¿Y ahora cómo íbamos a salir de esto?
— ¿Chicos? ¿Saben que la puerta se abre por fuera con facilidad? — Una voz masculina que por el nerviosismo no lograba reconocer se iba acercando, y yo estaba tan pálido como un papel mientras Viktor seguía tan campante como siempre.
Maldito.
¿Ven por qué es malo dejarse llevar por los deseos carnales?
— ¡No te quedes allí como imbécil! — Luego me disculparé por mi vocabulario, ni siquiera estaba pensando en la manera que debía emplear al hablar — ¡Haz algo, senpai!
Pero Viktor ni se inmutó, es más. Parecía que verme en pánico le estaba causando gracia.
— ¡Senpai!
— Ya cállate, ¿Quieres que nos descubran aún más rápido? — Me silenció y en cuestión de segundos ambos teníamos los pantalones abrochados y él no estaba encima de mí.
— ¿Yuuri? ¿V-viktor-senpai? ¿Qu-qué? —
Pero fue para todo lo que alcanzó.
Me levanté del asiento de golpe, con los botones de la camisa abiertos y todo alborotadopara encarar a la persona que nos había descubierto en... Eso — ¡¿P-phichit?! — Ahora sí que estoy jodido.
De todas las personas que hay en este instituto, ¡¿Tenía que ser él quien nos encontrara en este... Estado?!
— E-eh... C-creo que me he aparecido en un mal momento — Empezó a reír mecánicamente mientras retrocedía, asustado.
— ¡Alto Phichit! — Grité poniéndome de pie e intentando abotonar mi camisa, pero no podía hacerlo de lo nervioso que estaba.
— Lo estás haciendo mal, tonto — Viktor se notaba relajado, ignorando olímpicamente la presencia de Phichit se paró frente a mí y se ocupó de abotonar de nuevo mi camisa, luego de eso se abotonó la suya y se volvió a sentar, suspirando con una mueca de fastidio.
— Y-yo no sabía que ustedes... — Nos señaló con las mejillas coloradas, luego negó con la cabeza repetidas veces — Te-tenían esa clase de relación...
— ¡Nosotros no tenemos ningún tipo de relación más que la de un Senpai y un Kouhai! — Viktor se rió con gracia en vez de sarcasmo — ¿Qué demonios te da tanta risa?
— Lo que dijiste sonó pervertido, Yuuri. — Respondió como si nada.
Maldito pervertido.
— Ah... Bueno... Sí... Ya me... V-voy
— Alto ahí, Phichit. — Y como si mis súplicas por fin hubiesen sido escuchadas, Viktor se puso de pie frente al recién mencionado y le observó con un semblante serio — Ni una palabra de esto a nadie, ¿Entendido?
No sé si fue por miedo a Viktor-senpai o por lealtad a mí como su mejor amigo, pero él aceptó — Hablamos luego, creo que hay algunas cosas que me tienes que explicar Yuuri... — Sonrió con malicia y luego de muchos titubeos salió.
Y allí dejé salir todo el aire que estaban reteniendo mis pulmones y terminé de acomodarme.
— ¿A dónde crees que vas? — Me preguntó Senpai al notar que yo estaba a punto de largarme.
— A buscar a otra persona para que nos pille en actos subiditos de tono — Dejé que el sarcasmo saliera a flote, y se sintió bien decirlo .
— ¿Y si no te dejo ir?
Otra vez aquella maldita cercanía que me ponía los pelos de punta y las mejillas coloradas.
— No necesito tu permiso para irme.
Y me fui corriendo como el cobarde que era.
~ * ~
Demasiados problemas por esta semana. ¡¿Cuándo va a terminar?!
Estábamos a miércoles y ni señales de senpai a mis alrededores. Probablemente porque le he estado evitando últimamente y reducido a CERO el número de conversaciones que mantenemos, ya sea en clases o fuera de ellas.
Porque ni siquiera puedo verle a la cara.
No después de... Eso.
No quiero seguirle viendo el rostro, me imagino que para él fue una perfecta victoria.
Claro, pudo demostrar que es capaz de ligarse a un chico y tirar con él.
¿Saben? Él tampoco ha hecho nada por buscarme y eso es lo que más me enoja, almenos podría mostrar algo de decencia y disculparse. A pesar de que yo le quiera ignorar o haga lo que sea, sería considerado.
Claro, pero lo que pasó solo fue un polvo que el viento se llevó.
Joder, ¿Por qué me siento tan ardido?
No debería importarme.
¡Pero SÍ me importa!
— Senpai, imbécil — Murmuré subiendo a mi habitación de mala gana, dispuesto a dormir antes de ponerme a hacer los deberes que me asignaron durante las clases de matemáticas.
Eso era lo que necesitaba.
Luego de mi descanso estaba totalmente repuesto y por eso ahora estaba sentado en la mesa de la sala tratando de resolver algunas cosas de matemáticas, pero realmente se me dan mal. A pesare de haberme aprendido las teorías al derecho y al revés.
Lo que me extrañó fue que el timbre de mi casa sonó, y yo no esperaba visita de nadie.
Pero fue un gran error el abrir la puerta y para cuando intenté cerrarla, la persona que estaba tras esta me lo impidió con el pie y entró sin siquiera pedir permiso, bufé.
— ¿Senpai, qué hace aquí?
— ¿Acaso no es obvio? Como tutor de matemáticas tengo la excusa perfecta para venir a tu casa sin pedirte permiso antes, y tú tienes prohibido quejarte — Rodé los ojos y volví a mi silla, indignado — Quita esa cara Yuuri, pareciera que no estás feliz de verme...
— Y no lo estoy — Murmuré mientras volvía a agarrar el lápiz, Viktor se sentó junto a mí. Demasiado cerca para mi gusto y sus manos estaban raramente inquietas — Haces algo raro y llamo a la policía.
El hizo un puchero — Ni modo, almenos lo intenté.
Luego de horas y horas hablando de números y tras haber comido, yo trataba por todos los medios de hacer que el Senpai se fuera de mi casa.
¿Saben que pasó?
Se quedó dormido, sobre MÍ cama.
— Senpai... Ya debe irse — No me importaba que fueran las dos de la mañana, él tenía que irse y por eso estaba tratando de despertarlo — Debes volver a tu casa.
— Cállate. — Me ordenó con un gruñido, luego me capturó y me abrazó.
— ¡Suéltame!
— Que te calles, no me obligues a mantener ocupada tu boca para callarte — UY allí me di cuenta de que debía obedecerle.
¿Qué más da?
Si de todas formas no tenía pensado dormir temprano.
Aunque aquella noche realmente no dormí nada.
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Senpai [Victuri]
FanfictionY entonces lo vi, tan delicado, pequeño, abrazable. Ocultando sus hermosos ojos bajo esos lentes, me mordí el labio inferior. Sonrojándome.