Capítulo 1

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Flashback.

POV Kara

¿Dónde está Lena, Alex?—pregunté al borde de un colapso nervioso, mi hermana no me contestó, solo bajo la mirada tratando de ocultarme la verdad—Vuelvo a repetirlo Alex, ¿Dónde está Lena?—esta vez mi tono de voz fue tan suplicante que ella levanto su rostro, me miró y no supe cómo interpretarlo pero no hizo falta ella lo dijo todo.

No lo sé Kara, no lo sé—y de nuevo bajo la mirada.

Tiempo actual.

Era una fría mañana en National City, tan fría que los dedos de mis pies parecían hielos y ni la calefacción de mi departamento lograba que la temperatura de mi cuerpo subiera, estaba yo sentada en el borde de mi cama, mirando un punto imaginario en la pared, observé el reloj que descansaba sobre el buró que estaba a lado de ella, marcaba las 8:00 de la mañana, tenía exactamente una hora para alistarme e ir a trabajar, suspire y salí de la cama.

Mi cuerpo automáticamente se dirigió al cuarto de baño, después de traer mis toallas y desnudarme, las finas gotas de agua caliente quemaban toda mi anatomía, pero eso ya no me importaba, porque ningún calor existente podría hacer desaparecer el hielo que ahora cubría mi corazón.

Mientras me vestía pensaba en todas las cosas pendientes que tenía sobre mi escritorio, los gritos incansables de mi jefe Snapper Carr. Extrañaba mucho a Cat Grant, contaba los días para que regresara a CatCo, me hacían falta sus platicas, sus enseñanzas y sí, también sus gritos. Extrañaba a quien se había convertido en mi mejor amiga. Tomé mi bolso y me dirigí a la puerta no sin antes mirar que en la barra de la cocina descansaba un plato con comida. Alex. Esa era la respuesta, mi hermana siempre se había preocupado mucho por mi, pero desde ese día toda su preocupación había aumentado.

<<Lena>>

Recordar ese nombre era la razón por la cual mi hermana actuaba así conmigo. ¿Qué habría sido de ella? No lo sabía y la verdad no me importaba.

Al llegar a la oficina, todos los empleados corrían de un lado para otro, ante tal alboroto caminé por el pasillo hasta donde estaban todas las computadoras, enfrente de la oficina que en su tiempo había pertenecido a la reina de los medios, gire mi rostro para llevarme la más grande sorpresa de mi vida. Cat Grant estaba sentada en su sillón, traía puestos sus lentes y leía el periódico mientras una arruga de desagrado aparecía en su frente.

¡Kerah!—ahí estaba, como siempre aquel tonto sobrenombre que mi jefa me había puesto—¿Te quedaras parada ahí afuera todo el tiempo o vendrás y me darás un abrazo?—despego la mirada de su periódico y se quitó los lentes, corrí hasta donde ella estaba, con todas mis fuerzas envolví mis brazos sobre su cintura para abrazarla y mostrarle cuanto la había extrañado.

Me alegra que haya regresado Miss Grant—sonreí al separarnos del abrazo.

También me alegro, todo este lugar se estaba viniendo abajo, no sé en que estaba pensando al dejar como jefe a James Olsen, en fin ahora estoy de regreso y vengo más poderosa que nunca—se dirigió de nuevo hacia su silla—ahora sal de mi oficina Kerah y ve a hacer tu trabajo—corto tajante, por lo que salí de su espacio de trabajo para ir directo al mío.

El tiempo pasó tan rápido que después de haber terminado de redactar los artículos que mi jefe me pidió me di cuenta que ya era hora de la comida, recogí mis cosas, justo en ese momento mi celular comenzó a sonar, en la pantalla aparecía la foto de mi hermana.

Hola Alex—salude amigablemente.

Hey Kara, ¿Crees que podamos salir a comer? Necesito decirte algo—en su tono de voz se podía notar la incomodidad acerca del tema, tenía una vaga idea de lo que podría ser pero lo mejor sería escucharlo desde la boca de mi hermana.

Claro, ¿En el restaurante de siempre?—pregunté mientras recibía una respuesta afirmativa—Nos vemos en diez minutos—colgué mi celular para salir y caminar hasta el restaurante.

El viento tan frío que hacía en esas fechas me recordaba ciertos días felices que pasaba a su lado, siempre con un poco de chocolate caliente. Sonreí aunque más bien parecía una mueca. Tanto tiempo y aún seguía en mis pensamientos. Después de unos seis minutos el letrero de color azul neón mostraba que el restaurante estaba cerca.

Alex me esperaba en una de las mesas alejadas de todo, me acerqué a ella tocándole el hombro muy suave, ella volteo y se levanto para darme un pequeño abrazo que correspondí, me senté enfrente y tomé la carta que había ahí, hojee un poco para ver qué podía pedir de comer, la fuerte mirada de mi hermana me estaba incomodando por lo que subí mi rostro para ver que me miraba con preocupación. El mesero llego para tomarnos nuestra orden, después se retiró dejando un silencio incómodo entra nosotras. No me gustaba estar así.

Muy bien, ya estamos aquí, ¿Qué es eso tan importante que tenías que decirme?—mi hermana se sentó derecha en la silla, tomando su postura sería como si fuera a interrogar a uno de los crimínales con los que tenía que lidiar en su trabajo.

Seré directa, en la mañana llamaron nuestros padres para invitarme a la cena de Acción de Gracias como todos los años—la interrumpí, ese cuento ya me lo sabía.

Alex dijiste que serías directa, sabes que la relación que tengo con ellos no es para nada buena.

Ese es el punto Kara, quieren que vayas, me pidieron, casi suplicando que te dijera que fuéramos.

Hay algo más que no me estás diciendo, ellos no pueden ser así de agradables tratándose de algo relacionado conmigo.

Winn acaba de regresar de Europa, ellos quieren que vengas para recibir a nuestro hermano, quizás ya hasta aceptaron tu sexualidad y quieren hacer las pases. Por favor Kara, quiero tener un lindo momento familiar—volví a interrumpirla

Alex, sabes que Winn y yo nunca nos hemos llevado bien, siempre ha habido esa competencia por ser el mejor, no creo que él me quiera en su cena de bienvenida—Winn era nuestro hermano adoptivo, sus padres habían muerto en un accidente automovilístico cuando él apenas tenía dos años, sus padres y los míos eran amigos desde la secundaria, al enterarse de ello Eliza y Jeremiah no querían dejarlo solo por lo que lo adoptaron y trajeron a vivir con nosotros; mi hermana melliza Alex y yo.

Al crecer juntos todo se convirtió en una competencia por ver quién era el mejor en todo, aún en estos tiempos el todavía seguía pensando en eso y me desesperaba, aunque ahora que lo pensaba mejor era un juego tonto porque Alex siempre terminaba ganándonos y los elogios iban destinados hacia ella.

Eso no es cierto, después de que explicarle a mamá que tú no irías, nuestro hermano que estaba ahí me dijo que quería que fueras, que tenía muchas ganas de verte, ya que fueron cinco años en los que no nos vimos, además nos quiere presentar a su prometida, en serio, no te estoy mintiendo, por favor Kara haz un esfuerzo y vayamos, si no te gusta yo te llevo a tu casa y compro una caja de pizza para las dos, mientras comemos vemos esa serie que tanto te gusta, ¿cómo se llama?—se quedó pensando— ¡Ya recordé! Sense8, por favor—me miró con ojos de cachorrillo y sonríe por la ternura con la que mi hermana me miraba y terminé accediendo a su petición.

Está bien Alex, pero yo llevo el vino blanco y el postre, sabes que a mamá no le queda rico—suspire mientras pensaba que este encuentro era una mala idea.

El mesero llegó justamente con nuestro platos, moría de hambre, Alex inició una nueva platica algo sobre una chica llamada Maggie Sawyer pero yo ya no le estaba escuchando porque ahora solo tenía que esperar la dichosa fecha de la cena para ver que se traían entre manos mis adorables padres.

Break Me with Love (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora