El Testamento | Linaje Jewelry #1

Traición del Pasado

- ¿Que piensas Clarise?- alza una ceja.

- Sir Maurice, pienso que estuvo mal la forma de proteger a esta princesa de esos despiadados, pero ahora todo esta en sus manos- asegura mientras cubre con una cobija a la abogada que se encuentra en el sofá.

- Sir Maurice ¡Le ruego que me ayude, por favor!- se arrodilla el americano.

Lo mira con detenimiento- ¿Qué te traes entre manos, Anthony?- desconfiado.

- Solo puedo decirle que… estoy desesperado por casarme con Zafiro- mira el suelo.

Voltea los ojos- no te ayudaré a ti, le ayudare a mi sobrina- mira a la abogada con ternura- ella me recuerda todo eso bueno que hizo Larry por mi alguna vez, y se ve que es una buena chica- sonríe.

- Entonces… ¿La mantendrá oculta de los Monson?- se levanta.

Asiente- lo haré por su bien de ella, pero al final ella es la que tomara la decisión de casarse o no contigo Fassbender- retoma su postura de piedra.

A la mañana siguiente el hotel quedo algo vacío, la mayoría de los nobles han partido hacia Inglaterra para jugar su clásico juego anual de polo, esa misma madrugada llegaron Gerrett, Kayla y Jezabel pidiendo una habitación doble; tras de ellos llegaron muy alterados  Samuel, Fabián, Arlette y Benjamín. Ambos grupos no sea han visto, lo que si es que el ultimo grupo termino durmiendo en el pent-house de Devonshire. En cuanto amaneció el duque despertó a sus amigos preguntando que ha pasado, al igual que el paradero de Zafiro, sin mas remedio terminaron contándole cada detalle de esa mala experiencia.

Sentí un poco de frío en mi rostro lo cual hizo que abra mis ojos, al hacerlo me doy cuenta que la ventana esta abierta, termine levantándome para cerrarla, pero al regresar a dormir me doy cuenta que estaba acostada en un sofá; en un segundo mi memoria regreso, ¿¡Dónde rayos estoy!?, lo ultimo que recuerdo es a ese Fassbender cubrió mi boca con un pañuelo “¿Qué me hizo? ¿Adonde me trajo? ¡No puede ser los Monson!” después de todas esas preguntas que atacaron mi mente recordé mi celular, revise por instinto mis bolsillos.

- ¿Buscas esto?- le muestra el artefacto burlándose.

- ¡Exijo que me expliques lo que esta pasando! Y también dame mi celular, Anthony- alza la voz.

- Cálmate Zafiro, yo me voy de aquí- le arroja el teléfono a sus manos- y te veo en unas semanas- sonríe abriendo la puerta.

- ¡Espera! Al menos explícame donde estoy- ruega.

Se acerca a ella- estas en el hotel donde hiciste tus desfiguros- la toma del mentón- ahora escucha bien. No me importa lo que hagas para cancelar el compromiso tu serás mi esposa, y luego te quedaras a vivir en un manicomio el resto de tu vida- susurra cerca de su boca.

Da un paso hacia atrás zafándose de su agarre- no te lo permitiré, ¡Escúchalo bien Anthony! ¡Nunca me casare contigo!- alza la voz mas que decidida.

- Lo dudo- sonríe- en fin, te veo en unas semanas, amor- le da un beso en la frente saliendo con una sonrisa victoriosa del lugar.

La abogada quedo sin habla con todo el cuerpo temblando y el terror a un futuro de perdición pasando por cada fibra de su ser. En eso Clarise se acerco a ella con una taza de té recién echo, con mucho tacto le explicó lo que había pasado mientras estuvo dormida y trato de explicar lo que ahora deberá hacer si no quiere a los Monson como sus carceleros los siguientes cuatro meses.

- Pero no quiero vivir mes y medio con Sir Maurice- se queja.

- Es tu única salvación- le recuerda Clarise- Maurice accedió a tenerte ese tiempo en su mansión escondida de todo el mundo, incluso dijo que tres de tus amigos pueden acompañarte- sonríe tratando de ser amable.