Capítulo Dieciséis

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Era un pasillo largo; a diferencia de que lo recordaba de la primera vez que abrimos esa puerta. Estaba bien iluminado en un principio, pero a medida que mi mirada se alejaba de la puerta la luz iba disminuyendo, hasta no apreciarse nada del final del pasillo.

-Entremos-dijo Elena,ya con un pie dentro del largo pasillo decorado con varios espejos.
Bruno apoyo su mano en el hombro de Elena para seguirla y se encaminaron juntos hacia el interior.
-Alguien debería quedarse aquí por si sucede algo y quedamos trancados- propuso Alex.
-Ese no seré yo,amigo-dijo en tono burlón Bruno, que al parecer todavia no entraba en razón de lo que sucedía.
-Yo me quedaré-afirmó mi hermano-a de mas si Eliana regresa, de donde sea que este, no encontrará a nadie- culminó
-Estas seguro?-cuestionó Alex, no muy convencido de dejar a Diego ahí.
-No deberíamos separarnos-dije indignada- no se dan cuenta que sea lo que sea que pase,es mejor si estamos juntos? Miren lo que paso con Eliana.
-Tienes razón-afirmo mi mellizo cabizbajo,mejor entremos todos-culmino adentrándose junto con nosotros.
Alex fue el último en entrar, comenzamos a caminar en dirección a la oscuridad, sigilosamente; sin saber lo que nos esperaba allí. Aun no habíamos dado muchos pasos, cuando el golpe de la puerta por la cual entramos nos sobresaltó.
Al voltear hacia atras la puerta se había cerrado, Alex se acerco a ella e intento abrirla  en vano mientras nosotros volvíamos sobre nuestros pasos.
-Por que la cerraste?- increpó Bruno a Alex
- Yo no la cerré-se defendió el otro mientras Bruno ya estaba casi sobre el.
Mi hermano se interpuso entre ellos,y lanzo una mirada de reproche a Bruno. Y antes de poder darle un regaño las paredes de aquel pasillo comenzaron a temblar, el ruido de los simientos crecía a la vez que el movimiento del suelo, sobre el cual estábamos parados.
-Corraaan!- fue lo último que oí antes de que todo lo que había allí cayera sobre nosotros

El ruido de las cosas caer me ensordeció, al tiempo que las paredes parecían girar al rededor de nosotros

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El ruido de las cosas caer me ensordeció, al tiempo que las paredes parecían girar al rededor de nosotros.

Lo último que recuerdo es la sensación de estar cayendo al abismo...

            **************

-Lista para entrar?- preguntó Marcos a la señora Lowest

Sus ojos se llenaron de lágrimas,mientras miraba algún punto fijo de la entrada de la casa.

Evidentemente aquella casa no le traía buenos recuerdos

El solo hecho de pensar que su hijo podría estar allí le sacaba el aire

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El solo hecho de pensar que su hijo podría estar allí le sacaba el aire.
La señora Lowest, soltó un suspiro y asintió con la cabeza.

-Estoy lista- dijo

-Pase lo que pase,no se separe de mi....

Fue lo último que hablaron antes de saltar la reja que separaba la vieja mansión de la vía publica.

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