Nueve.

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"El amor no necesita ser perfecto, solo necesita ser verdadero."

El avión aterrizó a las nueve de la noche en punto. Ya se encontraban en Escocia, luego de recoger sus equipajes, salieron y varias camionetas los esperaban para ir hacia unos botes, ya que la mansión Devine se encontraba en una pequeña isla, separada de los demás. Luego de media hora, llegaron y más camionetas los esperaban.

Cuando divisaron la residencia del novio de Louis, no hubo nadie que no abriera la boca de sorpresa. ¿Mansión? ¡Palacio! Eso era prácticamente un castillo. De contextura antigua, pero bien cuidado. Estaba sobre una colina, rodeado de naturaleza, verdes de todo tipo. Era... mágico.

-¿Es-esta es su casa? –balbució Harry al conductor, que estaba a su lado.

-Es la más pequeña, la de otoño. Tienen un "palacio" para cada estación del año –explicó.

Niall, Liam y Zayn se encontraban detrás y soltaron todos juntos un "Woooow".

-Si, la primera vez yo reaccioné igual –comentó divertido el conductor al ver sus reacciones. Todos soltaron una carcajada.

Luego de un viaje de también treinta o treinta y cinco minutos llegaron. Louis, Josh y los familiares de él los esperaban afuera. Se saludaron, con abrazos o besos en las mejillas. El ojiazul saltó sobre sus amigos al verlos, literalmente. Aunque con Harry fue un poco incómodo, supieron controlarlo.

Cuando entraron a todos casi se les cae la mandíbula, y es que realmente era impresionante. De una contextura que ya no se ve, antigua y delicada. Y era enorme. Contaba con entre veinte y treinta habitaciones.

Cuando Louis les contó a sus amigos que él y Josh dormirían separados se rieron a más no poder, y el ojiazul también, debía admitir que era algo estúpido, pero tenía que obedecer las tradiciones escocesas. (No se si es verdad, yo solo invento)

Cada uno tenía un dormitorio para cada uno, y no es para menos, ese hogar era grandísimo. Estaban todos en el mismo piso, excepto por el ojiazul. Harry, al observar todo, se preguntó miles de veces: ¿por qué Louis iba a preferirlo a él en vez de a Josh? Él podría ofrecerle un montón de cosas, y parecía que la vida en Escocia era, simplemente perfecta. ¿Y él que podría ofrecerle? Era un muchacho con miedo al compromiso –heredado por su padre-, que nunca había tenido una relación formal, o siquiera una relación. No tenía experiencia  ni sabía comiera todo el tema de las "relaciones". Eso hizo que dudara aún más de su plan, que consistía en confesarle todo a Louis. Era ahora o nunca.

 ***

Viernes. 1 día para la boda.

-¿Y si me arriesgo y pierdo? –susurró en voz alta. Había estado toda la semana preguntándose lo mismo, todavía no se había confesado. Y cada vez le quedaba menos tiempo. Era un cobarde.

-¿Y si te arriesgas y ganas? –le respondieron.

Se dio vuelta asustado y miró hacia la puerta. Allí se encontraba Liam, de brazos y piernas cruzadas, contra el marco de la puerta que lo miraba con tristeza y felicidad, una mezcla muy rara.

El ojiverde volteó otra vez y se dispuso a terminar su tarea de empacar y guardar todo. Dejó solamente cosas que necesitaría entre ese día y el siguiente.

-Vete, Liam. No estoy de ánimos para hablar –dijo sin mirarlo.

El ojimarrón hizo caso omiso y entró a su cuarto, cerrando la puerta.

-Harry, ¿otra vez? ¿Cuándo se lo piensas decir? Él se casa maña –Harry lo interrumpió.

-¡¿Qué mierda quieres que haga?! ¡Yo no puedo ofrecerle nada! –gritó mientras las lágrimas descendían rápidamente por sus mejillas- ¡Soy un desastre! ¡No se nada de las relaciones! Yo... -continuó, un poco más calmado- No sirvo, no puedo darle lo que él quiere, simplemente... -dejó la frase al aire.

Made of honor [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora