KILIAN
** Inicio del recuerdo **
Nicole está sentada sobre el escritorio de la habitación que hemos estado compartiendo. Sus pies se balancean de delante hacia atrás pues no alcanza el suelo. Vestida con tan solo una de mis camisetas que cubre hasta la mitad de sus muslos está preciosa.
— ¿Qué haces? —pregunta ella con curiosidad observando mis movimientos.
Saco una botella de agua de uno de los cajones donde la había guardado con anterioridad y una pequeña bolsita del bolsillo de mi chaqueta de cuero negra que descansa sobre una silla.
— ¿Desde cuándo te va la marihuana? —cambia de pregunta cuando fija su mirada en el contenido del minúsculo paquete.
— No es marihuana —río.
Camino hasta ella y me coloco entre sus piernas que ella misma abre para hacerme espacio. Dejo la botella sobre el escritorio junto a su cadera y abro la bolsita. La elevo hasta estar a la altura de su nariz y ella olfatea.
— Verbena —reconoce Nicole frunciendo el ceño —. ¿Por qué tienes esto?
Desenrosco el tapón azul de la botella de agua y vierto en su interior el contenido. La cierro de nuevo y agito. Las hierbas troceadas se distribuyen por el líquido volviéndolo de un color verduzco oscuro.
— Se me ha ocurrido que si ingiero periódicamente cierta cantidad de verbena es posible que consiga desarrollar tolerancia hacia ella —le explico mientras continúo moviendo la botella para que se mezcle lo mejor posible.
— Como cuando alguien aficionado al alcohol necesita beber una mayor cantidad para estar igual de borracho que otro que no le da tanto a la botella —responde ella comprendiendo mi intención.
— Exacto —sonrío.
— No debe de ser muy agradable —arruga su nariz.
Nicole tiene razón. Cuando el agua mezclada con verbena atraviesa tu garganta es como si estuvieses tragando ácido. El fuego abrasa tu carne desde el primer momento en que toca tu boca. Las primeras veces que lo hice apenas pude beber dos tragos, pero poco a poco voy acostumbrándome al dolor. Tal vez sea un poco masoquista.
Me aparto un poco de ella y me preparo. Sin pensarlo demasiado me llevo la botella a los labios y doy un gran trago. A pesar de la insoportable quemazón continúo vertiendo el líquido en mi boca hasta que se me hace imposible continuar. Lágrimas saladas caen de mis ojos y toso fuertemente. Siento como si tuviese la garganta en carne viva.
— ¡Kilian! —exclama Nicole preocupada bajando de la mesa.
Sus manos se deslizan por mi espalda mientras, inclinado hacia delante, intento contener el vómito que quiere salir. Algo que no quedaría nada bien delante de ella.
— Estoy bien —consigo responder con voz ronca.
Varios minutos más tarde ambos hemos vuelto a nuestras posiciones anteriores. Nicole sentada sobre la mesa y yo entre sus piernas, pero esta vez apoyo mi frente sobre su hombro. Ella pasa sus dedos entre mi cabello y se siente tan bien que mantengo los ojos cerrados disfrutando de sus caricias.
El dolor es ya sólo un mal recuerdo y la corrosión causada por la planta tóxica ha desaparecido.
— Tal vez debería intentarlo yo también —murmura Nicole pensativa.
Abro los ojos y me separo un poco para poder mirarla. Su expresión es seria y decidida.
— No creo que sea...
— Sí tú lo has hecho, yo también puedo —me corta ella.
— Eso no es lo que quería decir. Me refiero a que yo llevo casi un año haciendo esto y cómo has podido ver no he progresado mucho.
— Entonces dame una dosis más pequeña —ofrece ella con ojos de cachorrillo.
Se me escapa una carcajada cuando acompaña sus ojos brillantes con el labio inferior hacia afuera.
— Vas a necesitar una cantidad muy pequeña —digo pensativo —. Mmmm... como la que viaja a través de la sangre una vez absorbida.
La idea aparece en mi mente fugazmente y me doy cuenta demasiado tarde de que lo he dicho en voz alta cuando la sonrisa de Nicole crece. Sus brazos ascienden y se enroscan alrededor de mi cuello. Su pecho pegado al mío y nuestras partes bajas rozándose.
— Entonces sólo tengo que morderte —susurra ella con mirada hambrienta.
El ambiente se calienta a nuestro alrededor y mi respiración se acelera. Beber sangre entre vampiros es algo íntimo. No sería la primera vez que Nicole bebe la mía pero esta vez sería distinto.
Nicole se mantiene a la espera aguardando por mi permiso. La pregunta es: ¿quiero que Nicole beba de mí? Demonios, sí.
En lugar de ofrecerle mi cuello como debería, muerdo mi labio inferior y la sangre brota. Sus ojos se clavan en la pequeña gota que resbala hacia mi barbilla. Nicole se aproxima tanto que siento su aliento en mi rostro y un cosquilleo me recorre. Su lengua atrapa la gota antes de que caiga y sigue su recorrido de vuelta a mi boca. Gimo excitado cuando sus labios se presionan contra los míos y mi sangre llena su boca. Mi dureza aumenta de tamaño provocando un suave gemido en ella.
Nicole se separa durante unos segundos para tomar aire. Abre la boca repetidas veces para intentar aplacar la sensación de irritación que mi sangre contaminada con verbena debe de estar produciendo en su interior.
— Es suficiente —intento convencerla, pero ella niega con la cabeza y vuelve a besarme.
La herida ya se ha cerrado por lo que es Nicole en esta ocasión quien muerde con cuidado mi labio inferior. El beso sangriento continúa y no puedo mantener mis manos alejadas de ella. Necesito tocarla. Ahora que mi sangre fluye por sus venas estamos más unidos que nunca.
Mis dedos se cuelan bajo mi camiseta que cubre su cuerpo. Asciendo por su muslo y continúo por su cadera. El siguiente es su estómago y poco a poco llego hasta sus pechos. Nuestras respiraciones son rápidas y nuestros ojos están fijos en los del otro mientras las prendas de ropa caen al suelo.
** Fin del recuerdo **
En mi mente se dibuja una sonrisa porque Nicole ha estado bebiendo un poco de mi sangre todos los días desde entonces. En cualquier otra situación esto no hubiese supuesto diferencia alguna pero mi sangre contenía verbena.
¿Y cuál es la única sustancia capaz de inhibir los efectos de la compulsión?
VERBENA.
NICOLE
Me merezco un Oscar. Sí... deberían quitárselo a Leonardo DiCaprio y dármelo a mí. Después de todo, yo estoy haciendo una mejor actuación.
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Debo reconocer que me encanta veros sufrir. Se que he escrito un buen capítulo cuando me pedís que actualice rápido jajaja
Creo que la intriga y el ansia por saber que pasará después es lo que hace a una historia verdaderamente interesante. Por ello, me alegra ver que lo estoy consiguiendo.
¡¡ Muchas gracias por vuestros comentario y votos!!
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Starving of BLOOD
VampiriESTA ES LA SEGUNDA PARTE DE "DRINKING BLOOD" (Te aconsejo leer el primer libro para poder entender mejor la historia). En sus cortos 17 años Nicole sufrió la traición de las dos personas que más le importaban: su ex novio y su mentor. Por ello de...