Diez. Final.

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Lean el capítulo escuchándose la canción que les dejé al costado :)

El beso hubiera seguido, sin embargo la vajilla que Louis sostenía se cayó, sacándolos de su mundo de ensueño. El ojiazul se separó rápidamente, volviendo a la tierra y reaccionando, se inclinó para juntar todo y Harry lo imitó. Juntaron todo sin decir nada, un roce de manos fue suficiente para que el ojiverde tomara iniciativa.

-Louis yo… -quiso decir algo, pero fue interrumpido por Lily, irónico ¿no? Quién levantó a Louis de un tirón y se posicionó detrás de él formado un “tren humano”.

-¡Que siga la fiesta! –vociferó.

Louis no volteó a ver a Harry quién aún seguía en el suelo, tocando sus labios, mientras una sonrisa tiraba de ellos.

Jay los miraba desde una de las esquinas del bar con una sonrisa.

“Ya era hora” pensó.

***

Era un poco más de medianoche y estaban de regreso en el “palacio” Devine. Louis y Harry no habían hablado. Ni siquiera habían viajado en el mismo auto.

Apenas bajaron, el ojiazul corrió hacia su habitación, literalmente. Todavía no sabía como enfrentarse ante esa mirada verde que –tenía que admitir- lo volvía loco. Cerró fuertemente la puerta y se tiró en la cama, quedando boca arriba. Se llevó la mano derecha hacia sus labios y los tocó delicadamente, recordando los de Harry sobre él. Había sido mágico… Le dejó un cosquilleo que solo con el ojiverde sintió. No podía dejarlo así. Tampoco quería. Se puso de pie y justo cuando estaba por abrir la puerta se llevó una grata sorpresa al ver quién era.

***

El rizado estaba saltando de la felicidad. Louis le había correspondido. Eso significaba que sentía aún algo por él. Los chicos le habían contado que antes, el ojiazul estaba enamorado de él. Pero fue tan idiota que no lo notó. Tenía a una gran persona enamorada de él, que no merecía ser ignorada.

Quería hablar con él, definitivamente lo haría y tan pronto como se dispuso a salir Lily apareció en su puerta, con una bata abierta, que dejaba ver que solamente estaba en ropa interior y una botella de whisky en la mano izquierda.

-Lily no, no creo que esto sea correcto –dijo observando a la muchacha semidesnuda que se acercaba sacándose la bata peligrosamente a él mientras retrocedía –si querer, en serio- hasta la cama.

-Oh vamos, Harry –dijo arrastrando las palabras debido a la ebriedad-. Sabes que lo quieres tanto como lo quiero yo.

Lily era la típica zorra del instituto, del trabajo, de todas partes, realmente. Usaba ropa que no dejaba espacio para la imaginación.

Siguió acercándose al rizado, y al tocar la parte trasera de sus rodillas contra el borde de la cama, lo empujó, cayendo ella sobre él. Se colocó a horcajadas  y bajó su rostro a la altura del rostro de Harry, él había cogido justo a tiempo sus manos antes de que comenzaran a subirle la playera.

-¡No! –gritó Harry, sin poder zafarse de su agarre, aunque era mucho más fuerte que ella, nunca le pegaría a una mujer.

-¡Oh! ¡Vamos! –dijo Lily, para luego estampar sus asquerosos y plásticos labios sobre los de Harry.

El ojiverde seguía con los ojos abiertos de asombro. Estos se dirigieron hasta la puerta, al notar a una persona allí. Y… era la última que deseaba que viera esa deplorable escena. Louis.

Estaba parado junto al marco de la puerta, con su cara llena de odio y furia, pero más que nada, de tristeza. Harry, preso de la desesperación, se separó bruscamente de Lily y de un suave –aunque no tanto- empujón la tiró al suelo y la dejó allí, mientras corría escaleras arriba, hasta llegar a la habitación de su BooBear. Lo último que pudo escuchar de Lily fue un “¡Quiero otro trago!” mientras soltaba una carcajada. Corría rápidamente por el suelo frío, descalzo, pero no le importó.

Made of honor [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora