4. Esperando clases

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Notas de Ukyo:

Ah, perdón por la tardanza. Lo bueno de todo es que este capítulo es "extra" largo con respecto a los demás ;)

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Beauty

Esperando clases.

Entre sonrisas tímidas, sonrojos invisibles y miradas fugaces, Yuuri y Yuko conversan como normalmente acostumbran hacer. Luego de cruzar la entrada del enorme edificio, saludan al guardia dando un "Buenas noches" muy cortés y suben las escaleras que conducen al pasillo del piso de Administración.

Planean sentarse en la banca pintada de múltiples colores que se encuentra frente a Caja para esperar al toque del timbre que les indique que ya pueden pasar al salón de clases. También para poder degustar sin apuro alguno los postres que Yuuri trae en la bolsa que sostiene y charlar amenamente sobre cosas triviales de la vida.

Yuuri no esperó que alguno de los dulces pasteles que había comprado fuera uno de los postres favoritos de su amiga y compañera. Por eso, su rostro mostró sorpresa cuando una curiosa Yuko preguntó por el contenido de la bolsa de papel y al responder algo temeroso, ella dijera aquel dato desconocido para él.

... O tal vez no.

De pronto, el muchacho de cabellos color ébano siente un tirón en la manga de su sweater y apenas tiene para reaccionar cuando se ve siendo arrastrado por una efusiva Yuko que a paso veloz lo lleva hasta la colorida banca en menos de un minuto. Quiere preguntar que pasa pero Yuko lo impide con un gesto que pide guardar silencio y con una mirada le indica que mire hacia donde sus ojos se dirigen.

La banca que nadie desea ocupar, ya no lo está. Extrañamente hoy no se halla desocupada. En uno de los extremos de ésta, un adolescente de rubia cabellera se encuentra sentado, con los audífonos puestos, supone que escucha música. El entrecejo ligeramente fruncido y la mirada perdida en algún punto denotan el aburrimiento y la tenue molestia en su rostro.

Ve a Yuko tomar asiento en el extremo opuesto desocupado de la banca y cómo ella con una señal de mano y una sonrisa lo invita a sentarse a su lado. No obstante, Yuuri no está muy seguro si la persona sentada ahí desee compartir asiento con ellos, especialmente con él. Tiene entendido que su presencia no es nada agradable para el otro muchacho. Y no se equivoca, porque ni bien su espalda hace contacto con la superficie de madera como respaldo, puede sentir como una pesada mirada se posa en su persona.

Con una regocijante Yuko, ajena a todo quien come el dulce bocadillo que le obsequió, a su derecha, y un adolescente que lo mira con aparente odio, a su izquierda; Yuuri solo puede pensar que sentarse ahí fue una -muy- mala idea. El lugar no pudo ser más inapropiado para él. El ser observado detenidamente -y más si es de esa manera- es una de las cosas que más incomodidad causan en él y tal parece, la otra persona lo sabe muy bien.

El inquieto cosquilleo molesto de disgusto crece en él a grandes pasos agigantados. Poco a poco su respiración se acelera y su pulso también, siendo capaz de oír con claridad el constante bombeo de su corazón en sus tímpanos. En ese aspecto, Yuuri odia no poder controlar las emociones y las reacciones de su propio cuerpo.

Pero, pese a lo que su cuerpo está experimentando, Yuuri decide afrontar la situación como el adulto universitario de 20 años que es. Porque, en realidad, él es una persona orgullosa que detesta perder cuando es subestimado. Así que, contrario a lo que su mente le pide –y su cuerpo también-, él gira para encarar al jovencito a su lado. Verde y marrón contactan por primera vez. Sus labios se fuerzan en formar una pronta sonrisa que irradia confianza en sí mismo, que aunque por fuera muestra esa imagen que da seguridad, por dentro se encuentra luchando contra el repentino ataque de ansiedad que amenaza con hacer acto de presencia.

Beauty [Yuri!!! On Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora