – dice, entonces presté atención a mí alrededor y escuché algo.

- ¿Sabes por dónde es? – pregunté.

- Es por el este, vamos – me contestó.

Corrimos por el bosque, saltando de rama en rama para ser más sigilosos y que nadie nos pudiera encontrar, así si nos atacaban tendríamos más posibilidades de escapar, seguíamos buscando de dónde venía ese sonido, mientras este se hacía más fuerte.

Avanzamos un poco más y vimos a un pequeño grupo pelear contra uno mucho más grande, estos no se dejaban ganar del grupo grande, entonces Yared y yo decidimos ayudarlos sin que ellos lo supieran.

- ¿Los ayudamos? – me pregunta Yared.

- Sí – le respondí, nos separamos, el de un lado y yo del otro.

Decidí que los ayudaríamos porque los que pertenecen al grupo grande, desprenden un aura maligna, además, al fijarnos en sus miradas, estás desprendía malicia y desprecio.

Narra Sam

Todos corrieron hacia nosotros y empezamos a pelear, yo hacía todo lo que podía para proteger a los muchachos, pero tenía que dejarlos pelear, si no, nos atraparán a todos.

Antes de que avanzaran más, con un lazo de fuego hice que las dos primeras filas desaparecieran carbonizados, peleábamos y entonces vi que uno estaba a punto de atravesar el corazón de Luis con una daga de plata, me teletransporté, tome a Luis y volví a teletransportarme donde estaba, con él a mi lado.

Peleábamos y peleábamos, todos los guerreros hacían lo que podían para defenderse ya que mientras terminabamos de pelear con unos,  inmediatamente otros se abalanzaban hacia nosotros.

De pronto, veo que se hacen menos, volteo, transformo mis ojos a los de mi loba y veo a un hombre y a una mujer entre los árboles, el hombre utilizaba un arco, mientras que la mujer utilizaba los que parecen ser sus poderes, terminamos con todos y decidí llamar a los que nos ayudaron.

- ¡¡Salgan!! – grité mientras avanzaba en el claro. Nadie salía.

- ¡¡Por favor, pueden salir!! – volví a gritar.

- ¿Luna a quien le está hablando? – preguntó Elvis.

- No les haremos daño, pueden salir. – volví a decir, ignorando completamente a Elvis.

De entre los árboles, salieron dos chicos aparentemente de mi edad, el hombre tiene la piel morena y los ojos de color avellana, mientras que la mujer tiene la piel blanca, los ojos verdes y el pelo negro hasta la cintura.

- Hola - dijo la chica.

- Hola, soy Samantha, pero me puedes decir Sam – dije casi en un susurro.

- Yo soy Kido, y él es Yared– dijo con una sonrisa mientras se señalaba a ella y luego al tal Yared.

- Quería darles las gracias por ayudarnos.... – dejo de hablar cuando mis piernas flaquean haciendo que caiga al suelo.

- ¡¡Luna!! - gritaron los guerreros.

Estaba debilitada, algo que no le había contado a los muchachos es que antes de irme de la ciudad, la protegí con el mismo campo protector que había en la escuela de los niños, solo lo amplié para que protegiera a toda la ciudad.

- ¿Qué le pasa? – pregunta la chica con su cara llena de preocupación.

- No lo sé – contestó José.

- Necesito descansar, el alzar el campo protector en la ciudad me ha hecho perder mucha energía, también el caminar durante dos días sin descanso ha hecho que me debilite más, ya que mientras caminábamos en el bosque alce un escudo para que nada pudiera interceptarnos desprevenidos – dije en un susurro.

- No debió hacer eso Luna, piense en su salud, si algo le pasara a usted nuestro alfa y toda nuestra manada caería – dice David con un poco de enojo – Si le hubiese pasado algo, ¿Qué cree usted que le diría yo como beta al alfa? – dice con preocupación.

- Ya está bien David, ella necesita descansar – dice José.

- Llevémosla a la casa – dijo el chico decidido.

- Si por alguna razón se les ocurre hacer un movimiento absurdo, no duden en que los mataremos – dice David y todos nos quedamos callados.

- Vamos – les dice Elvis mientras me alza en brazos.

Tras unos minutos en el camino me quedé inconsciente.

// Sueño //

Abrí los ojos encontrándome con el bosque de mamá, como siempre ella estaba esperándome en la cascada.

- Hola mamá – dije mientras la abrazaba.

- Hola cariño. – me besó la frente.

- Han pasado muchas cosas mamá. – dije afligida.

- Si lo sé cariño – contestó.

- Se quien mató a papá – dije con los ojos llorosos – el trató de matarme, intentó matar a mis hijos, y yo nunca, nunca dejaré que él les haga daño a mis hijos, mientras siga viva nadie los tocará, y si lo hacen no vivirán mucho para contarlo.

- Ya, no llores – dijo en tono de súplica - saldrás adelante, en tu vida vendrán muchas personas buenas, pero también habrá personas que querrán hacerte daño.

- No sé si podré hacerlo mamá – le contesté.

- Lo harás, serás fuerte por tus hijos, por todas esas personas que dependen de ti y encontrarás la manada de tu padre, todos y cada uno de nosotros confiamos en ti, sabemos que eres fuerte, tienes la fuerza y el poder para seguir adelante, solo necesitas confiar en ti.

La abrace pensando en que mamá tiene razón, tengo que ser fuerte, por mis hijos, por Tyler y por todas esas personas que dependen de mí.

- Gracias mamá – le dije mirándola a los ojos.

- ¿Por qué? – dice ella.

- Por siempre tener algo que decirme.

- De nada – dijo mientras me besaba la cien.

- Nos vemos mamá.

- Adiós.

//Fin del sueño//

Abrí los ojos y noté que no estaba en el bosque, si no que estaba en una casa, me senté sobre la cama y después me levanté, pero cuando me paré sentí un leve mareo, volví a sentarme, esperé unos minutos y después me volví a levantar.

Salí al pasillo, empecé a caminar y vi unas escaleras, la casa era hermosa, tenía un estilo moderno, pero a la vez rústico; Terminé de bajar las escaleras y me encontré a los chicos y a los dos muchachos que nos ayudaron, si no mal recuerdo la chica es Kido y el chico es Yared.

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