A la mañana siguiente empiezo a empacar mis cosas, no se cuando me vaya, pero estaré preparada para cuando lo decida, entro al baño hago mis necesidades y me preparo, voy al sótano a ver si encuentro un letrero de se vende después de un rato en su búsqueda lo encuentro y lo pongo en el jardín para poner en venta la casa.
Desayuno tranquilamente en el comedor mientras espero a los chicos, juntos nos vamos al instituto, pero esta vez yo voy en mi moto y los chicos en el auto. Al llegar, me bajo de la moto al igual que los chicos del auto, todos murmuran cosas como si no superan que todos acá podemos escuchar, no les hago caso, al avanzar hacia adentro del edificio veo a Antonio.
- No la miren imbéciles ella es Mía - gritó enfatizando la palabra Mía y todos apartaron la mirada menos los chicos y yo.
- ¿Y tú quién te crees para decir que soy tuya? - él y todos los demás que estaban alrededor, me miran sorprendidos por la forma en la que le hablé, al ver que me enfrenté a un alfa de esa manera.
- ¿Pues soy tu mate no? - respondió burlonamente, mientras se recuperaba del asombro.
- ¿Pues te recuerdo que me rechazaste no? - le respondí con el mismo tono.
- Aun así, me perteneces - dijo serio.
- Sabes, al recordar cuando me rechazaste, me acordé de algo que faltó - dije.
- ¿Qué? - pregunta confundido.
- Pues esto - dije en forma burlona - yo, Samantha Williams, acepto el rechazo del alfa Antonio Wolden y ser luna de esta manada - al decir esto sentí como nuestra conexión se rompió por completo dejando un sentimiento de vacío y liberación dentro de mí, Antonio cae al piso con un alarido de dolor.
- No...me puedes hacer...esto - dijo con la voz entrecortada.
- Ah, me falto algo, yo Samantha Williams, me auto destierro de esta manada - le dije y me alejo de donde está, salgo del instituto, le digo a los chicos que no vengan, voy a la moto y me voy de ese lugar.
Al día siguiente
Voy en la moto sin rumbo alguno, tras haber terminado las clases del instituto y no saber que hacer, ayer fui donde un notario para arreglar los papeles de la venta de la casa, tengo que pasar por ellos hoy, cosa rara ya que por lo que me han contado, eso toma un tiempo, pero al parecer no había tanto trabajo que hacer así que avanzo en mi contrato, mi teléfono empieza a vibrar, me estaciono frente a un café y respondo una llamada.
Llamada telefónica
- ¿Hola? - hablo.
- Hola, ¿Hablo con Samantha Williams? - respondió la voz de un hombre.
- Si, ella habla que desea - respondí.
- Le habla el asistente del señor Johnson, le llamo para hacerle una oferta para la casa que está vendiendo - dijo.
La conversación continúa y luego él me pregunta.
- ¿Cuándo podemos firmar los papeles? - pregunta.
- ¿Puede ser a las 5:00 de la tarde en la casa que usted quiere comprar?, si lo hacemos ahí, después de firmar le puedo entregar las llaves - le conteste.
- Ok nos vemos allá señorita - dijo.
- Nos vemos allá señor - dije.
Fin de la llamada telefónica.
Después de tomarme un café, me subo a la moto y voy directo a la oficina del notario, recojo los papeles y esta vez tomo rumbo hacia mi casa, utilizando un poco mis poderes dejo la casa impecable, veo el reloj y noto que el tiempo pasó con rapidez, bajo a la sala y espero a que el señor llegue, al paso de unos minutos tocan la puerta, abro y al ver hacia afuera noto que hay unas dos camionetas, de la de adelante salen unas personas y abrieron las puerta del otro auto, de este salió un señor con un maletín en sus manos, me acerco hacia el cual deduzco es el comprador.
- Buenas señor Johnson... - me callo para que me diga su nombre.
- Samuel Johnson, es un placer conocerla señorita - me respondió con amabilidad, lo miro un poco confundida.
- ¿No le importa que esté haciendo un trato con un omega? - le pregunto.
- No, eso no me interesa, yo creo que todos somos iguales y que no hay porque discriminar a los lobos que son omegas, porque al igual que nosotros son lobos - dijo
Al parecer el señor Johnson es una de las pocas personas que no repudian a los omegas en esta manada. Después de dejar todo listo, firmamos el contrato, le dije que dentro de una semana se podría mudar a la casa, él me entregó el dinero.
- Oh, no se preocupe, mi familia y yo nos mudaremos en unos meses, sólo quería tener el lugar asegurado y amueblado a nuestro gusto para entonces - asentí y le pregunto algo.
- ¿Entonces no le molestaría que dejara mis autos aquí hasta mudarme y los pueda llevar conmigo? - él me mira.
- No, no me molestaría, usted ha sido muy generosa conmigo, una casa de tal magnitud no es vendida por lo pocos pesos que le acabo de dar - iba a decirle que el dinero no me importaba cuando me interrumpe - No se preocupe, puede tenerlos aquí - sonrío y asiento.
- Le agradezco su gesto - él asiente y me extiende su mano para luego irse, justo en el momento en el que el señor Johnson se va, llegan los chicos y caminan con un paso lento hacia mí.
- Hola chicos - les saludo.
- Hola Sam - responden ellos.
- Bueno, tengo algo que decirles - digo con nerviosismo al tenerlos junto a mí.
- ¿Y qué es? - preguntaron con los ojos aguados sabiendo lo que les iba a decir.
- Vendí la casa y me iré mañana por la mañana. - dije con la voz afligida, entro a la casa y ellos venían detrás de mí.
Lo único que hicieron fue, llegar hacia mí y abrazarme con todas sus fuerzas, así nos mantuvimos durante varios minutos.
- ¿Chicos? - dije
- ¿Sí? - dijeron ambos mientras me seguían abrazando y llorando.
- Los amo - les digo.
- Y nosotros a ti - responden al unísono. El resto de la noche nos la pasamos juntos, no salimos de la casa ya que los chicos estaban empeñados en no despegarse de mí.
A la mañana siguiente
Luego de realizar nuestra rutina los chicos de la nada vinieron a abrazarme.
- Te amamos - llora Char.
- Con todo nuestro corazón - continúa Mai.
- Yo más a ustedes - les digo - ya me tengo que ir - respondo.
Ellos separan de mí, dejándome poder ver por última vez mi casa, mi hogar, la miro con nostalgia recordando los bellos momentos que viví con mis padre, me volteo y junto con los chicos vamos al garaje tomamos el todoterreno, subimos mis maletas y nos encaminamos hacia el límite de la manada, al llegar a este, bajamos los tres del auto y entonces Mai me toma la cara con sus manos.
- No quiero que te vayas Sam - dijo en un pequeño susurro mientras lloraba.
- Lo siento, pero me tengo que ir ya - le dije llorando al igual que él - ambos son los hermanos que nunca tuve - les digo llorando a mares como lo hacen ambos.
Me volvieron a abrazar, con mucha fuerza besando toda mi cara.
- Para nosotros también - dice Char.
- Adiós - dijeron ambos al mismo tiempo.
- Los amo a ambos, nunca lo olviden - les digo
- Y nosotros a ti - dice Mei, me subo al todoterreno y emprendo mi viaje hacia un nuevo lugar.

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La Reina De Los Lobos- LRDLL1
WerewolfSinopsis Hace varios milenios hubo una Guerra entre razas, en la que el Rey de los Alfas peleó hasta el final para defender a su raza, en aquel entonces existía una Gran Bruja, la Bruja de Magia Blanca. La Gran Bruja predijo: L...