REFLEJOS SINIESTROS © ® #PNovel

Capítulo Cinco

Narra Bruno

Contábamos con la cámara filmadora de mi padre,que ya habíamos colocado en la sala,justo donde las chicas dirían para jugar a la ouija.

A demás mi celular transmitiría en directo a la pagina del instituto apenas todo comenzará, desde otro ángulo de la misma sala y las chicas harían vídeos en vivo para las redes sociales,alegando que había que documentar lo que allí se descubriera.

Todo estaba dispuesto para cuando llegaran.

Eran siete menos cinco de la noche y Diego y yo ya estábamos en nuestros escondites aguardando la llegada de Alex, Pilar,Elena y Eliana.

Justo en ese momento sentí un chirrido de la puerta de entrada, y tras él, el fuerte ruido de lluvia acompañado de truenos y relámpagos.

La poca luz que había cuando llegamos, ya había desaparecido y ahora la vieja y abandonada mansión solo se iluminaba de vez en cuando con los relámpagos, eso hacia que mis nervios estuvieran a flor de piel; no era que tuviera miedo... Solo estaba nervioso. Y maldecía no haber traído una linterna y que mi celular estuviera suficientemente lejos de mi escondite, y no poder ir por el.

Narra Alex

Entramos a esa vieja casona abandonada y completamente oscura apenas moviendo el pomo de la puerta.

En su interior no había ni pizca de luz, solo los flashes de los celulares de las chicas, que filmaban emocionadas,tome mi móvil y encendí la linterna del mismo,alumbrando así hacia mis lados.

Estábamos en una gran sala, rodeada de ventanales, en su mayoría rotos,por ellos pasaba la brisa gélida del exterior y la lluvia comenzaba a formar grandes charcos,colándose por los espacios que alguna vez habían sido ocupados por vidrios.

De reojo podía ver a Elena posando al lado de una estatua- que hasta el momento no pude descubrir de que era- lucía sonriente y esperaba a que pilar tomara una foto con su móvil.

Mire hacia mis lados, pero no pude ubicar a Eliana,estaba a punto de preguntar por ella o gritar su nombre, cuando noté, por el rabillo del ojo un movimiento,giré para ver de que trataba, y la vi a la vez que oía su voz.

Traía una caja de madera, por lo que pude ver en penumbras, y al notar por su voz estaba algo ansiosa y divertida.

-Miren lo que encontré!-dijo mientras abría la caja y aguardaba a que nos acercábamos todos.

-Ah no!- oí la voz de pilar que se quejaba. Ella ya estaba al lado de su amiga.

Llegue junto a ellas al tiempo que oía a Elena decir

-Oh si! Por fin algo divertido. O no Alex?

Sentí las miradas de las tres chicas posarse sobre mi persona
Y ahí pude contemplar que aquella caja de madera no era ni mas ni menos que un tablero de juego ouija

"justo lo que necesitaba"pensé. Quería terminar el maldito trabajo e irme, pero eso parecía que iba a ser imposible.

-Creo que deberíamos hacer el trabajo y salir de aquí. Antes que la casa se inunde, cada vez llueve mas fuerte- dije convencido

-Vamos Alex, tu también tienes miedo?-dijo Elena.

Note la furia de pilar al tomar la caja de madera de las manos de su amiga

-No tenemos miedo, es un estúpido juego... Pero si así lo quieren..-dijo poniendo la caja sobre el piso frío de la sala en la que nos encontrábamos

-juguemos!rápido y salgamos de aquí.

Puse mi celular de modo que la linterna quedara iluminando el tablero. Al tiempo que pilar hacia lo mismo con una linterna que traía en su bolso.
Mi otra mano la acerqué al triángulo oscilante del juego...así cada una de las chicas fue acercando sus dedos.

La voz de Elena retumbó por toda la estancia
-Hay algún espíritu presente- dijo con un tono de voz que me puso la piel de gallina.

Todos quedamos callados, esperando alguna respuesta del más allá; pero al parecer los espíritus no querían sociabilidad con nosotros...

Ya nos estábamos dando por vencidos, las risas y comentarios burlones de las chicas se hacían oír, cuando el triangulo salió hacia un costado,como por arte de magia,como si alguno de los presentes lo hubiese aventado, cosa que no sucedió,estábamos muy cerca y las podía observar perfectamente.

Todos quitamos las manos y retrocedimos al mismo tiempo.

Pilar estaba sentada justo a mi lado, sentí como sus manos se aferraban a mi brazo, lo que me sobresalto.

-Que rayos!-Grito Elena- Vaya juego !!!- dijo levantándose de su lugar.

-Me largo- esta vez fue pilar la que se quejó.

Pero antes de poder pararse un grito proveniente de otra parte de la casa nos congelo. Quedemos todos callados,mirándonos los unos a los otros; la primera en reaccionar,la única que pudo hacerlo fue Eliana.

-Diego! Ese fue Diego esta en peligro-dijo saliéndose de mi campo visual.

Todos corrimos tras ella,Iluminando el camino con las luces de nuestros teléfonos.
Aunque aun-al menos yo- no entendía que hacia ese tal Diego en la casa, o por que Eliana pensó que era el el dueño del grito.

Narra Eliana

Estaba muy asustada de verdad lo del tablero no estaba planeado; los chicos deberían habernos dicho. No sabía como habían logrado eso;pero intente calmarme, para poder seguir con la ficción, no quería que mi cara se viera arruinada en la transmisión a la red del instituto. Ya hablaría con los chicos de esto...

Levante la vista,para observar las caras de nuestras víctimas en el momento que un grito; mas precisamente el de Diego, retumbo en toda la estancia.

Enseguida mire a Elena; esto tampoco estaba planeado y comencé a enojarme, no era justo! Pero el grito volvió a sentirse y parecía bastante real; sentí mi cuerpo estremecerse y solo pude gritar lo que sentía. Diego estaba en peligro.. Tal vez era parte de la broma y yo lo estaba descubriendo, pero de ser así, no podrían culparme, yo merecía haber sabido todo el plan. Así que me levante y corrí hacia el lugar de donde provenía su llamada de auxilio.

Narra Pilar

Vi la desesperación de Elena en sus ojos, la poca luz que emitía mi móvil apenas iluminaba mis pasos. No entendía como mi hermano estaba en peligro.

Que hacia el en esa casa?
Muchas preguntas Rondaban mi cabeza,pero lo que acababa de suceder me impedía si quiera emitir palabra.

Eliana corría unos pasos delante de nosotros, Elena la seguía y tras sus pasos, uno al lado del otro, estábamos Alex y yo.
Los gritos cada vez estaban mas cerca y mis nervios crecían; esa voz definitivamente era la de mi mellizo.