You look blurry [Larry Stylinson AU]

Capítulo 9: Celos y verdades a medias

*Continuación del anterior capítulo*

-¿Puedes dejar ese tema? Estás sangrando mucho. -Se quejó soltándome y levantándose del sofá. Le escuché alejarse pero no moví ni un dedo esperando a que volviese a mi lado de nuevo. No pasado mucho tiempo pude oler de nuevo su perfume cerca y notar cómo se acomodaba cerca de mí para coger otra vez mi mano, esta vez manteniéndola completamente abierta frente a él.

-Puede que esto te duela.

-Eso suele significar que va a doler mucho. -Susurré molesto por no haber obtenido la respuesta a mi anterior pregunta. Escuché una pequeña risa de su parte.

-Exacto. -Dijo antes de que sintiese un pinchazo justo en el centro de la palma de mi mano. Maldije a todo lo que se me pudo ocurrir en aquellos dolorosos y largos segundos. -Al fin. -Le oí decir en un suspiro. Esperaba dejar de sentir aquel fuerte dolor, pero no lo hice. -Te acabo de sacar el cristal, ahora voy a limpiarte el corte, ¿vale? -Hice un pequeño ruidito de aprobación con mi garganta, tratando de hacerme el fuerte. Harry hizo unos cuantos movimientos cerca de mí antes de que notase una especie de toalla secando con cuidado mi mano ya que al caer y apoyarla en el suelo mojado se había empapado tanto como mi ropa.

-¿A quién vas a visitar? -Pregunté de nuevo soltando un pequeño gemido al notar que apretaba la toalla algo más sobre mi mano. Arrugué la nariz haciendo una mueca de dolor. Él siguió en silencio secando tanto la palma como mis dedos, sujetándola ahora por la muñeca con cuidado. Me molestó que no quisiese decirme con quién iba a ir a estas horas. ¿A caso se encontraría con su novio todos los días al salir de la casa? ¿Sería capaz de tener pareja y aún así haberme besado aquellas veces? -Está bien, no me lo digas. -Le dije enfadado apartando mi mano de su agarré y levantándome apresuradamente del sofá, consiguiendo más maldiciones de mi parte debido al dolor que sentí en mi trasero por la caída de antes.

-Deja de ponerte así por tonterías. Tengo todo el derecho a no decirte adónde o con quién voy.

-Vamos, ni siquiera te estoy obligando a decirme nada. Acabo de decir que está bien. Haz lo que quieras, ve con quien quieras, fóllate a quien quieras -Oh, esto definitivamente no estaba bien. Aquel repentino dolor en la boca de mi estómago no estaba bien, aquellas ganas de golpearle no estaban bien, y, sobre todo, lo que acababa de decir no estaba bien.

-¿Bromeas? ¡No voy a acostarme con nadie! -Dijo levantándose como yo y poniéndose frente a mí. Su aliento golpeando contra mi frente. -No puedo creer que te enfades sólo porque no quiero decirte algo. No tienes derecho. Eres un idiota. -Noté su dedo índice en mi pecho, golpeando al final de las frases, cada vez algo más fuerte que la anterior. Empecé a sentirme pequeño ante lo que decía.

-No voy a salir a emborracharme y terminar en la cama de alguien, si a eso a lo que te refieres. ¿Quién te crees que soy? -Preguntó con molestia dejando por fin de golpearme de aquella manera. Fruncí los labios sin saber qué decir, sólo permanecí en silencio.

-No... Yo no.. -Tartamudeé cuando al fin me digné a decir algo.- No pensaba eso. -Dije. En mi cabeza parecía todo un largo discurso pero había sonado demasiado estúpido en voz alta. No quería que me creyese tan cretino como para referirme a aquello.

-¿Entonces? -Cuestionó acercándose un poco más. Le sentía tan encima de mí...

-Supongo que no.. No me gustaba la idea de... -Callé avergonzado de mí mismo al darme cuenta de lo que realmente acababa de pasarme.

-¿Qué idea? ¡Sólo te dije que iba a visitar a alguien!

-No me gustaba imaginarte con un chico. Con... otro chico. -Dije finalmente apretando los ojos con fuerza, tratando de evitar a toda costa que mis mejillas se pusieran coloradas.