Made of honor [Larry Stylinson]

Seis.

La presentación de Harry fue muy bien, por lo tanto le pagaron una gran cantidad de dinero. Por lo menos, estaba satisfecho con algo. A pesar de que Louis se la pasó con Josh pegado a él, tomándolo de la cintura posesivamente y besándose todo el tiempo, había disfrutado con sus amigos.

Descubrieron que Josh era de Escocia, aunque Harry ya lo sabía gracias al almuerzo que tuvo con los novios, y la boda se haría allí. Por lo que estaban invitados, obviamente; con todo pago, viajarían al país natal de Devine. Al igual que Louis, él se encontraba de vacaciones en Estados Unidos y por casualidad conoció al «amor de su vida», lo demás es historia ya contada.

Con respecto a la boda en Escocia, Louis les explicó a sus mejores amigos, que lo habían bombardeado con preguntas, que la familia de Josh era bastante numerosa y exigente y quería que se llevara a cabo allí, en su país de nacimiento, como la tradición Escocesa decía y eran muy fieles a eso. Por lo tanto, no podía decir que no. La familia del prometido de Louis era bastante adinerada, una de las familias más importantes de un pueblo de Escocia, conocida por sus famosos licores. Así que los pasajes de amigos y familia de Tomlinson estaban pagos.

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Las vacaciones se acercaban a su fin y el casamiento de Louis se acercaba. Era una soleada tarde en Londres y Harry no podía estar más a gusto con el sol pegándole en la cara, haciendo aún más angelical su rostro.

Muchas miradas se posaban en él, pero no le daba importancia. Revolvió su café por cuarta vez preguntándose si su mejor amigo se había olvidado de su «cita» o reunión o lo que fuere con él por el estúpido de Josh.

Estaba a punto de marcharse —aunque Louis llevaba atrasado cinco minutos, por lo cual se sintió idiota cuando vio el reloj, él se había adelantado, y mucho— cuando lo vio entrar, resplandeciente. Llevaba unos vaqueros negros que contorneaban bien sus curvas, una remera azul con unos dibujos en el centro al frente y con sus Toms negras sin calcetines.

Harry se quedó paralizado al ver a la persona más hermosa, y es que con su pelo todo desordenado, esos penetrantes ojos azules como el océano y su sonrisa llena de vida lograba derretir hasta al ser más frío del planeta.

El ojiverde le sonrió y Louis le devolvió la sonrisa. Se sentaron en su mesa y una mesera se acercó para tomar sus órdenes, más bien la de Louis. Una vez que se fue con su pedido, el ojiazul habló.

—Te he citado aquí para algo importante —dijo bajando la mirada hasta su regazo, sus dedos jugando entre sí. Estaba nervioso y Harry lo podía notar.

—No estés nervioso —lo animó—. Sabes que puedes decirme lo que sea. Desde que me anunciaste que estabas comprometido, no creo que algo pueda sorprenderme más.

De golpe Louis levantó la cabeza chocando con los ojos color jade.

—Quiero que seas mi «dama de hono»—soltó, al fin, haciendo comillas en dama de honor.

Y, si la mandíbula no estuviera conectada al cráneo, a Harry ya se le hubiera caído.

—¿Qu-qué? —balbuceó sorprendido.

—Bien, si no te gusta así, ponlo con el término «ayudante». Quiero que me ayudes con mi boda.

El rizado no dijo nada. Simplemente no lo podía creer, ¿esto le estaba pasando a él? ¿Era una broma? ¿Dónde estaban las cámaras?

Estaba serio. Sus labios formaban una fina línea, su rostro sin expresión. Por su lado, Louis estaba bastante avergonzado, ruborizado (como le estaba pasando mucho últimamente) y nervioso, mirando su regazo nuevamente.

—¿Te das cuenta a quién se lo estás preguntando? —fue lo único que salió de la boca de Harry, con cierta obviedad.

—Si. Eres Harry Styles, mi mejor amigo —contestó Louis con toda la seriedad del mundo—. Por eso te lo pido a ti, eres todo lo que necesito. Quiero que me ayudes a organizar mi boda. Y no creo que haya alguien mejor que tú, por favor, Hazz —continuó haciendo puchero. Sabía que Harry no podría resistirse. Y no lo hizo.