-No... No...
No podía respirar, todo pasaba tan rapido, y grité, con todas mis fuerzas, su nombre pero el silencio me acompañó segundos después. Apreté mis camiseta y sollocé.
No otra vez...
Traté de levantarme pero mis piernas temblaban a más no poder y caía en seco, escuchaba algunos crujidos, no sabía exactamente si era el suelo de madera o mis huesos que no podían más. Leves punzadas de dolor llegaban a mi cabeza repentinas provocando que gimiera de dolor. Mi vista estaba borrosa y en segundos se aclaraba. Volteo a mis lados y algo llama mi atención; El celular de Derek.
En parte me sentía paniqueado por que ahora no había forma de contactar con Derek pero si fuera así aquél idiota se lo hubiera quitado, pero por otra parte estaba algo exaltado. Podía pedir ayuda. Al instante vino a mi mente lo que me había dicho Derek sobre los chicos y mi labio tembló pero contuve las lágrimas y arrastrando mi cuerpo con mis brazos me acerqué y lo tomé. Tembloroso, teclee la pantalla y busqué en sus contactos y hubo uno que llamó mi atención.
PETER.
Lo dudé, pero rápidamente apreté el botón a llamar. Los pitidos del aparato me parecían eternos y por un momento creí que no contestaría. Por un momento.
-¿Bueno?
-¡Peter! ¡Peter! ¡Necesito tu ayuda!- Escuché como su respiración se detenía.
-¿Stiles? ¿Pero cómo...?
-¡Necesito tu ayuda, por favor!
-Tranquilizate Stiles, está bien. Dime ¿Dónde estás? - Fue como si me cayera un bote de hielo encima. ¿Dónde diablos estaba? ¿A dónde me había traído éste sujeto?
-Y...Yo... No tengo idea...- Poco a poco sentía movilidad y fuerza en mis piernas y con algo de esfuerzo me paré apoyándome en una pared, camino fuera del lugar. Observé todo mi alrededor, bosque y una larga carretera se veía a ambos lados.- Es una pequeña casa casi a derrumbar. Estoy fuera de la ciudad, hay bosque a donde quiera que vea.
-Describe la casa. -Relamí mis labios y cojeante volteo a la casa.
-De madera, tiene rastro de ser de color amarilla... ¿Sa...Sabes dónde es?- Mi tono era de esperanza. Esperanza a que ubicara el lugar y me sacara de aquí. Quería volver a casa.
-Derek y sus amigos solían ir a una casa parecida, a relación con lo que me has dicho, creo que es esa.- Mis manos temblaban.- Podría ser cualquier lugar, Stiles.- Mordí mi labio y asentí repetidas veces.
-N...No importa, sólo vé a ese lugar, por favor.- murmuré acelerado.
-¿Y Derek?
Las palabras quedaron atascadas en mi garganta, quebrando la poca fuerza que había adquirido. Caí de rodillas y no pude evitar que mis ojos se cristalizaran, tapé mi boca ocultando un sollozo.
-Voy para allá.
La llamada terminó y suspiré con una que otra lágrima cayendo por mis mejillas, abracé mis piernas y escondí mi rostro entre ellas. Tal vez había pasado unos minutos cuando Peter llegó y trató de hacerme entrar en razón, sacudiendo mis hombros o llamando mi nombre. Había entrado en algún entorno en el cual mis oídos no captaban nada, en lo absoluto.
Peter parecía confundido y extrañado, me había tenido que cargar y me subió a su auto para luego recorrer aquella "casa".
Salió y parecía algo enojado, volvió a el auto y subió, arrancando éste al instante.