Cuatro.

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El prometido de Louis. El prometido de Louis.

Esas palabras se repetían constantemente en el cerebro del rizado. No queriendo irse nunca. No lo podía creer. ¿Era acaso una broma? ¿Louis se iba a casar? ¿Su Boo Bear? ¿Casarse?

Se quedó petrificado. Sin saber que decir. Sentía como sus ojos se aguaban y se vio obligado a apartar la mirada. Sentía náuseas también. Aparte de sentirse estúpido y avergonzado.

—¿Hazz? —preguntó Louis al ver las acciones del rizado— ¿Estás bien? —le colocó una mano sobre su hombro, pero rápidamente Harry se alejó como si de la peste se tratara.

Louis entristeció.

—¿Puedo hablar contigo? —habló después de unos segundos mirándolo con sus ojos ya sin rastro de lágrimas, mas llenos de tristeza.

—Claro —le ofreció una sonrisa—. Josh espera aquí —dijo mirando a su prometido para luego darle un casto beso en los labios. Harry creyó oír el crack de su corazón al ver eso.

Estaba tan ensimismado en Louis y en sus pensamientos que no notó la sortija en su mano izquierda.

Se levantó y agarró la muñeca del ojiazul suavemente para guiarlo hasta el pasillo que conducía a los baños, apartado de todos.

Antes de que Louis pudiera decir algo, Harry habló soltándole la muñeca.

—¿Hace cuánto estas comprometido? –lo miró con dolor en los ojos.

—Un mes —contestó como si nada.

—¿Hace cuánto lo conoces?

—¿Acaso es un interrogatorio? —preguntó un poco enojado.

—Contesta —exigió el rizado mirándolo fríamente.

—Tres meses.

—¡Dios santo, Louis! —exclamó sorprendido— ¡Apenas la conoces! —lo miró acusadoramente.

 —¿De que estás hablando? —habló confundido el ojiazul.

—Es muy poco tiempo, apenas lo conoces desde hace tres meses y ya te propone matrimonio —contestó caminando de un lado a otro. Nervioso. Louis lo miraba atentamente, con curiosidad.

—Él me ama, y yo lo amo. Esperé mucho tiempo para esto, Harry —respondió tristemente—. Yo creí que te alegrarías por mí. Que estarías feliz —dijo mirando el suelo.

El ojiverde se dio una bofetada mentalmente por ser tan idiota y tratar así a su mejor amigo. A pesar de que no le correspondía, no tendría por qué enojarse con él. No había hecho nada.

Dejó de caminar y volvió a abrazar a Louis, tomándolo por la cintura.

—Lo siento tanto —susurró contra su oído. Pudo sentir que Louis volvía a envolver su cuello con sus brazos—. Fui muy egoísta y celoso.

 —¿Celoso?

«Has metido la pata, Styles» le recriminó su consciencia.

—Cl-claro. Eres mi mejor amigo. No quiero perderte —Inventó una excusa estúpida, pero había una parte verdadera. No quería perderlo.

—No vas a perderme, Harry. Siempre estaré aquí para ti —susurró en su oído. Lo único que quería hacer era salir corriendo de allí.

Iba a perder a Louis. Las lágrimas amenazaron con salir de nuevo. Rápidamente se separo del ojiazul y le dio la espalda, se secó las lágrimas disimuladamente con la mano y volteó a verlo. No podía descifrar su expresión.

Made of honor [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora