En Busca de Dos Llaves

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Resulta que Kayla se contagio de la gripe de la tía Jez, la doctora Raven (amiga y futura conquista de Leo) le mando de tres a cinco días de reposo, hasta ahorita han pasado tres días completos <<¡Mi tiempo se acaba!>>. Me he turnado con los hombres para cuidarla, pero se podría decir que he estado en este cuarto las ultimas 72 horas, ella esta dormida la mayor parte del tiempo, por culpa de la medicina. Ahora mismo estamos Samuel, Gerrett y yo cuidándola (o eso pretendemos); en verdad los tres estamos jugamos baraja, con apuestas de centavos.

De un momento a otro mi amiga comenzó a balbucear algo entre sueños, los tres dejamos la baraja a un lado acercándonos a la cama, di unos pasos hacia ella poniendo mi oreja muy cerca de su boca, para escuchar mejor.

- ¿Donde estas Gato?- susurra muy leve.

Después de entender a la perfección sus balbuceos alce la vista mirando a los hombres frente a mi, por sus caras parece que ambos entendieron bien lo que dijo.

Aclara la garganta- ¿Quieres que Zafiro y yo salgamos para que puedas contestar bien a su pregunta?- se burla el asistente.

- Tal vez sueña con su mascota, ¿Kayla tiene gatos?- mira a la abogada.

Niega- no que yo sepa- le lanza una mirada picara- bueno, Samuel… creo que hacemos mal tercio aquí- suelta una risita.

- Muy graciosos- les sigue el juego- ambos congeniaron muy bien y en poco tiempo ¿No creen?- alza una ceja indagando el veterinario.

- Eso es por que nos conocemos desde antes que ambos entráramos a la Universidad ¿Cierto Zafiro?- sonríe.

- Así es Samuel, ¿Ya viste la jacaranda que se ve desde la ventana?- le guiña un ojo.

Entiende a lo que se refiere- la estoy viendo en este momento- devuelve el guiño sin quitarle la mirada a la abogada.

Mira a ambos confundido- ¿A que rayos de refieren?- frunce el ceño el veterinario.

- A cosas del pasado, Gerrett- sonríe la abogada.

En ese instante Kayla despertó encontrando los ojos grises del veterinario, como si despertara de una pesadilla sonrió sin ningún esfuerzo, pero en un segundo su cerebro reacciono devolviéndola a la realidad y borrando la sonrisa angelical de su rostro. Esto no paso desapercibido por el otro par de humanos en ese cuarto, haciendo que compartan miradas curiosas, llenas de intriga.

- ¿Qué soñabas amiga?- picara la abogada.

Se sonroja- no me acuerdo- miente disimulando un poco.

- Esta bien- toma la palabra el asistente- si no nos quieres decir debe ser por que quieres que se cumpla- sonríe con picardía.

- No molestas Samuel- se tapa con la cobija cubriendo su rostro la rubia.

Después  unas horas Zafiro bajo a comer algo a la cocina, desde que su amiga se enfermo ella no come junto con el resto de los huéspedes de esa modesta casa; al llegar a la cocina encontró cocinando a su tía (que ya esta curada de la gripe), ambas comenzaron a platicar un poco, ponerse al corriente. Jezabel sirvió dos platos de su deliciosa creación, a la mitad de la comida la abogada no soporto mas la incertidumbre de una pregunta que le ronda la cabeza desde aquel día en que platicaron sobre la carta.

- Tía Jez- se miran- la carta habla sobre un cofre y dos llaves ¿Sabes a que se refiere?- sus nervios la invaden.

- Habla sobre esta llave- le muestra el dije de su collar- esta llave abre un cofre, y en ese cofre esta la siguiente pista, junto con la pieza clave de lo que paso hace años- lo recuerda molestándose un poco.

El Testamento | Linaje Jewelry #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora