Una partida con algunos contratiempos

482 41 10
                                    


-¡No, no y no!- Hipo solo repetía esa palabra con los brazos cruzados frente a la pelirroja y el chico de cabello blanco- eso es una locura, violaríamos como diez leyes y es muy peligroso ¿perdieron la cabeza?- preguntó.

-Oh vamos Haddock- dijo Merida mientras se recargaba en la parte superior de su cama- ¿No te gustaría salir de aquí?-

-No empieces con "vamos Haddock" Mérida- dijo Hipo imitándola.

-¿Por qué, te molesta?- dijo Mérida mientras se acercaba a su rostro ronroneando las palabras- ¿O es que siempre logro convencerte?- terminó con un guiño y se alejó ante el carraspeo del tercer chico en el cuarto.

- A-a-demás de que es ilegal- dijo Hipo una vez que recupero un poco de su color facial en lugar del característico rosa de cuando estaba nervioso- ¿cómo cuernos voy a convencer a Punzie de que venga con nosotros?-

Trato de evitar la mirada de ambos, pero Jack pudo ver que Mérida le había dejado el terreno preparado, el nerd de cabello castaño dudaba, era su oportunidad de convencerlo.

-No necesitas convencerla del todo, sólo hacer que coopere un poco- dijo Jack mientras jugaba nervioso con la parte baja de su sudadera- Por favor, confía en nosotros. Sabes tan bien como yo que lo que decimos tiene sentido. Ella no va a recuperar sus recuerdos aquí, a base de medicamentos y terapias dentro de un cuarto blanco. Sabes, incluso mejor que yo, que odia los espacios cerrados, le gusta correr, gritar, cantar y jugar. Además- bajo la mirada antes de continuar- es probablemente la única oportunidad que tengo de conseguir su confianza-

Hipo se mordió el labio, sabía que sus amigos tenían razón. Y también sabía algo que ellos no, que en la tarde Rapunzel había tenido un ataque de pánico por estar encerrada sola y habían tenido de sedarla, a pesar de que la doctora Toothiana había dicho que demasiados analgésicos pondrían en riesgo al bebé. Al recordarla llorando mientras un médico la sujetaba y otro le inyectaba un calmante en la vena, mientras la doctora les gritaba que pararan tomó una decisión.

-Está bien- dijo mirando Jack a los ojos- lo haré, pero solo porque pienso que en este hospital no pueden ayudarla con su problema- y dicho esto le lanzó una una discreta mirada a Mérida. No iba a contarle el asunto de esa tarde a Jack (él ya tenía demasiadas cosas en la cabeza) pero Mérida tenía que saberlo.

Mérida celebró junto a Jack, pero, al momento de hacerlo, dejó a la vista una parte de su brazo, donde tenía una marca de la pelea del bar, que resaltaba especialmente gracias a la blancura de su piel. Al momento de mostrarla, rápidamente la cubrió lo más discretamente que pudo, pero ya era tarde para que el chico que observaba la celebración no la notara.

-¿Qué es eso?- pregunto Hipo al ver el moretón en el brazo de Merida.

-Nada- replicó Mérida cubriéndose la marca y dándole una mirada ansiosa a Jack.

-Claro que es algo, muestrenme los brazos. Ambos- dijo Hipo con tono autoritario viéndolos directamente.

Los chicos se miraron, pero Jack se encogió de hombros y se levantó las mangas, dejando ver a Hipo los moretones de sus brazos. Mérida lo miro espantada, pero Jack solo dijo:

-Queremos que el confíe en nosotros, démosle razones para hacerlo-

-Pero..-comenzó a quejarse Merida.

-Vamos Mer- dijo Hipo acercándose con su silla- solo quiero saber qué pasó-

Merida comenzó a levantar sus mangas mostrando las manchas marrón y morado en sus brazos. También quitó el cabello que había usado para cubrir un par de moretones al lado del ojo.

El corazón nunca olvida ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora