Let's End This

Capitulo 14: ¡Que Nuestras Aventuras Duren Por Siempre!

Vivian y Gideon se encontraban en un hermoso prado, lleno de flores de todos los colores posibles, esto era lo que su hija quería, que este con el hombre que ama y que sea feliz en un mundo cambiante y lleno de aventuras. Vivian se puso en cuclillas frente a la tumba y beso la punta de sus dedos antes de colocarlos sobre el frio mármol, a continuación dejo el ramo de flores en la tumba y se puso de pie limpiando la única lagrima traicionera que había escapado, la mujer ya había llorado demasiado y no quería seguir haciéndolo. Gideon la abrazo con un brazo y beso su coronilla antes de que ambos se alejasen de allí a paso lento, disfrutando del aire puro y el aroma tranquilizante de las flores. En medio de su dulce caminata un guardia grito en perfecto alemán un anuncio muy importante, los ojos de Vivian se llenaron de lágrimas y Gideon abrió su boca de par en par asustado...

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Katia y Keith se encontraban en un hermoso claro, la mujer tenía apoyada la cabeza en el pecho de su amado, ambos se encontraban relajados después de una gran pelea por el pasado, ya estaban hartos de pelear y habían prometido no hacerlo de nuevo, asi que estaban disfrutando su tregua mientras esta durase, lo que de seguro no sería demasiado. Cansado de estar quieto Keith se puso en pie y ofreció a su esposa un paseo por el bosque hasta llegar al castillo, donde se encontraban alojándose después de un acuerdo con el rey, quien se encontraba más humilde y amigable desde que le habían dado las noticias sobre Beca.

Beca, Katia recordó lo ocurrido y sonrió débilmente, se culpó de ello claro, no debía sonreír después de lo ocurrido, no después de aquello, pobre su sobrina pensaba a cada segundo que no se encontraba peleando con Keith o cuidando de su hija, pero su hija. Oh Megan, era por ella que llevaba una sonrisa en el rostro, su amada hija había regresado sana y salva y se encontraba en buen estado, Katia sonrió mas esta vez, esperanzada de que todo estuviese bien de ahora en adelante.

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Megan, pues ella jamás se alejó de Beca desde que llegaron a Worldless, todos estaban dándose por vencidos, pero ella y Abby jamás lo harían. Desde que sus pies habían tocado el suelo del mágico mundo, Megan no se había movido ni un centímetro lejos de su amiga, habían tenido que curar su hombro allí o si no, no podría moverlo ahora, la rubia solo salía de la habitación para usar el baño o para prestarle atención a Lykaios.

El joven había sido puro amor con ella desde el principio, pero solo con ella, el joven era alto y muy agradable a la vista, pero además de ello era sobreprotector en una buena manera, era divertido y aunque su cerebro no fuese el mejor no era bobo tampoco. Lo que más enamoraba a Megan, era la paciencia que el joven le tenía para con ella, no importaba si Megan no se separaba de Beca, él le llevaba almuerzo, merienda y cena todos los días sin falta, se sentaba en el suelo al lado de la cama y le hablaba durante horas mientras, ella y Abby miraban a la dormida Beca.

Megan amaba que Lykaios la sacase de la habitación de vez en cuando, a pesar de que ella gritase y se retorciese mientras lágrimas de impotencia caían de sus ojos, eso no importaba, no. Él la tomaba en brazos y la sacaba de allí, la llevaba a cazar, la hacía hablar con sus padres y por sobre todo, por muy pocos momentos que fueran, la hacía reír. Él era todo lo que ella necesitaba para no volverse loca mientras cuidaba de su amiga.

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Abby, pues que se puede decir de ella, Abby se moría por explorar el nuevo mundo en el que se encontraba ahora mismo, pero de todas formas ella no quería salir de aquella habitación sin Beca, ella le había traído allí y la joven esperaría a que su novia se levantase de esa cama para poder mostrarle este nuevo mundo.

Abby era peor que Megan, debían obligarla a salir de la habitación y obligarla a mantenerse sana, la joven no quería hacer nada adjudicando que no lo merecía, que por su culpa el amor de su vida se encontraba en una estúpida e inmensa cama sin abrir los ojos ni por casualidad, la joven se culpaba de todo lo ocurrido y decía que ella debía haber muerto en orden para que esto no sucediese.