Capítulo 7

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~•~
—El cielo nublado es mi clima favorito.
—Su blanca sonrisa me llena de ternura. —Me encanta cómo se ve.

La hierva que acariciaba nuestra espalda se sentía suave. Nuestros dedos entrelazados eran señal de nuestra amistad, Jhon me hacía sentir bien, me hacía sentir feliz.
—Mi clima favorito es cuando llueve. —Susurro sonriente, mirando aquel cielo gris. —Igual luego del cielo nublado sigue la lluvia, así que estamos cerca.

Jhon me mira y aprieta mi mano con aún más fuerza.
—Tú y yo siempre concordamos, Amy. —Una sonrisa se marca en su rostro y vuelve a fijar su vista en el cielo.

Las gotas de lluvia empiezan a caer sobre nuestro rostro, nuestras manos no dejan de estar juntas y no dejo de sentir el calor de Jhon cerca de mí.
—Jhon... —Digo en un susurro.

—¿Sí?

—Nunca me dejes. —Digo con emoción, sintiendo la lluvia sobre mí.

—Nunca te dejaré. —Aprieta más fuerte mi mano. —Es una promesa.

Y las promesas... Deben ser cumplidas.
~•~

—Quiero disculparme contigo por decir que le habías hecho algo a Ernesto. —Agacho la cabeza, avergonzada. —No fue mi intención.

Mientras miro al piso, puedo escuchar la risa burlona de Jhon cerca de mí.
—Vuelve el perro arrepentido... —Se sienta en mi cama y me deja ahí parada.

—Ya deja de burlarte de mí, Jhon. ¿Hasta cuándo debo sufrir más tus burlas?

—¿Sufrir mis burlas? —Se levanta de golpe. —Soy yo quien debe sufrir tus burlas. —Se acerca a mí y levanta mi barbilla.

Una sonrisa perversa se forma en su rostro y este me mira con odio.
—Te burlas de mí todo el tiempo. —Se aleja de mí y pasa su mano vendada por su boca. —¡Sólo mírame! —Toca su ojo quemado y ríe con fuerza y tristeza al mismo tiempo. —Tú eres la causante de todo esto.

Lo miro con temor y me siento en el sillón de siempre. —Tú has sido el único causante de tu sufrimiento, Jhon. —Intento sonar fuerte. —Y del mío también.

Va arrastrando suavemente su mano por su rostro, notándose sus ojos sin brillo alguno. —Amelia... —Sonríe irónicamente. —¿Qué cosas te han metido en la cabeza? —Me mira de pies a cabeza. —No puedes culparme de nada.

Volteo la mirada y sonrío de lado.
—No cambiaré lo que dije aunque me ruegues.

Jhon se queda callado y se dirige a la ventana. —No es como que quiera hacerte cambiar de opinión. —Baja suavemente. —Ah, una cosa más. Ya sé que irás a un concierto de Rock alternativo mañana con unos chicos que apenas conociste, suerte con eso. No vaya a ser que la pases mal. —Baja totalmente por la ventana.

Me quedo estupefacta al escuchar aquello último que dijo. Sentí como si me hubiesen clavado algo en el pecho. ¿Acaso Jhon me estuvo vigilando? ¿Tan enfermo está?

...
Me pongo los zapatos y bajo corriendo a la sala, mi tía se queda mirándome, sonriente.
—Vaya, hace tiempo no te veía tan entusiasmada por una salida.

—Es que debo dar una buena impresión, tía. —La miro y sonrío.

Escucho las bosinas sonar y cuando abro la puerta veo el auto de Daniel, su hermana saca la cabeza por la ventana y me saluda con emoción.
—Ya debo irme, tía. Nos vemos a la noche. Te amo. —Tomo mi bolso y me dirijo al auto de Daniel, subiendo al asiento del copiloto.

Carmesí [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora