¡Te Diré la Verdad!

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- Hemos llegado a la casa de la tía Jezabel- se baja del auto el arquitecto.

Después de unas horas de viaje los cinco amigos llegaron a Dublín, Fabián estuvo de guía todo el camino así que está muy cansado y lo único que quiere es dormir. Zafiro se acercó a su hermano un poco temerosa para preguntar por Jezabel.

- ¿Cómo es ella, hermano?- el miedo la invade.

Sonríe- no te preocupes Zafiro, la tía Jez es muy buena, un poco necia y caprichosa, pero de ahí en fuera es un amor- asegura con sinceridad.

- Esta bien- sonríe un poco calmada.

Nos acercamos a la puerta y esta vez Fabián va por delante, toco el timbre, casi al instante abrieron la puerta dejando asomar a un hombre bastante guapo de unos 30 años.

- Hola Leo- amigable el arquitecto.

- ¡Mira quien nos honra con su visita!- lo abraza saludando- ¿Cómo haz estado, primo? ¿A que debo el gusto de que nos visites?- sonríe haciendo una señal para que entre- pasen todos.

Los visitantes entraron agradeciendo el lindo gesto de hospitalidad, Fabián pregunto por Jezabel casi al instante, su primo le informa que está en su cuarto un poco enferma y que necesita reposar.

- ¿De que se enfermó?- atento el asistente.

- De gripe, Samuel, no es nada grave- lo dice mientras todos toman asiento en la sala.

- Bueno- se relaja el arquitecto.

Mira a la abogada- Y que primo ¿No me presentaras a esta hermosa joven?- la señala con la cabeza.

- Cálmate Leo; ella es Zafiro, mi hermana, tu prima- lo regaña- y la joven rubia es Kayla, su mejor amiga- sonríe- y el otro- divertido- es Gerrett, nuestro amigo.

- Mucho gusto- inclina su cabeza en forma de reverencia- y que sorpresa, tú eres la famosa Zafiro- sonríe- ¿Tienes novio? Sino para presentarte a uno de mis amigos- pícaro.

Interviene- tiene dos prometidos- se apresura a contestar el asistente.

- Así es- sube los hombros la abogada- estoy apartada Leo- sonríe victoriosa.

- ¿¡Dos prometidos!?- sorprendido.

Asiente- es una larga historia- toma la palabra el asistente- uno es el pesado de Anthony, y yo- sonríe mirando a la abogada.

- Que lastima, llegue tarde para presentarte a mi mejor amigo- sube los hombros- bueno ya ni modo- le quita importancia al asunto.

- ¿Y como esta Nancy?- cambia el tema el arquitecto.

- Mi hermana está más que divertida en Egipto, con papá- asegura.

- ¿Se fue con el tío Oscar?- asombrado el arquitecto.

Asiente- pues ambos son arqueólogos, y aunque invitaron a mi papá, él se llevó a Nancy como su asistente o aprendiz- explica- y yo me quede dando clases en la preparatoria que está cerca de aquí- aclara.

- ¿Eres maestro?- curiosa la abogada.

- Si, primita, soy maestro de Química- sonríe- y a veces les doy tutorías a las alumnas- habla en doble sentido.

- ¿Y no te han descubierto?- intrigado el veterinario.

Niega- no, porque solo me beso con alguna que otra, y afuera de la escuela- se orgullece.

Entiende todo- ahora comprendo a lo que te refieres- voltea los ojos la abogada.

Todos a mi alrededor soltaron una carcajada por mi reacción, creo que fui la única que no capte el doble sentido, lo bueno es que nunca lo entiendo. De pronto todas las risas callaron de golpe y las miradas quedaron en las escaleras; ahí está la figura de una mujer delgada, alta, de cabellera castaña rojiza, muy guapa y parece que tiene unos 47 años, se fue acercando permitiendo ver sus ojos, los cuales son de color avellana; Leo se levantó ayudándole a sentarse en uno de los sillones e hizo las debidas presentaciones (dejándome al final). En cuanto ella escucho mi nombre se levantó dándome un gran abrazo.

El Testamento | Linaje Jewelry #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora