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- Luna – dijeron los chicos a la vez.

- Hola – les devolví el saludo.

- ¿Cómo está? – preguntó uno de ellos.

- Bien gracias – respondí.

- Pues le doy gracias a la Diosa Luna porque no le haya pasado nada – asentí.

- ¿Quieres desayunar? – pregunta Yared.

- Claro. – respondí.

Fuimos al comedor, empezamos a desayunar entre pequeñas conversaciones, los chicos se la pasaban hablando junto con Yared, entonces Kido y yo decidimos salir.

- ¿Quieres salir? – me pregunta Kido.

- Si claro – le respondo.

- Está bien – dijo con una sonrisa, luego volteo hacia los chicos.

- Chicos vamos hacia afuera – les avisa.

- Ok – dijeron todos, entonces salimos al patio trasero.

Kido en realidad me caía muy bien, en lo poco que hemos hablado se le nota que es amable, tímida en algunas ocasiones y que también tiene su carácter, en cambio Yared, él es muy simpático, con mucho carisma, caballeroso, y se le ve que está muy enamorado de Kido al igual que ella de él.

Me senté en el césped y Kido se sentó a mi lado.

- Tu técnica con la magia es fascinante. – le digo para iniciar una conversación.

- ¡Tú no te quedas atrás! – nos quedamos en silencio, pero no uno incomodo, si no que era bastante agradable, estar con Kido era como estar con una amiga de muchos años.

- ¿Sabes? – volteé a verla - Antes de convertirme en guardiana, yo era solo una hechicera, desde pequeña siempre he amado el bosque, me he sentido conectada con él – mientras me decía todo eso miraba a los árboles – por eso siempre lo protegía, lo cuidaba, no dejaba que nadie le hiciera daño, o por lo menos mientras que yo los viera, la Diosa Luna se me presentó en un sueño y me dijo que por la conexión que yo había creado con los bosques y en general la naturaleza, me convertiría en su guardiana – voltea a verme - te cuento todo esto porque, siento que puedo confiar en ti.

- Quiero preguntarte algo – le digo dispuesta a preguntarle.

- Dime – me dice.

- ¿Me preguntaba si Yared y tu querrían irse a con nosotros?, así no estarían tan solos y también me ayudarían a buscar la manada de mi padre, Holy Moon.

- No lo sé – me dice insegura.

- Vivimos en la ciudad neutral Máxica, técnicamente es mi hogar, aunque decidí vivir un poco retirada con mi familia, pero nuestra vida está hecha en ella y la manada de mi mate, como habrás escuchado soy una Luna.

- Sí, pero creo que no seríamos bienvenidos en la manada de tu mate – dice aun insegura.

- Sólo piénsalo, pero ten por seguro que si deciden unirse a nosotras no serán discriminados, todos son aceptados – le digo sonriendo.

- Lo hablaré con Yared – me dice.

- Ok, pero hoy nos iremos al atardecer, necesitamos seguir avanzando – asintió – si no se deciden ahora pues está bien, pueden llegar cuando quieran a Máxica, serán bienvenidos.

Después de eso ella se fue por su lado y yo fui por los chicos para ponernos de acuerdo con todo.

<><> Horas después <><>

Acababa de atardecer y los chicos terminaban de arreglar las mochilas para irnos. Empezamos a avanzar para irnos, volteé y no vi a los chicos, entonces volví a voltear y caminé tras los chicos.

Llevábamos 5 minutos caminando y la oí.

- ¡¡Sam!! – grito Kido y corrió hacia mí.

- ¡¡Kido!! – grité y luego la abracé – pensé que se quedarían, qué bueno que vendrán.

- Lo sé. – dijo sonriendo - estábamos empacando algunas cosas y al concentrarme en eso se me olvidó decirte que iríamos contigo – cuando ella dijo eso me di cuenta de que cada uno llevaba una mochila y una maleta.

- Oye - volteé a verla - sé que por aquí, no muy lejos, hay una manada quizás ellos sepan dónde está la manada de tú padre - dijo Yared y asentí.

- Se llama Holy Moon - le informo para que por lo menos sepa el nombre de la manada que buscamos - bueno avancemos, no perdamos el tiempo - le respondí.

Seguimos avanzando, ya después de caminar 5 horas, decidimos descansar ya que era tarde en la noche y recobraremos nuestro camino al amanecer. Kido y yo dormiremos en una casa de campaña y los chicos en la otra, entre nosotras hicimos que en el interior fuese más espaciosa.

Estaba amaneciendo y me levanto, veo a mi lado y Kido no está, la busco en toda la tienda y no la encuentro decido tomar unas cuchillas y las escondo en mi espalda y mis botas, salgo y lo que veo no me sorprende del todo ya que presentía algo, fuera de la tienda están todos: Kido, José, Daniel, Luis, Elvis y Yared, pero el problema es que todos están siendo retenidos por otras personas.

- Por fin despierta su majestad – dijo uno de ellos con un tono burlón, Kido y Yared me miraban confundidos, ellos no sabían por qué ellos me llamaran su majestad.

- ¿Qué quieren? – les pregunto.

- ¿No es obvio? – lo dice con el mismo tono que usó anteriormente.

- Un intercambio sería justo – dijo – tu, por ellos – dijo este con tono sugerente y en ese momento establecí una conexión con los chicos.

Conexión mental

- No se preocupen, no dejaré que les hagan daño. – les digo a todos y Kido y Yared se sorprendieron.

- ¿Cómo puedes hacer eso? – dijeron ambos.

- Se los explico después– dije - solo ténganme paciencia, hablaré con ellos para ganar tiempo, todo lo que diré no es cierto ¿Ok?

- Si – responden.

- Cuando estén libres se preparan para pelear – les digo y cierro la conexión

Fin de la conexión mental

- ¿Enserio crees que ellos me importan? – dije empezando a concentrarme.

- A la gran reina no le importan sus súbditos – suelta una carcajada cuando lo termina de decir.

Me concentro mientras le hacía conversación para que me diera tiempo a entrar a la cabeza de los que sostenían a los chicos, lo malo de esto es que como ellos son más que nosotros y tengo que entrar a la cabeza de cada uno e identificar quien es o no es.

- No lo puedo creer, que gran Reina la que tenemos – dijo sarcástico.

¡¡Si!! Había podido entrar en la cabeza de tres.

- Nunca dije que sería una buena – le sonreí falsamente.

- Jajaja – soltó otra carcajada.

3 más solo me falta uno.

- Bueno basta de charla – dijo mientras se ponía serio.

Por mi mente solo pasaba: Vamos, vamos, vamos, un poco más.

- Sabes, quería decirte algo – dije sonriendo al poder entrar en la mente del último.

- ¿Qué? – dice intrigado.

- Estas muerto – he hice que los que sostenían a los chicos los soltaran.

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Nos leemos en el próximo capítulo.

La Reina De Los Lobos- LRDLL1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora