Este capítulo está dedicado a: LeonelaClara. Gracias por entender todo lo que digo aunque sean las idioteces mas grandes del mundo 💖
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El timbre de la casa sonó por segunda vez en el día y mis padres estaban muy ocupados diciéndose ñoñerías, así que me tocó volver a abrir a mi.
Me metí una cuchara súper cargada de cereales y leche a la boca, me paré y caminé hasta la puerta. Del otro lado de la misma me encontré con mi novio, quien tenía un ramo de orquídeas de todos los colores en la mano y me miraba sonriente.
Abrí mucho mis ojos y me esforcé por terminar de tragar mi cereal para poner hablar. Acomodé mi cabello en el proceso y limpié mi boca con la manga de mi pijama.
Sonreí.
-Hola, belleza-saludé jugando con mis cejas.
Brad rió.
-Buenos días, bella durmiente-saludó burlonamente-. Aquí tengo una flor para otra flor-extendió el ramo de flores e hizo una reverencia exagerada.
-Oh, que caballeroso-reí tomando el ramo-. Pero, sabes, genio, son muchas flores, no solo una.
-Cállate, así dice la frase.
Reí y me hice a un lado para dejarlo entrar. Él se adentró a mi casa y se acercó a saludar a mis padres, quienes lo recibieron felices.
-Hola, cariño. ¿Como has estado?-saludó mi madre, dándole un beso en la mejilla.
-Muy bien, señora Jackson-respondió él-. ¿Como ha estado usted?
-Algo atareada pero en movimiento-bromeó y luego rió de su propia broma.
-Me alegra oír eso-sonrió-. ¿Y usted, señor Jackson? ¿Como lo trata la vida?
Papá rió.
-Mejor que nunca-asintió con la cabeza y besó la cabeza de mamá.
Bradley y papá se fueron entendido a medida que pasaron los años. Ambos descubrieron que el otro no era tan mala compañía y que, además, tenían varias cosas en común. Papá le habla sobre su matrimonio con mamá y como le esta yendo y Bradley hace lo mismo pero con nuestra relación. Papá lo acepta porque, de una manera u otra, termina enterándose de todo. Aunque no dudaría en patearle el trasero si la situación lo amerita.
-Sea, ¿que haces así vestida?-preguntó mamá como si fuera un escándalo.
-¿Que tiene de malo mi pijama?-pregunté mirando los dibujos en la prenda de vestir.
-¿Que tiene de malo? No piensas salir así en tu cita, ¿o si?
Mi mirada se movió instantáneamente hacia la de Bradley, quien me miró divertido. Golpeé mi frente con la palma de mi mano y me regañé internamente por ser tan olvidadiza.
-¡Lo siento!-me disculpé con una exclamación-. Dame un segundo-alcé mi dedo índice.
Antes de que pudiera responderme subí las escaleras lo mas rápido que mis pies me permitieron. Me encerré en mi cuarto y mi mirada se disparó hacia el closet. Reparé en el hecho de que aún tengo las flores en mi mano, así que me apresuré a llenar un jarrón con agua y meterlas dentro. Ahora si, corrí hacia mi closet y lo abrí de par en par. Observé su contenido y decidí ponerme un jean azul no tan ajustado con un par de rasgaduras y dobladillos en el extremo, haciendo que no me llegue hasta los tobillos. Tomé una blusa holgada color blanco y unas zapatillas negras. Me puse toda la ropa y me peiné lo mas decente que pude. Decidí no maquillarme y dejar mi cara libre de cosméticos.
Una fría brisa que entró por la ventana me erizó los vellos de los brazos, así que volví a mi closet y busqué mi sudadera, la cual no estaba por ningún lado.
¿Donde la dejé?
Una leve imagen cruzó mi mente y al instante respondí a mi propia pregunta.
Cloud.
Me eché un poco de perfume antes de salir de mi cuarto y luego me dirigí al de Cloud. Estaba tan apurada que no me fije en golpear la puerta pero eso no pareció importarle a mi hermano, quien me miraba curioso desde la silla de su escritorio.
-Cloud, ¿tú tienes mi sudadera?-pregunté al abrir la puerta.
Un movimiento brusco llamó mi atención. Se trataba del amigo de Cloud, quien se sentó repentinamente en la cama. Lo miré extrañada y el solo sonrió ampliamente.
-¿La azul o la roja?-preguntó mi hermano, llamando mi atención nuevamente.
Lo miré con mis ojos entrecerrados.
-No sabía que me faltaba a azul.
Él se encogió de hombros, despreocupado.
-Hay muchas cosas que no sabes que te faltan.
Lo miré confundida. ¿Eso que quiere decir?
Él pareció cobrar súper velocidad de repente y en menos de dos segundos ya tenia mi sudadera en su mano y la extendía hacia mi. La tomé.
-¿A donde vas?-preguntó curioso.
-Brad y yo tendremos una cita-expliqué poniéndome la prenda que me pasó hace unos segundos-. Me llevará a dar una vuelta por la ciudad y a la noche caminaremos por la playa bajo la luz de la luna-suspiré sonriendo-, ¿no es romántico?
Él arrugó la nariz con asco y no pude evitar reír. Él nunca fue del tipo romántico.
-Si tu lo dices...-se encogió de hombros.
-Nos vemos mas tarde-besé su frente-. ¡Adiós Elijah!-exclamé y comencé a caminar apuradamente hacia abajo.
Oí la respuesta de Elijah hacia mi pero luego de unos segundos. Llegué hasta abajo y todos voltearon. Bradley me miró sonriendo de lado y papá apoyó sus manos sobre los hombros de mamá, quien las acarició con las suyas.
-¿Lista?-preguntó.
-Lista-respondí.
Él se puso de pie y saludo a mis padres, para luego ir a abrirme la puerta. Yo tomé mi celular y saludé con la mano a mis padres, crucé el umbral de la puerta y esperé a Bradley, quien extendió su brazo hacia mi y me guió hacia su auto una vez que lo tomé. Él me abrió la puerta y la cerró luego de que entre.
¿Y a este que le sucede?
Me puse el cinturón de seguridad y esperé a que él entrara.
-¿A donde vamos?
-¿A donde quieres ir?
Me encogí de hombros.
-¿Tienes algo en mente?
Él sonrió de lado poco a poco, dándome a entender que su respuesta es positiva.
*-*-*
-¿Arcade?-pregunté observando por la ventanilla.
No soy muy buena con los videojuegos, realmente no son mi estilo.
-Vengo aquí desde pequeño, ya verás que te divertirás.
Él bajó del auto y me abrió la puerta. Yo salí y, juntos, caminamos hacia dentro del establecimiento.
El encargado del lugar saludó a Brad con un apretón de manos.
-¡B!-exclamó- ¡Es bueno volver a verte?
-¿B?-le pregunté en susurro.
Él rió.
-Frank adora llamar a las personas por su inicial-explico.
-¿Eso no es enredado? Es decir, ¿que tal si esta hablando con dos personas llamadas Nicholas y Nathaniel? ¡Serian dos N!
Frank rió estrepitosamente luego de que terminé de hablar, ganándose una mirada confundida de mi parte.
-Me gusta tu inocencia, querida-me señaló con si dedo-. B es un chico muy suertudo al haberte encontrado.
-¿Gracias?-respondí en tono de pregunta, confundida.
Bradley compró varias fichas para las maquinitas y nos pasamos varias horas jugando. No fue tan malo como creí, estos videojuegos son facfácilese los que juega Cloud con su consola. Me sorprendí a mi misma al haberle ganado varios juegos a Brad, pero fueron mas que nada los juegos en los que se necesitaba alguna clase de estrategia. Bradley solo apretaba los botones al azar una y otra vez.
Cuando se nos acabaron las fichas fuimos a un restaurante a comer. No era algo súper elegante, mas bien era de esos lugares a los que puedes ir cuando te apetezca y no necesitas reservación para hacerlo. El personal del lugar nos atendió con suma amabilidad y, al final del almuerzo, nos dieron postre gratis. ¿Que mas puedo pedir?
Bradley me llevo a un par de lugares mas esa tarde. Primero fuimos a un parque a caminar para esperan un rato despues de comer. Despues fuimos a una pequeña feria que llego a la ciudad, en donde nos compramos remeras a juego que dicen "el/ella está conmigo". Me pareció muy gracioso llevarlas puestas, pues la gente nos miraba como si fuéramos estúpidos. Despues de eso fuimos al cine a ver una película de comedia, la cual me produjo demasiado aburrimiento, pero Bradley parecía estar pasándosela a lo grande, así que decidí quedarme con él a hacerle compañía. Finalmente, la noche cayó y terminamos nuestra cita en el lugar que estuve esperando todo el día: la playa.
Íbamos caminando por la orilla del agua, mojando nuestros pies descalzos. Por suerte el clima se volvió mas cálido de lo que estaba esta mañana, así que no hubo ningún problema. A veces me detenía a tomar piedras o pequeños caracoles que me parecían bonitos. Terminé con los bolsillos llenos, ¿para que me sirven estas cosas? Pues para nada, pero me parecieron bonitas y punto.
-¡Mira, almejas!-exclamó Brad, apuntando hacia un par de almejas agrupadas en la orilla.
-Te apuesto un beso a que puedo encontrar mas perlas que tú-lo desafié.
Él sonrió.
-Trato hecho.
Rápidamente me agaché y tomé todas las almejas que mis manos me permitieron cargar y comencé a abrirlas una por una. Solo encontré una perla y comenzaba a pensar en que perdería. Aunque bueno, recibiría ese beso de todas formas.
-¿Por qué no intentas con esta?-preguntó extendiéndome una almeja una vez que vio que me quedé sin.
Se la arrebaté de las manos y le saque la lengua, él hizo un gesto divertido.
Observé la almeja entre mis manos y pude apreciar pequeñas piedritas de mar adheridas sobre el caparazón de la misma. Era mas bonita que cualquiera de las otras que tomé, las cuales parecían sosas al lado de esta.
La abrí con cuidado, decidiendo que la iba a guardar para llevármela a casa. Algo brillo dentro y me emocioné al pensar que encontré otra perla y el estúpido de Bradley me la regalo, haciéndolo perder. Pero no era una perla, no del todo.
Dentro de la almeja descansaba un bonito anillo que en vez de tener alguna piedra preciosa, tenia una pequeña perla en su centro.
Alcé la vista hacia Bradley y lo miré sorprendida.
-Hay un anillo.
Lo tomé entre mis dedos y se lo enseñé, él sonrió ligeramente. Antes de que pudiera volver a decir algo, él tomó mis manos entre las suyas, aprisionando el anillo y el caparazón de almeja en medio.
-Se que en tu familia el mar es algo importante-habló-, así que me pareció una buena idea traerte aquí. No hay velas o música, o pétalos de rosas por doquier, pero el sonido de las olas nos acompaña.
Sus ojos brillaban de una manera que no puedo explicar, y el agua corriendo entre los dedos de mis pies me hacia temblar entera, provocándome un extraño cosquilleo en el estomago.
-Una vez hace unos cuantos años me dijiste que podrías sentarte a la orilla del mar y dejar que las olas te golpearan durante horas, sin cansarte. Me dijiste que el mar te proporcionaba una paz que no podías explicar con palabras pero que se sentía como cuando vez a la persona que te gusta y todo tu sistema se revoluciona-rió suavemente.
Me sonrojé.
-Y esta noche-miro hacia el cielo y luego hacia mi de nuevo-, estoy sintiendo el mar mientras veo a la persona que amo, ¿como debería sentirme? ¿debería sentir o ya tendría que estar muerto?
Mi corazón golpeaba fuertemente bajo mi pecho, amenazando con salirse en cualquier momento. Las palabras de Bradley se repetían una y otra vez en mi cabeza, haciéndolas sonar como poesía.
Él separó nuestras manos ligeramente y tomó el anillo entre su dedo índice y su dedo pulgar.
-Eres para mí lo que las olas son para el mar. Golpeas en mi interior con tanta fuerza que amenazas con ahogar todos mis sentidos.
Mi respiración era entrecortada y sentía que en cualquier momento dejaría de respirar.
-Eres como la marea, Sea, no dejas de moverte en mi interior y alterar todo lo que hay en mi.
Varias lagrimas escaparon de mis ojos y el dedicó un segundo de su tiempo a limpiarlas con sus dedos.
-Quiero sentirte toda mi vida de la manera en la que estoy sintiendo el mar en este momento. Quiero que cada momento que pasemos sea tan emocionante como surfear entre las olas. Quiero poder darte la sensación que el mar te provoca cada vez que estas en contacto con él. Quiero que todo nuestro amor y nuestra relación sean como el mar: de un tamaño colosal y aún con cosas por descubrir. Quiero pasar toda mi vida con el mar, toda mi vida contigo. Ahora dime: Tú, ¿Quieres ser mi esposa?
El aire abandonó mis pulmones por completo y las lagrimas que se acumularon en mis ojos fueron tantas que caían como cataratas a través de mis mejillas. Mis voz se esfumó cuando intenté hablar, así que moví mi cabeza.
Moví mi cabeza de arriba hacia abajo a una velocidad inhumana.
Él sonrió. Tomó mi mano izquierda con su mano derecha y deslizó el anillo por mi dedo hasta llegar al final.
Lo miré a los ojos durante unos segundos y luego no pude esperar mas para lanzarme a sus brazos. El me atrapó y me abrazó fuertemente, como si no quisiera que me escape. Lo sentí sollozar y me separé para obsérvalo. Y, en efecto, varias lagrimas caían por su rostro en ese momento. Tomé su rostro entre mis manos y sequé sus lagrimas con mis pulgares.
-Gané la apuesta-hablé-. Encontré la perla mas bonita de todo el mundo-enseñé mi anillo.
Él rió levemente y no pude aguantar mas. Uní nuestros labios en un beso salado debido a las lagrimas de ambos. Nuestro primer beso como una pareja comprometida.
¿Que hice yo para merecer a este hombre?

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Cloud - [LHDZ#3] (CANCELADA)
Fiksi PenggemarEsta es la tercer temporada de "La hija de Zeus", la cual pueden encontrar en mi perfil al igual que a la segunda temporada (Sea&Sky). Les recomiendo leer las dos primeras antes, sino no van a entender nada.