Capítulo 5: No me sueltes

990 79 14
                                    

Después de ducharme y vestirme con uno de mis pijamas abandonados al final del cajón me paré frente al lavamanos con la cabeza mirando al frente. No podía verme, no podía peinar mi cabello más que tirándolo con mi cepillo hacía un lado, no sabía si me veía bien, si el vello que yo sentía desde mi barbilla hasta la mitad de mi cuello se vería bien,... Siempre he sido alguien muy preocupado por su aspecto, cada día al levantarme no dejaba que nadie me viese hasta no estar arreglado y con medio pote de laca en mi cabello. ¿Ahora? Todo era muy distinto. Supongo que está bien no ser tan superficial al fin y al cabo.

-¿Vas a pasarte el día ahí con la cabeza gacha? Tu hermana pretende hacerme trenzas. No preguntes, tan solo necesito tu ayuda. -La grave voz de Harry hizo que me asustara, no lo esperaba. Su mano se colocó en mi hombro. -¿Estás bien? -De otra persona hubiese esperado la pregunta pero de Harry... ¿Desde cuando le importa como esté?

Caminé hasta la habitación escuchando sus pasos cerca de mí.

-Lo estoy. -Le dije ocultando mis ojos con unas gafas negras que tenía sobre la mesita. Se hizo un silencio entre ambos.

-¿Quieres que te arregle? -Fruncí el ceño ante esa propuesta.

-¿Pretendes hacerme trenzas y después tomar una foto para reírte? -Bromeé tirándome en el colchón.

-No... Bueno, eso estaría bien. -Le escuché susurrar para después que una de sus carcajadas me dejase algo atontado. -Me refiero a arreglarte. Tu madre me dijo que hace mucho que no sales. -Comentó. Bufé en respuesta.

-Claro que no salgo. Nadie quiere salir a la calle con un ciego a su cargo. -Levanté los hombros.- A demás, no me apetece. -Dije restándole importancia.

-Hoy vas a salir conmigo. -Él se sentó en mi cama, yo me crucé de piernas en ella para estar cara a cara.

-No pienso sacar un pie de esta casa. -Le dije completamente convencido.

-Si no lo haces por tu pie a las buenas, lo haremos a mi manera. -Amenazó. Me crucé de brazos sin intenciones de moverme. -Puedo arrastrarte hasta la calle en pijama si es lo que quieres. -Siguió él.- O puedes vestirte y salir por la puerta en vez de por la ventana. -Entreabrí mis labios para soltar una queja cuando su mano se paseó por mi pierna derecha como una caricia obcena al llegar a mi entrepierna. Golpeé su mano y me puse colorado. -Lo siento, lo siento, no puedo controlar mis impulsos. -Rió de manera ronca y se levantó del colchón. -Voy a escogerte la ropa, te la vas a poner y vas a dejar que arregle tu cabello.

-¿Acaso sabes de estilismo? -Me reí.

-Mi hermana trabajaba de eso y tengo una idea. -Me dijo. Su voz sonaba lejana, escuchaba los cajones abrirse y cerrarse a los pocos segundos. -Tienes montones de ropa aquí, Louis. -Se quejó. Levanté los hombros.

-¿Tienes una hermana? -Le pregunté. Él permaneció en silencio por un largo rato, dejé de escuchar los cajones y puertas abriéndose y tragué saliva sin saber bien qué había dicho mal esta vez.

-La tengo. -Respondió frío. Uh.

-¿Cómo se llama? -Me acomodé en la cama con las rodillas rozando mi pecho, aguantando la cabeza sobre mis piernas y mirando al frente con los ojos cerrados.

-Tu talla es de bebé. ¿En serio te cabe esta ropa? -Cambió de tema.

-Déjame en paz, ni siquiera voy a salir.

-Oh, lo harás.

-No. -Hinché mis mejillas.

-Sí. -Repitió.

-Que no, yo... -Una prenda de ropa cayó en mi cabeza logrando que callara.

-Ponte eso.

-¿Qué es?

You look blurry [Larry Stylinson AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora