Prefacio

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En la madrugada Sophia una joven de 21 años subió al taxi junto con su gran maleta, llego al aeropuerto de Roma, Italia; encontrando a su amor verdadero (o eso quiere hacer creer). Ambos abordaron el avión privado a un destino incierto, mientras tanto en el hotel duerme tranquilamente Larry, ignorando todo lo que pasa a su alrededor.

A la mañana siguiente el señor Seth Larry Lechleitner de apenas 22 años se levanta de su cama con dirección a la cocina pero antes de dar un solo paso encuentra una hoja en su cómoda al lado de la cama.

Querido Larry...

En estos momentos debes estar levantándote de la cama, de una vez te digo que no me busques nunca, me he ido para siempre con Tadeo, lo siento pero siempre lo he amado y nunca supe como decírtelo, espero que puedas perdonarme.

Adiós para siempre, Sophia Bewyn...

PD: Estoy embarazada, y es tuyo, no te preocupes si es niña le pondré Zafiro, como tu haz querido siempre y si es niño Jasper. Tendrá el nombre que tu querías.

Al pasar unos meses Sophia termino dando a luz, para su gran sorpresa no fue niño ni niña, sino ambos, gemelos. Tadeo se alegro mucho por esta noticia, tanto que se dio cuenta de la gravedad del asunto, si Sophia se llegara a enterar que son gemelos ella terminaría regresando con Larry.

Así que sin pensarlo ni un momento Tadeo hizo arreglos llevando al niño de apenas días de nacido con su padre; al bajar del avión unos doctores le esperaban para llevar a la criatura al hospital designado, llegando ahí encontró a su hermano el cual solo espera ver a su hijo.

- Larry...- lo dice en susurro.

- No tienes que decir nada- lo mira- se que lo hizo por protegerme y no por que te ame- sonríe acercándose a su hermano.

- ¿Cómo lo supiste?- reacciona- ella pensó que lo mejor era que tu pensaras que ella te uso y no que se alejo de ti para que nuestros padres no te desheredaran, ya que ella dice que tu te haz esforzado mucho para mantener el negocio familiar a flote- mira el suelo- hermano...

Niega- se por que lo hizo, y es su decisión de ella- lo dice con mucho dolor- pero dime ¿Cómo es la niña?

- Es hermosa, se parece a ti. Y el niño a ella- sonríe.

- Gemelos no idénticos- comenta- cuando crezcan mi objetivo primordial será que se conozcan y si ella acepta, que volvamos a ser una familia- asegura- ¿Estas seguro que ella no sabe nada de que son gemelos?- lo mira.

- Si hermano, Sophia no sabe, ella piensa que solo tuvo una hija- respira profundo.

- Esta bien, ella no podría sola con dos niños, yo cuidare de mi hijo y le llamare Jasper Fabián- se enorgullece.

- ¿Por qué Fabián?- curioso.

- Por que Sophia así quiere que se llame su hijo.

Los años pasaron mientras los gemelos fueron creciendo cada uno por su lado, hasta que en una ocasión, Zafiro a sus a penas 18 años cumplidos, fue a visitar universidades por Inglaterra y en ese día le toco visitar Oxford, al lado de su tío Tadeo.

Al llegar al lugar, a ella junto con un grupo de jóvenes les comenzaron a dar un tour guiado por las instalaciones, sin ningún aviso llegaron a la cafetería, donde Zafiro tomo una charola, al ir a formarse choco con un joven de cabello algo chino corto, bien peinado, castaño claro casi rubio, piel blanca pero con un leve tono de bronceado (sin el típico tono pálido de los ingleses) y ojos verde con un leve tono de café en ellos, de echó muy parecidos a los de su madre, tanto que le recordaron a ella con solo ver a este joven.

- Perdona- apenada.

- No te preocupes, fue mi culpa- el tono neoyorkino se oye claro en su voz.

Lo vuelve a mirar- ¿Tu no eres de aquí, verdad?- curiosa.

- Así es, soy de América ¿Cómo te diste cuenta?- alza una - vine a ver la universidad de Oxford.

- Tu acento te delata, amigo. Yo también vine a ver esta universidad- asegura un poco incomoda por no saber su nombre.

Reacciona- ¡Perdona! Mis modales se quedaron en el vuelo- divertido- Soy Fabián- le estira la mano en forma de saludo.

Lo saluda- mucho gusto yo soy Zafiro- sonríe.

Se sueltan- pues mucho gusto- sonríe- nos seguimos viendo Zafiro, ahora tengo que comer.

- Si, yo también, muero de hambre- divertida.

Después de ese encuentro ninguno de los jóvenes se volvió a encontrar el resto del día, el único que pudo saber lo que paso en realidad en ese encuentro fue Tadeo, pero tuvo que callar.

El Testamento | Linaje Jewelry #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora