A través de las palabras #AT2

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Micaela

―Ya ahora ponla tú como foto de perfil―dijo emocionada Ariana.

Habíamos subido a la azotea a tomarnos unas fotos junto a las estrellas y el hermoso cielo que estaba ante nuestros ojos, después de eso habíamos quedado en que cada una iba a poner la foto como foto de perfil en nuestro Facebook.

Rebusque en mis bolsillos intentando buscar el móvil, pero no había rastro de él en ninguna parte. Al instante recordé que lo había dejado cargando en mi habitación. No sé por qué esta vez lo he dejado, porque yo siempre salgo a cualquier lugar con ese bendito aparato.

―Me lo olvide en la habitación―dije.

Ariana me hiso unas muecas muy chistosas con su rostro y luego me agarro del brazo dirigiéndome al ascensor.

―¿Cómo es posible que te lo hayas olvidado? ―preguntó.

―¿Cómo es posible que hayan cancelado la última película de Divergente? ―contraataque.

―Touche―respondió.

Las puertas del ascensor se abrieron.

―Mantén la puerta del ascensor abierta para volver a la fiesta rápido―avisé.

Salí rápidamente del ascensor mis pisadas rompieron el silencio que había en este piso. Entre a la habitación y todo estaba oscuro, habían unas cuantas velas esparcidas por toda la habitación, pero no ayudaban en casi nada en la iluminación, y no sé qué carajos estará haciendo Mía con sus amigas, entre rápidamente y al tocar mi celular vi como unas siluetas se movían en la cama, no les preste mucha atención hasta que antes de salir de la habitación los vi, vi esos ojos verdes que me traían loca, vi esos ojos que hicieron de estos últimos días los mejores, vi esos ojos que con asombro me miraban, vi como esos ojos verdes se revolcaban en la cama con esa rubia.

No sentí nada, bueno sentí algo... ¿Por qué mentir?

Sentí todo.

Sentí como mis manos comenzaron a temblar, mis ojos me comenzaron a arder, sentía que me iba a caer, que iba a caer profundo. Abrí la boca para decir algo, pero solo atine a volver a cerrarla y salir de ahí lo más rápido que puedo.

Al otro lado del pasillo la mano de Ariana me indicaba que me apure, corrí hacia el ascensor con la cabeza cacha y le pedí que presionara el botón uno.

―¿Qué paso? ¿Qué tienes? ¿Viste un fantasma? ―me pregunto Ariana.

Solo caí en sus brazos y comencé a llorar. Mi mente comenzó a mostrarme recuerdos con él, y luego me mostraba sus ojos verdes en la fría oscuridad de la habitación....

Tenemos como una semana de relación y ya me ha engañado una vez, solo una semana para que el castaño me rompa el corazón, y no sé porque me afecta a mi tanto si solo tenemos una puta semana de relación. Yo siento que lo conozco hace años, siento que él ha estado junto a mi todos estos años, no sé porque, siempre he sentido que alguien estaba a mi lado, pero era una simple silueta hasta que el llego a completarla.

Pero...¿Lo conozco realmente?

Acabo de ver que no, que no lo conozco casi para nada, que solo es el tipo de chico que te inventa una historia de amor para meterse entre tus sabanas, y déjenme decirles que lo hizo muy bien, desde que empezó a hablar conmigo en Whatsapp como Chanon, con sus chistes y sus actitud me enamorado de él, su plan ha funcionado ya ha tenido lo que ha querido y se ha ido, y ahora me pregunto:

¿Habrá hecho esto con otras chicas? ¿El habrá hecho el mismo truco de los mensajes con otras chicas?

No lo sé.

Las puertas del ascensor se abren al llegar al primer piso y Ariana y yo salimos muy deprisa hacia la puerta principal, ella no sabe porque estoy así, pero igual sabe que es algo malo aunque no sepa que es, me da su apoyo como amiga. Al tocar la cerradura de nuestro edificio oigo su voz, gritándome en medio de la noche.

― ¡Micaela! ―gimió―, tienes que escucharme.

Lo mire. Vestía solo un pantalón, su cuerpo estaba casi desnudo, a pesar de que había comenzó a llover un poco, sus ojos gritaban que no me vaya, que todo ha sido un error y quisiera que sea cierto que todo esto es un confusión, pero yo lo vi, lo vi en los brazos de Mía.

Ariana me miro a los ojos y creo que entendió todo lo que pasaba. Después de muchos años creo que conocemos nuestras expresiones al cien por ciento.

―Vamonos―sujirió.

―No―avisé―.Tengo que terminar esto.

Voltee y el seguía ahí con sus cuerpo mojado y unos ojos llorosos... ¿Tan bien actúa?

Camine hacia él, y al llegar, simplemente mi mando golpeo sus rostro haciendo un fuerte sonido.

―No es lo que crees―dijo firme.

―Así―espeté― ¿Tu plan fue enamorar a una torpe chica mediante unos estúpido mensajes, para hacerte novio de ella, metense entre sus piernas y luego dejarla para irte con otra? ¿Es eso? Pues sí, tu plan funciono, funciono a la perfección.

―No es así―respondió―Mia e...

― ¿Ahora vas echarle todo la culpa a esa perra? ―bramé.

― ¿Por qué no me escuchas un minuto? ―preguntó.

―Porque para mí ya no existes―gemí.

No me había dado cuenta pero estaba llorando, mis ojos estaban hinchados como los de él. Ya está, esto termino. Di media vuelta y comencé a alejarme lentamente.

―Yo sé que me amas, y sé que aun sientes algo por mí―oí su voz detrás mío―. Y déjame decirte que yo también, y luchare para que vuelvas a mi lado.

Entramos al ascensor y lo último que vi, fueron sus ojos, esos ojos que yo aún amaba.

...

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PD. El lunes es mi cumpleaños, y el de Mateo y Micaela :D...¿Quieren una maratón? :)