10. Lee Soon Yun.

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"No tengo miedo del futuro que afrontaré así que apresúrate y hazme temblar bruscamente".

 —Bad.

Mi último día en Jeju estaba resultando bastante entretenido gracias a Sunggyu. Durante la mañana, habíamos dado un paseo por el centro en busca de un conjunto que ponernos en la cena y, finalmente, encontramos algo nuestro gusto.

Lo único malo había sido la partida de Haeri a Seúl de nuevo. Entendía que mi mejor amiga estuviera decaída por culpa de Hoya pero no soportaba verla tan vulnerable. Haeri era una chica muy decidida y, la verdad, no pegaba nada con su personalidad estar triste, también es cierto que todas las personas tienen sus momentos de amargura y ella no era una excepción, pero como su mejor amiga quería evitar a toda costa que se sintiera lo menos afligida posible. Así que solamente se me ocurrió llamar a Haesun, su hermano mayor. Él comprendió que su hermanita necesitaba unos brazos para llorar porque, si no era él, Haeri no sería capaz de derramar alguna lágrima.

Haesun era un buen chico, quizás algo sobre protector para mi gusto porque siempre trataba que Haeri no fuera lastimada por otros. Yo sabía perfectamente que eso el Busan Team lo hacía conmigo, incluso hoy en día, por el hecho de ser la pequeña porque nunca dejaban que nadie me hiciera daño. Parecía transmitirse por generaciones eso de proteger al menor pero eso no quita que de vez en cuando uno deba equivocarse y sufrir por ello para aprender de sus errores sino cuando vea la vida tal y como es se llevará un golpe muy grande.

En ese caso sería Hoya el que tendría que aprender de su propio error ya que podría perder a su mejor amiga por una idiotez.

Haeri estaba enamorada y complicaba mucho la situación que Hoya no la mirara con los mismos ojos. Nunca la había mirado así, por eso Haeri jamás quiso dar un paso adelante, por miedo al fracaso y a perder su amistad. La situación de ambos llegó a tales grados que ya era imposible seguir avanzando en línea recta dejando los sentimientos a un lado. Ellos tenían veinticinco, Hae debía enfrentarse a sus propios miedos y confesarse de una vez por todas.

Si Hoya dejaba marchar una amistad de más de veinte años por algo como eso, ya no sería Haesun el que le diera una paliza, iba a ser yo misma.

Poniendo el tema de Haeri un lado, la comida con Sunggyu estaba siendo la mar de entretenida. Bueno, era normal, al fin y al cabo estaba enamorada de ese idiota, cualquier cosa a su lado sería entretenida. Verle comer comida mexicana era muy gracioso, sobre todo cuando sus mofletes se hinchaban como una bolita y parecía un hámster guardando su comida en ellos. Yo tenía que evitar no reírme pero resultaba casi imposible.

Cuando terminamos nuestro almuerzo volvimos al hotel para descansar antes de la noche.

La verdad, yo ya había dejado las cosas preparadas con anterioridad porque quería disfrutar de mi último día en Jeju. Había muchos paisajes que todavía no había visto y quería sacar muchas fotos para enseñárselas a Minseok cuando lo viera de nuevo en Seúl. Algún día me gustaría volver de vacaciones a esta isla con el Busan Team, estaba convencida que lo pasaríamos muy bien los cinco juntos.

Estaba hablando con Haeri por Kakao Talk cuando alguien llamó a la puerta. Me levanté de la cama y, tras mirarme en el espejo del armario, me dispuse a abrir. Su cuerpo delgado se fue dejando ver frente a mí y tenía el pelo revuelto y unos ojos cansados, pero una sonrisa radiante.

— Me aburro solo en la habitación.

— Has estado solo todo este tiempo.

— Ya, pero como te has decidido a ser mi amiga por un día... me gustaría pasarlo contigo.

14 días [Sunggyu Fanfic].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora