Lectura

371 21 0
                                    

Presente…

En cuanto Zafiro acabo de desahogarse siguieron caminando, después de unos minutos se escucho un trueno a lo lejos anunciando la llegada de una tormenta. Ella dio un pequeño salto, por el susto que le había provocado, aun que no le dan miedo las tormentas, Gerrett al percatarse de esto se detuvo tomándola de la mano.

- ¿Te dan miedo las tormentas?- las mira a los ojos.

- Claro que no, solo me sorprendió- se suelta siguiendo con su caminata.

La sigue- Aun piensas que tengo la culpa ¿Verdad?- alza una ceja sin quitarle la mirada.

- Claro que si- afirma mirando uno de los arboles a su lado- si tu no le hubieras marcado esa noche, no tendría por que sospechar de ti- le lanza una mirada fulminante.

- Esa noche le llame por que el me lo pidió- sincero- Zafiro, no tuve nada que ver.

- ¿A no?- incrédula- ¿Y entonces que haces aquí? En todas mis vacaciones nunca te vi venir a este pueblo, y tu me dijiste que vives en Londres- reclama- ¿Me estas siguiendo?

Suelta una gran carcajada- perdona- respira profundo- no te estoy siguiendo- ambos se detienen- se que eres la chica mas guapa que he conocido hasta ahora- ella se ruboriza- pero nunca invadiría tu privacidad si no me lo permites- le toma la barbilla.

La abogada trato de guardar su apariencia firme e inmutable, mientras el busca su mano, deslizándose suavemente por su brazo, al encontrarla la tomo entrelazando sus dedos y miro sus ojos azules verdosos fijamente.

- No tengo necesidad de seguirte, o espiar tu vida- se va acercando lentamente a su boca- con un momento cerca de ti me conformo- pasa saliva- claro que si me permitieras besarte…

Interrumpe- Gerrett- da un paso hacia atrás- no es un buen momento para tus bromas- sonríe- va a llover y yo tenia que llegar a mi casa desde hace una hora- camina.

- No es broma- murmura para el.

Lo mira- ¿Dijiste algo?- jala la maleta.

- No Zafiro- camina con una sonrisa.

Al cabo de unas horas llegaron al pueblo, ya aquí Zafiro sabe a donde ir y que tomar para llegar a su casa, ella miro al veterinario con una sonrisa de alivio, en cuanto lo mira se da cuenta que el mira el crepúsculo, pero en su rostro se alcanza a ver una clara tristeza y confusión.

- Oye Gerrett, ya no me dijiste ¿Por qué estas aquí?- curiosa.

- Conseguí un trabajo con el veterinario del lugar, según mi profesor tiene una clínica por aquí o algo así- explica mirando sus ojos.

- Si, era el amigo de mi tío, es muy buen veterinario- piensa- ¿Entonces tu proyecto no fusionó?

Niega- fusionó de maravilla. De echo ahora mismo estoy ganando dinero- sonríe.

- ¡Eres rico!- sorprendida.

Asiente- pues por ahí voy- sonríe.

- ¿Y que haces aquí entonces?

- Quiero mas experiencia, después de un año o seis meses me regreso a Londres, y podre mi clínica- piensa- ¿Y tu que haces aquí? ¿No ibas a ir a Londres con Kayla y buscar ahí trabajo? No creo que haya mucho campo aquí para una abogada ¿O si?- alza una ceja.

- Vine… por asuntos familiares, aquí vivía con mi mamá y mi tío- pasa saliva- pero… el falleció, así que ahora tengo que ir a su velorio- explica mirando el suelo.

- Perdona Zafiro- apenado- no tenia idea.

- Bueno también tenia que venir- sigue hablando como si el no hubiera dicho nada- por que Kayla se fue de vacaciones a París con su tía abuela, ella me dijo que estará haya dos semanas- lo mira- así que tengo que esperarla- sonríe.

El Testamento | Linaje Jewelry #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora