21. Lee Ho Won.

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Una persona preciada, una persona que es mi todo; nada en el mundo puede reemplazarte.

—Together.

Me había levantado esa mañana con un dolor de cabeza increíble. Todoa mi alrededor daba vueltas y todo me molestaba. No tenía ganas de ir a Woollim y pelear con el nuevo álbum,sólo quería un poco de paz. Aunque, mirando el lado positivo, Soonyun iría a comer y podría distraerme un poco.

Hacía un par de días que le había entregado una libreta y la maqueta para una nueva canción. Ella se ofreció a retocarla ya que me conocía más que yo mismo en ese tema. Tenía muchas ganas de escucharla terminada y poder cantarla por fin. En esos versos había puesto todos mis sentimientos en forma de palabras, ya que no soy bueno hablando, ni expresando lo que siento, lo único que podía hacer era escribirlo. Soonyun era muy buena letrista y sabía que dejaba mis pensamientos en buenas manos, confiaba en ella plenamente, nunca me había defraudado.

Dongwoo ya se había levantado, no estaba en el piso. Seguramente, había ido a buscar a Haeri, últimamente esos dos se habían vuelto inseparables. Hacían todo juntos, no trabajaban uno al lado del otro porque sus puestos no lo permitían, que sino seguramente también lo harían. Desayunaban juntos, comían juntos, se llevaban un apertitivo por las tardes, a la noche iban a cenar... ¿dormían juntos también cuando Dongwoo llegaba tan tarde a casa?

No lo quería saber.

Los dos estaban muy poco centrados en su trabajo y estaba harto de que ninguno se diera cuenta del daño que le causaban al comeback. Ella debería tener toda la ropa lista ya este mes porque, tan pronto como Myungsoo terminara de grabar el drama, empezaríamos las sesiones de fotos para el photobook y grabaríamos en MV.

Íbamos muy atrasados con respecto a nuestro nuevo álbum, entre la repetentina desaparición de Sunggyu, el problema con L que le llevó a aceptar un nuevo drama y que los estilistas tenían el trabajo demasiado atrasado... todo era un caos, y yo ante el caos no era persona. Necesitaba tenerlo todo bajo control, saber que estaban las cosas bien hechas y en orden. Era por eso mismo que últimamente no estaba yo dentro de mis quince y tenía un humor de perros.

Me vestí, hice algo para desayunar y me fui para Woollim. Me pondría a bailar y no pensaría en nada más hasta ver a Soonyun. Necesitaba hablar con ella.

[...]

La música a todo volumen y el sudor cayendo de mi cara hacia el suelo, esa era mi rutina. Amaba cantar, rapear y actuar, pero como bailar... no me llenaba nada en el mundo. Esa sensación de transmitir hechos sin palabras, de hacer reír o de hacer llorar sólo con el movimiento del cuerpo, era algo indescriptible. Me fascinaba cada más tonto detalle de una coreografía, el juego de manos más ridículo, todo, es que no había nada del baile que no me gustara.

Si el baile fuera persona, yo estaría enamorado.

La música dejó de sonar y yo paré en seco. Mi respiración iba a mil por hora y la vista todavía no había enfocado a la persona que me sacó de mis pensamientos. Sentí una pequeña risa a mis espaldas y traté de buscar quién era en el espejo.

Poco a poco mis ojos fueron recuperando visión.

— Veo que sigues en las mismas.

Me giré para poder mirarle a los ojos y sonreí.

— Te abrazaría pero estoy sudado.

Rió.

— Déjate de tonterías, Hoya, ¿quién querría un abrazo tuyo?

Caminé hasta el sofá para coger una toalla y secar un poco mi cuerpo.

— Te sorprenderías si lo supieras.

14 días [Sunggyu Fanfic].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora