Capítulo 3

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Dos meses después

La obscuridad de la carretera por la noche se vio interrumpida por él faro de una motocicleta que se acercaba con velocidad, su conductora apretaba con fuerza él manubrio.

Se detuvo dando un ligero giro arrastrando su pie izquierdo por él asfalto y dejando las marcas de las llantas sobre él mismo, la estaciono en su garaje  y se quitó él estorboso casco dejando caer su cabellera negra sobre su espalda como una cascada, boto él casco al lado de la moto y se fue hasta su casa con la esperanza de verla ahí, abrió la puerta y se volvió a encontrar con las luces apagadas.

Dio un suspiro frustrado y encendió las luces, un bulldog corrió hasta ella y se paro se patas sobre sus piernas comenzando a ladrarle -¿No ah regresado cierto?- miro al perro quién hizo un gesto de no entender -¿Supongo que tienes hambre no Spaik? - él volvió a ladrar moviendo su cola -Jaja bien, bien- caminó seguida del cachorro hasta la cocina recogió él tazón y comenzó a vaciar la comida.

Luego de  darle su cena al perro, subió las escaleras y se adentro en su habitación, se quedo parada en él marco de la puerta  mirando con determinación la cama, había pasado un mes desde que Camila llegaba a dormir como a las once o doce de la noche y salía temprano por la mañana.

Entonces una idea inundo su mente ¿Podria su esposa estarla engañando?, rápidamente negó con su cabeza tratando  de borrar aquella duda tan inútil, Camila jamás le había dado motivos para dudar de ella, entonces ¿por qué tendría que pensar eso?, volvió a suspirar y camino hasta su ropero para sacar una blusa blanca olgada junto con unos shorts negros, su ropa interior y se metió a la ducha.

Mientras él agua tibia corría por su cuerpo, ella estaba inundada en sus pensamientos, cerro sus ojos por un momento mientras dejaba que las costas de agua golpearán contra su rostro...

......

L

a alarma comenzó a sonar sin piedad alguna, sacando a una joven de su tan profundo sueño, gruño entre dientes estirando su brazo para apagar tan escandaloso aparato, respiro profundamente y pudo percibir él perfume tan refrescante de su esposa, sonrió ampliamente dándose la vuelta aun con los ojos cerrados -Buenos días Camz- susurro adormilada, sin encontrar respuesta alguna luego de unos minutos decidido abrir sus ojos con pesadez encontrándose nuevamente sola.

Fruncio él ceño y buscó rastro de la chica, encontrándose con una pequeña hoja de papel sobre su almohada, se reincorporó y comenzó a leerla.

You Lie To The Moonlight [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora