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—Siempre debes apuntar el número de personas que has probado. —Escribe en la pared con una tiza gris. —Así es como se hace.—Doce personas es mucho. —Lo miro estupefacta, al saber a cuántas personas había probado ya.
—Y las que faltan... —Una sonrisa perversa se marca en el rostro de Jhon, este se sienta frente a mí justo en mi cama.
Le sonrío con inocencia y entrelazo mis dedos sobre mis piernas. —No me arrepiento de nada.
Los días pasan y todo sigue igual, en la escuela mis demás compañeros siempre nos miraban raro, Jhon y yo íbamos a la escuela juntos. Yo sólo me juntaba con Jhon, hacíamos todo juntos. A él le encantaban las matemáticas, por lo que me ayudaba en ello.
—¡Amelia! —La voz de una chica que me llama me hace voltear. —¿Puedo hablar contigo un segundo? —Esta se nota cansada y casi no le sale el habla, coloca sus manos en sus rodillas y me mira.—Claro. —Miro a Jhon. —Vuelvo en un momento, Jhon.
Nos alejamos un poco de Jhon y esta empieza a hablar. —Quería saber si podíamos hacer grupo de dos. Ya sabes, tú y yo. Es que no tengo a nadie para hacer el trabajo. —Esta me susurra para que sólo yo lo escuche.
—Sería grupo de tres, no olvides que Jhon siempre está conmigo. —Señalo a Jhon y sonrío.
Esta me mira raro y luego esboza una sonrisa. —Está bien, Jhon estará con nosotras.
Ella se marcha y yo vuelvo con Jhon.
—¿Entonces ahora nuestro grupo se agrandará? —Jhon entra las manos en sus bolsillos y me mira. —Interesante.Yo sonrío y golpeo su brazo con suavidad. —Ya deja de ser tan asocial.
Pasan los días como si nada y la chica que ya nos había dicho su nombre y se llamaba Aorín; hizo el trabajo con nosotros.
—Ha sido muy divertido pasar estos días en grupo. —Kaorín sonríe.Nos encontrábamos en recreo, paradas en medio de todos.
—Sí, lo sé. Jhon es muy divertido. —Hago que Kaorín me mire y su sonrisa desaparezca.
—Amy... —Da un leve suspiro y me mira. —Ya estoy algo cansada de tu juego con Jhon. —En su mirada se nota el temor. —La verdad sí fue muy divertido y todo esta semana, pero ya cansa tu chiste.
La miro fijamente y el odio me inunda. Levanto mi mano y cuando esta hace impacto con su rostro hace un sonido desgarrador.
—No vuelvas a hablar así de Jhon. —Kaorín posa su mano en su mejilla y me mira con rencor. —Y menos frente a él.Kaorín se queda mirándome y mira a Jhon, para luego marcharse con rapidez, alejándose de mí para siempre.
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—Bien, esto será fácil. —Sus ojos brillan y el temor se nota en los míos. —Lo haremos con la chica de al frente que siempre te mira.—Jhon, pero eso será casi imposible. —Acaricio mi brazo izquierdo.
—No lo será, confía en mí. —Trago seco. —No lo será. —En su rostro se marca una sonrisa perversa.
Jhon se pasa toda la noche dándome explicaciones de cómo lo haremos, él realmente quería que asesináramos a la vecina de al frente; no entendía porqué, existían más personas a las que podíamos probar, además era más fácil, ya que si eran desconocidos la policía no sospecharía de mí. Pero él estaba obsesionado con la chica de al frente, tan obsesionado que me asustaba. Yo ni siquiera conocía a esa chica, pero él parecía saber lo que ella pensaba.
—Hazlo por mí, Amy. Hazlo por nuestro amor.Jhon sale por la ventana y yo me quedo sentada en mi cama.
—Te daré tiempo para pensarlo. —Baja dejándome sola en la habitación.Me acuesto en la cama, mirando al techo. Mis ojos se nublan y los cubro con mis manos.
No sabía cómo había llegado tan lejos por Jhon, no entendía cómo me había dejado llevar tanto por él. Estaba consciente del problema en el que estaba metida, que cuando esta bomba explote yo quedaría hecha pedacitos. Jhon y yo terminaríamos en la cárcel, o más bien yo. Porque la verdad yo nunca lo mencionaba a él, siempre se mantenía oculto, nadie sabía de él por mi casa. Jhon sabía ocultarse, pero yo estaba expuesta. Estaba expuesta a cualquier problema, así que si la bomba explotara yo sería la única afectada, pues soy tan estúpida que no lo delataría.
Siento que mi vida se va consumiendo poco a poco, que el ansia que siento me comería viva. Es como si tuviera miedo de ir al infierno aún sabiendo que cometí pecados muy graves. Mi cuerpo no puede resistir más tanta presión, el dolor me hace tanto daño que me quita las ganas de comer, me he acostumbrado tanto a probar la sangre de distintas personas que ya siento esto como una adicción.
Sabes que estás mal cuando llegas a tal punto de obsesionarte tanto con alguien que no te importa tu propio sufrimiento, que mientras esa persona esté bien nada más importa. Así de fuerte es mi amor hacia Jhon, mi amor es tan fuerte que no me importaría morir yo y hacerlo feliz.
Me levanto de la cama, sin fuerzas. Paso mis dedos vendados por mis ojos; quito mi vestido, quedando en ropa interior. Tomo un sacapuntas que se encuentra en mi escritorio y lo rompo; quedando sólo la cuchilla. Me siento en el piso y empiezo a pasarla por mi pierna.
—Una cortada... Dos cortadas... Tres... Cuatro... —Paso la cuchilla sin sentir dolor alguno.—Cinco... —Escucho la voz de Jhon a mi lado.
—Jhon... —Lo miro con temor, sujetando la cuchilla. —Yo lo haré, la mataré por nosotros. —Río con nerviosismo mientras hablo.
—Eso me alegra, pequeña Amy. —Pasa su mano suavemente por mi cabeza y me dedica una cálida sonrisa. —Eres una buena niña.
Le dedico una sonrisa mientras lo miro con los ojos nublados, el sudor corría por mi frente y me sentía protegida. Jhon me hacía feliz, Jhon me quería.
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—Amelia es una niña rara que habla con fantasmas. —Todos los niños me miran y se ríen.Jhon los mira a todos, para luego mirarme a mí.
—¡Cállense! —Me levanto de mi asiento y los miro con rencor. —¡Ojalá se vayan todos al infierno! —Levanto una silla y la lanzo hacia uno de los niños que estaba gritando.Este cae al piso, inconsciente. Una herida se había formado en su frente.
—¡Mató a Matu! —Todos corren fuera del salón, dejándome a mí parada en medio del salón, frente a Matus.Caigo arrodillada al piso y cubro mis ojos.
—Jhon también siente al igual que ustedes... —Jhon pasa su brazo por mi hombro y quita mis manos de mis ojos.—No llores, pequeña Amy. —Este esboza una sonrisa de ternura.
Yo sonrío y nos abrazamos.
...
—Señora, su sobrina hizo que Mateo quedara en el hospital, no podemos dejar que su hija esté en esta escuela. —La directora nos mira a mí y a mi tía.Cierra el libro y nos vuelve a mirar con seriedad.
—Y le recomiendo llevarla a un psiquiatra. —Pone sus manos sobre el escritorio. —Su hija dice hablar con un supuesto Jhon que estudia aquí. Pero el problema es que no tenemos registrado a ningún Jhon de esa edad.Mi tía me mira con lástima y acaricia mi cabeza.
Nos dirigimos a la casa y esta me sienta en el sillón de la sala.
—Amy, ¿Quién es ese tal Jhon? —Posa sus manos sobre las mías y se pone a mi altura.—Aún no es tiempo de que lo conozcan. —Le dedico una cálida sonrisa. —Yo no necesito de un psiquiatra.
Ella me mira con preocupación y voltea la mirada.
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Carmesí [En Edición]
Mistério / SuspenseA él le encanta, A él le gusta, Mi sufrimiento, Él lo disfruta, Es delicioso, Prueba esta fruta, Te va a encantar; Sé buena puta. ----------------------------------------------- Todos los derechos reservados.