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Cuando desperté puse mi vista en la mesita de noche, notando que luego de que dejase a los niños dormí hasta el día siguiente, creo que los niños también debieron hacerlo, ayer los noté bastante cansados, además se le veía lo desnutridos que están, decido levantarme de la cama para prepararme  y luego ir a la habitación donde están ellos. Entro al baño, hago mis necesidades y me doy una ducha, cuando salgo de este voy al armario para buscar algo que ponerme.

Termino de cambiarme y voy a arreglar las habitaciones que les daré a los niños, voy a estas y con un poquito de mis dones las termino de arreglar, cuando termino voy a la habitación dónde están los niños para cerciorarme de que estén dormidos, abro la puerta y al confirmarlo me devuelvo para ir abajo, iba saliendo de la habitación cuando escucho a Edward.

- ¿A dónde va? - preguntó Edward recién levantado.

- Pues voy a hacerles el desayuno grandulón - le digo con una sonrisa.

- ¿Puedo ir usted? - pregunta.

- ¿Qué te parece si vas a tu cuarto, te bañas y luego bajas a ayudarme a preparar el desayuno? - le propuse.

- ¿Tengo un cuarto? – pregunta sorprendido.

- Bueno pues tomé dos habitaciones de la casa y traté de que fuera agradable para ti y tu hermano, pero sí, tienes una habitación – le contesto.

- Bueno está bien, gracias - dijo mientras se bajaba de la cama.

- De nada, vamos - lo llamo para llevarlo hasta el que ahora será su cuarto, salimos de la habitación en la que está Aaron, caminamos un poco por el pasillo y llegamos al cuarto - este es tu cuarto - le digo al abrir la puerta.

- Es muy grande - dice este con gran asombro, le sonrío.

- Y es todo tuyo, te dejo, estaré abajo - le digo, me encamino de nuevo hacia la puerta, pero me detengo - el baño está en la puerta de la izquierda - Le digo.

- Ok - responde.

- Por cierto, hay algo de ropa en ese armario de ahí - le señalo las puertas que están frente a la cama.

- Gracias Sam – me agradece de nuevo.

- De nada - le respondo otra vez, al ver que entra al baño me encamino hacia el armario que le señalé, con un movimiento de las manos hago aparecer un conjunto de ropa para él, recuerdo que lo vi alguna vez en una tienda.

Retomo mi camino hacia la cocina y bajo las escaleras, al llegar a esta empiezo a hacer unos panes tostados y huevos revueltos con jamón para los tres; Casi al mismo instante en el que termino de preparar el desayuno baja Edward.

Venía vestido con un pantalón negro, un suéter gris y un par de tenis blanco con negro.

- Te ves muy bien Edward - le digo sonriendo.

- Gracias - dice un poco sonrojado.

- Bueno, ¿Quieres que vayamos por tu hermano? - le digo mientras preparo la mesa.

- Está bien - concuerda conmigo.

Subimos a la habitación en la que se encuentra el pequeño y lo encontramos despierto.

- ¡Pequeño! ¿Quieres darte un baño? - le pregunto.

- Si - dice tiernamente.

- Pues vamos - Edward lo toma de la mano y ambos me siguen el paso hasta la habitación que será de Aaron, le indico dónde está el baño.

El mayor lo deja en la bañera y le abro el pequeño grifo de ésta y cierro la cortina.

- Voy a estar aquí cualquier cosa ¿está bien? - le digo.

La Reina De Los Lobos- LRDLL1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora