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YUURI K

— ¡Yuuri! — Sentía como aquella figura masculina me zarandeaba una y otra vez, repitiendo mi nombre con una voz melosa — Yuuri.

— S-senpai... — Balbuceé estúpidamente, sonrojándome. — A-aquí No...

— A la oficina del director — al escuchar esas palabras abrí los ojos de par en par, para enfrentar nada más ni nada menos que la cara del profesor de matemáticas, su ceño fruncido me decía que estuve hablando dormido y que habia dicho cosas fuera de lugar. — Ahora.

Resulta ser que me habia quedado dormido en plena clase.

Bajo la risa de los demás miembros del salón de clases me fuí, avergonzado.

Habia entrado a la oficina del director Yakov, una de las personas más rudas y toscas que existían en todo el planeta tierra, aunque creo que no ha venido el día de hoy, también pudo haber salido para regresar pronto, tomé asiento en una de las heladas sillas de su gran oficina y bajé la cabeza.

Desde aquel ''Incidente'' en la biblioteca no habia podido dormir bien, siempre recordando el beso entre viktor y yo. Caa que cerraba los ojos se me venía el recuerdo de golpe a la cabeza y ya me estaba estresando.

Habia evitado la mirada del senpai por un buen tiempo, tampoco le dirigía la palabra. Es decir, ¿Cómo miras a la persona que te robó tu primer beso? Eso sin contar que es alguien de tu mismo género.

Ya no lo soporto. ¡Yo no soy Gay!

— Yuuri, ¿Por qué estás aquí ahora? — me enderecé rápidamente al ver al director entrar y acercarse a mi, un tabaco encendido se asomaba en su boca y una siniestra sonrisa decoraba su rostro.

— M-me dormí en clase de matemáticas. — El bufó.

— Con razón te va tan mal — Murmuró sentándose en la silla de su escritorio — Me temo que tendré que buscarte un tutor, por lo visto has reprobado la misma materia demasiadas veces.

— Ya tengo un tutor asignado — el me miró, para que prosiguiera — Hisashi Morooka.

— ¿Ese baboso? — Resopló algo frustrado — Pues te cambiaremos de tutor. — Asentí levemente — Pero... Tendrás prohibido hacer alguna actividad de club si vuelves a reprobar.

Ok... Ahora tengo un enorme peso encima.

El hizo una llamada rápida y en silencio esperamos a quien iba a ser mi nuevo tutor, lo que nunca pensé fué que sería la persona a quien queria evitar todo este tiempo.

Maldita suerte.

VIKTOR

— ¡Viktor! — Levanté la mirada para observar quien me habia llamado, pero al no encontrar a nadie volví a centrarme en mi libro. — ¡Pedazo de idiota, estoy aquí!

Allí, cuando bajé la cabeza fué que ví al Yuri Rubio — Lo siento Yuri, es que eres tan pequeño... No te ví —

— Maldito bastardo — Frunció el ceño, a lo que yo le estiré las mejillas. Se veia adorable. — ¡No me toques! — Ay, ya se enojó el gatito. Levanté las manos en son de paz, el se relajó un poco y sin mirarme, siguió hablando — ¿Tienes planeado algo para hoy? E-es que haré una reunión en mi casa y quería que vinieses...

— Pues...

Estuve a punto de aceptar su invitación, lastimosamente me habian llamado para que me dirgiera a la dirección. Según que el director me necesitaba para ser tutor de matemáticas, almenos tendría algo para entretener la mente un rato.

Desde aquel provocativo beso con Yuuri, el pelinegro me habia estado evitando bárbaramente, en clase de inglés llegaba temprano y se sentaba de último y ni participaba, en los pequeños momentos en que nos encontrábamos salía corriendo despaborido y sinceramente ya me estaba cansando de ello.

No fué mucha mi sorpresa al verlo en la dirección temblando como un animalito mojado, ni siquiera me miraba, aquello me incomodó. ¿Tanto le habia molestado un simple beso?

— Holas — saludé informalmente, sin que me importase mucho el que estuviese saludando a un directivo. — ¿Sucede algo?

— De hecho si — como lo predije, el director me lanzó una indirecta al observar a Yuuri — Tiene serios problemas con matemáticas, ¿Puedes brindarle guía?

— Siempre y cuando me proporcione puntos para la universidad — hice una breve pausa — No veo por que no.

— Perfecto... Ahora salgan de mi oficina.

— ¿Acaso mi opinión no cuenta? — se quejó Yuuri en forma de pregunta.

— Claro que... NO

Ambos salimos de la oficina del director, yo llevé mis manos detrás de mi cabeza, relajándome mientras que Yuuri se veia inquieto, me paré frente a el — Tranquilo, no haré nada que no te guste — Reí con algo de burla, para luego guiñarle un ojo y marcharme. — Luego me dices donde vives

— Ni se te ocurra que irás a mi casa... Pervertido — murmuró él.

— ¿Enserio? — Gané pasos con velocidad y terminamos frente a frente, a milímetros de distancia — ¿Acaso prefieres ir a la mía?...Por que si lo haces — me acerqué a susurrar en su oído — No prometo que saldrás ileso.

Noté como se tensaba, y volví a dar media vuelta para alejarme, esta vez no contestó nada.

Pero no hacia falta que dijese algo para darme cuenta de que se habia sonrojado.

Senpai [Victuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora