Notas de Ukyo:
Ah, este iba a ser un capitulo "extra" largoooo, pero la idea cambió a último momento. Yuuri pudo conmigo QwQ
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Beauty
Llegando a clases.
Sin tener oportunidad de decir algo, baja del autobús en un paradero que no es el suyo. Una vez en suelo firme desconoce el lugar en el que se encuentra. De noche la ciudad y sus calles lucen muy diferentes a como están de día, pero supone que solo con avanzar en línea recta será suficiente para llegar a su verdadero destino.
Sus pasos son ligeramente más pesados que de costumbre, casi produciendo un leve sonido sordo al tener contacto con la acera. Está molesto, pero no es consciente ello. Sin embargo, no puede evitar demostrarlo abiertamente, como al caminar. Sabe que debió decir que aquella no era su parada cuando el chofer se lo preguntó, a pesar de eso, lo único que pudo hacer fue asentir ante la pregunta y bajar en silencio.
Suspira con desgano. Levanta la mirada del suelo y decide enfocarse en el ambiente que lo rodea para alejar esos pensamientos nada positivos de su cabeza. Por suerte, la música también contribuye en ello. Con «Maps» de Marron 5 como fondo musical y la vista nocturna de la ciudad como paisaje, el panorama frente a sus ojos resulta algo increíble y un nuevo mundo se crea solo para él. El enojo consigo mismo desaparece y una nueva sensación se manifiesta en pecho.
-The map that leads to you. Ain't nothing I can do. The map that leads to you~
Ya sea de forma mental o abierta, cantar siempre ayuda a Yuuri a sentirse bien, aunque le cause gran vergüenza el saber que otras personas están prestándole atención mientras canta. Pese a ello, lo hace debido a que la mayoría de personas a su alrededor están metidas en sus propios asuntos, duda que le presten atención a un extraño que se le ocurre cantar por la calle.
-Following, following, following to you~
Su buen ánimo regresa. Se siente flotar entre las nubes en este momento, como un algodón de azúcar. Todo parece ir en cámara lenta mientras canta, incluso los vehículos que corren veloces por la autopista parecen disminuir su velocidad por este instante, todo se ve tan apacible y tranquilo... hasta que sus pupilas tan marrones como el chocolate se fijan en un resplandeciente y colorido letrero que llama su atención por completo.
Una pastelería.
Está al frente, al otro extremo de la autopista. Lo único que debe hacer es dar un par de pasos para llegar ahí. No espera ni un segundo más y decide hacerlo. Tan pronto como está al otro lado de la pista, un suave aroma dulzón comienza a seducir lentamente su sentido del olfato. La música, las luces de la ciudad, los autos, todo, queda en segundo plano para Yuuri.
Sus ojos brillan con entusiasmo, deleitados por la maravillosa vista frente a ellos, incluso puede sentir como sus pupilas se dilatan. La gran variedad de postres y pastelillos que hay tras el vidrio mostrador le hacen pensar que aquellos deliciosos manjares solo pueden ser bajados del mismísimo cielo.
No lo piensa ni dos veces y compra unos cuantos pastelillos. Una vez con su compra hecha y una tonta sonrisa en el rostro, sale del recinto para continuar con su camino. Se detiene un momento y mira la hora en la pantalla de su celular, agradece ser un maniático con respecto a la puntualidad, falta menos de treinta minutos. Perfecto. Tiene tiempo de sobra, puede ir a su ritmo mientras degusta lo que ha comprado.
El dulce sabor del manjar y la crema chantilly junto a las suaves migajas del pastel inundan su paladar, un gracioso sonidito gutural sale de su garganta sin proponérselo. Exquisito, como siempre. Con lentos bocados el postre desaparece en su boca como por arte de magia, pero cuando está por dar el último bocado, una vocecilla se escabulle entre sus nulos pensamientos.
-Deberías evitar subir de peso. Trata de controlar tu apetito, si tienes hambre puedes comer fruta. No lo tomes a mal, Yuuri. Solo me preocupo por tu salud.
Es su madre quien lo regaña con tono amable y a pesar de no estar presente físicamente, siempre lo está en sus pensamientos. Ella solo quiere lo mejor para él y Yuuri lo sabe perfectamente. Sin embargo, esto es algo que sale de su propio autocontrol. Simplemente, no lo puede evitar.
-Si sigues aumentando de peso, ninguna chica se fijará en ti.
La voz de su hermana mayor resuena en su cabeza, seguida de una risilla juguetona. Mari había empezado a decir aquello desde que eran solo unos niños, cuando su tendencia a engordar rápido era más evidente. Aún ahora lo hace. No obstante, está en su conocimiento que ella solo lo dice en son de broma, para molestarlo, sin ninguna mala intención de ofenderlo. Pero... aunque lo sabe, Yuuri debe admitir que esas palabras han cobrado más importancia en su vida de la que deberían.
Con un ligero disgusto en el paladar termina el primer postre, el sabor exquisito de hace unos momentos ya no es el mismo. Mira en el interior de la bolsa de papel que le dieron al hacer su compra y nota que aún quedan un par de pastelillos más. ¿Qué iba a hacer con ellos? Tras el sermón mental que tuvo hace unos minutos, las grandes ganas de comer se han esfumado como hojas secas que lleva el viento de otoño. Su apetito desaparece y en su lugar, el sentimiento de culpa se anida entre sus pensamientos.
Ya no está tan seguro con respecto a comer todo lo que ha comprado como tenía pensado en un comienzo. No puede botarlos simplemente a la basura, sería dinero desperdiciado. Tampoco puede llevarlo a casa, está estrictamente prohibido hacerlo, reglas del nutricionista y de su madre. La única opción que queda es dárselo a alguien de sus compañeros, pero sinceramente, él duda si a alguien le guste lo dulce. Tal vez...
-Oh, Yuuri. ¡Qué sorpresa!
El repentino llamado parece hacer regrese en sí. Con su vista trata de buscar a la suave voz femenina que lo llama y que reconoce casi de inmediato. Saluda con gesto amable pero con una sonrisa forzada.
-¿Yuko? Good evening.
Ahí, a tan solo unos pocos pasos se encuentra su amiga y compañera. Se muestra sorprendido, ver que Yuko llega antes de la hora citada es una verdadera sorpresa, sospecha que algo fuera de lo común va a pasar hoy. Pero lo que más le causar asombro es ver que sin darse cuenta ya ha llegado a la entrada del Centro de Idiomas.
-Good evening, Yuuri. What's up?
-Fine. Thanks.
Por un momento, Yuuri se permite olvidar su terrible dilema mental, así que, de la misma manera juguetona que Yuko pregunta, Yuuri responde. Ambos terminan riendo al final aunque se vea tonto. La presencia de la chica de cabello castaño es otra forma de distracción del mundo real para él, hablar o pasar tiempo con Yuko le permite olvidarse de sus demonios internos.
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N. A:
Por si se lo preguntan, este no es un fic Yuuri x Yuko(?) Aunque no negaré la idea de que me gusta shippearlos, aun así este no es el caso. Solo me encanta mandar indirectas entre ellos, pero una cosa si es cierta, Yuuri la aprecia mucho y tal parece que con Yuko es igual. I don't know(?)
Perdón, dije que en este capítulo aparecerían ciertos personajes pero al final no pude. En el siguiente si o si ellos harán acto de presencia. Incluso Yuuri sospecha de que así será xD
Pdta: "Maps" es una canción con la que tengo una obsesión reciente, no pude evitar ponerla ;w;
Gracias por leer *-*
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Beauty [Yuri!!! On Ice]
Fanfiction[AU] Para algunos la belleza exterior es más importante que la belleza interior. Para otros es todo lo contrario. Pero para él, todo aquello le era irrelevante porque no poseía ninguna de las dos. Él solamente era él, Yuuri Katsuki, un muchacho como...