La Luna, un hermoso cuerpo celeste que refleja la luz del glorioso Sol.
Nunca llegan a verse, no completamente.
El Sol está enamorado profundamente de la Luna y viceversa.
Sin conocerse ni saber el aspecto del otro, juran amor eterno.
El universo si...
Yuuri peinaba su cabello y lo trenzaba con la corona que sostenía el velo.
Ya había pasado un año desde que aquellos jóvenes se habían conocido y enamorado, que el tiempo se sentía más largo de lo que debía ser.
—Supongo que Viktor ya ha de estar listo—exclamó Yurio, trayendo el ramo de flores para Yuuri.
Un ramo de rosas azules.
—¡Es hermoso, muchas gracias!
Yuuri se paró de su silla y abrazó a Yurio.
Estaba tan feliz, de verdad lo estaba.
—Ehm, ya puedes soltarme. —Oh si.
Yuuri soltó a Yurio y se volvió a mirar al espejo.
—Calmate, se que has estado muy preocupado por tu aspecto y estar perfecto para Viktor. Pero a él lo único que le interesa es que tu estés junto a él. —Ay, Yurio.
Yuuri revolvió el cabello de Yurio.
—Si si, iré a ver como esta Viktor.
Yurio abrazó rápidamente a Yuuri y salió del cuarto, sonrojado.
—¿Y bien? ¿Se ve guapo? —Tsk, si tanta ansiedad tienes por ver al porky ése, deberías ir ya al altar y esperarlo allí.
Viktor transpiraba en exceso.
¿E-Estará bien? ¿Necesitará ayuda? ¿Cómo se verá?
—I-Iré a esperarlo al altar.
Viktor llegó al altar. Todos le miraban, él sudaba a más no poder.
Tocaron la música.
El novio iba entrando.
Un traje blanco, con el ramo y el velo que lo hacían ver elegantemente tierno.
Viktor empezó a llorar.
—¿Viktor? —Yuuri... ¿Quieres casarte conmigo? —¿Que si quiero? ¡Claro que quiero! Eres el amor de mi vida. Quiero estar contigo el resto de mis dias. Soy tu Luna y tu... eres mi Sol.
—Estamos aquí reunidos...
Ni Yuuri ni Viktor prestaron atención a lo que decía el pastor, sólo se veían e intercambiaban sonrisas y guiños.
—Joven Viktor ¿Acepta al joven Yuuri como— fue interrumpido. —¡Si, si quiero! ¡Quiero estar con él el resto de mi vida! —...Y usted joven Yuuri, ¿Acepta a Viktor como su— nuevamente, fue interrumpido. —¡S-Si quiero! Lo amo con mi alma.
Yuuri miró a Viktor
—Desde ahora los declaro, marido y... marido. Ya puede besar al novio
Es raro que un padre haya aceptado casarlos, ya que la mayoría de ellos están en contra de la homosexualidad... pero éste aceptó cordialmente.
Viktor abrazó a Yuuri y le dió un beso, apasionado y muy largo.
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Y está fué, la historia de dos enamorados que unieron sus vidas.
Creo que convertirlos en humanos no fue una mala idea.
¡Hasta pronto!
50 votos y una segunda parte! Okno v: xdxdxd
Espero que les haya gustado esta "historia corta".
De verdad muchísimas gracias por apoyar esta historia.
