8

1K 60 6
                                    

Micaela

Cuando desperté, el otro lado del colchón esta frió así deduje que Mateo ya se había levantado. La luz del sol iluminaba todo el dormitorio de Mateo; estire mis brazos y me levante de la cama tocando el frió piso con mis pies descalzos, baje las escaleras y entre a la cocina.

Mia, recuerdo un poco de lo que paso hoy en la madrugada, todos los insultos y gritos de la rubia lo recuerdo perfectamente, pero lo recuerdo un poco distorsionado ¿Habrá sido un sueño? Carajo, últimamente mi mente confunde recuerdos con sueños estúpidos.

   —Si, ayer tuvimos sexo, por si tenías duda—dice Mateo al verme entrar a la cocina.

   —¿Qué?

   —La última vez, bueno la primera vez que te quedaste a dormir en mi casa, pensante que habíamos tenido sexo—explica en castaño.

Recuerdo ese momento tan vergonzoso y esbozo una pequeña sonrisa, ¿Cuánto tiempo paso? ¿Un mes?

   —Siéntate, prepare jugo de fresa y unos Hot Cakes—indicó.

Asentí.

Nunca uno de mis ex enamorados me había cocinado algo, con las justas Dustin, mi ex, me logro preparar una limonada. ¿Sera así cuando nos cacemos? Demonios ya estoy pensado en boda cuando recién nos hicimos novios hace menos de un puto día.

   —¿Ayer vino alguien llamada Mia? ¿O solo tuve un mal sueño?—Pregunte para salir de dudas.

   —Si ¿pensante que fue un sueño?—Sirvió los Hot Cakes en un plato

   —No—respondí—.Es que hay veces en que quiero fingir que los momentos malos solo fueron un simple mal sueño.

Hay veces en las que quiero dormir y que, cuando despierte, las cosas malas que me pasaron el día anterior solo haya sido un simple mal sueño.

   —Bueno, olvida a Mia.—Se sentó a mi lado dejando dos vasos con juego de fresa en la mesa—. ¿Ya tienes preparada tu maleta?—Demonios ¡La maleta!, ¡mañana en la noche nos vamos a Mancora!

   —Demonios—maldije.—Solo tengo un día para alistarme

Había olvidado por completo el viaje de graduación, como es posible que lo haya olvidado si hace uno meses lo esperaba con ansias, lo esperaba con tantas ganas que hasta hice una lista de las cosas que voy a hacer en Mancora, y el la Merced, pero creo que tendré que romper esa lista ya que Mateo no está en ella.

   —Tranquila, tienes todo el día de hoy y el día de mañana.

   —No es que tengo que comprar una maleta y también ropa—Me levante y estuve a punto de salir de la cocina pero Mateo me detuvo.

   —Eh-e-e-e señorita .—Puso su mano en mi cintura—, usted no se va sin termina de tomar su desayuno.

   —Pero...

   —Sin peros

   —Está bien—me rendí.

Mierda cuando me mira directo a los ojos no puedo decirle que no.

Mientras desayunábamos Theo me contaba unas anécdotas chistosas, o me contaba unos chistes terminamos y nos pusimos a lavar los platos y vasos.

   —Supongamos que en Mancora o en la Merced iré a tu habitación en la noche y dormiremos juntos, solo supongamos porque no solo vamos a dormir—le tire espuma a su cara.

   —Supongamos que tendremos sexo en Mancora o en la Merced, supongamos porque no lo vamos a hacer—reí.

   —Ya veremos.—Me guiño el ojo.

   —No podrás ya que cada uno tendremos un compañero de cuarto—me burle.

   —Ya veremos


A través de las palabras #AT2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora