How To Live With an Angel (Destiel)

Capítulo 7.

No podía conciliar el sueño. Me removí en mi cama unas cuantas veces; había una tormenta afuera. Odiaba las tormentas, me ponían nervioso y de mal humor más de lo habitual.

—¿Estás despierto?—las palabras de Castiel fueron en voz baja.

—Quizás—abrí los ojos y busqué su mirada en la oscuridad.

—Bien—apartó la vista—Dean yo...

—¿Si?—mi susurro se quebró y aclare mi garganta.

—Yo... ¿Quieres charlar?

—¿Sobre qué?—pregunté mientras refregaba mis ojos.

—No se, cosas.

Contuve mi respiración. El reloj marcaba las tres y media de la mañana, había una infernal tormenta afuera y Cas quería charlar. No tenía sentido.
La lluvia caía estruendosamente, podía ver los relámpagos a través de la ventana. Apoye mi cuerpo contra la pared, haciendo espacio en mi cama y tuve una estúpida idea.

—Puedes venir aquí si quieres—dije con dudas. El no necesitaba dormir ya que los ángeles no dormían al parecer.

Se encogió de hombros y dejo el libro que tenía en sus manos a un costado.

—¿Estás seguro?—preguntó rascando su barbilla.

Asentí. Castiel con temblorosas extremidades, salió del sofá-cama y se acercó a mi cama con cautela, levantó las mantas y se ubicó como pudo. El calor de su cuerpo tan cerca del mío me puso nervioso, y comencé a tiritar. Cerré mis ojos y conté hasta diez mentalmente.

Finalmente me calmé lo necesario para abrir los ojos de nuevo. La mitad superior del cuerpo de Cas colgaba fuera de la cama. Esta era la primera vez que estábamos así de cerca desde lo ocurrido en los vestuarios de la escuela.

 —Muy bien, ¿quieres que te haga una pregunta o algo?.

El subió las mantas hacia arriba cubriéndonos con ellas—De acuerdo, suena divertido—sonrió.

Cas me miraba, ¿Qué estaría pasando por su cabeza?.Tenía un montón de preguntas. Pero ¿podía sacarlas?. Probablemente no.

—¿Te gusta estar entre los humanos?—¿Te gusta estar aquí conmigo?

—Si—hizo un mohín—mi perspectiva cambió mucho desde que estoy aquí y eso es gracias a ti Dean.

Me ruborice ante su cumplido, y agradecí por la poca luz que había en la habitación, así no podía notarlo. 

—Tu turno—dije.

Cas se tomó un tiempo para formular una pregunta. Mi cuerpo sigilosamente se acercó un poco más al suyo; quería abrazarlo, quería recostar mi cabeza en su pecho. Suspire, quería hacer tantas cosas...

—¿Porqué no mencionaste que tenias un ex novio?

Después del incómodo encuentro que ellos dos habían tenido, sentía que le debía una explicación a Castiel, pero nunca supe como hacerlo.

—No me gusta hablar de él, es solo eso.

La mirada del ángel era confusa, pero intuía que quería seguir indagando sobre el asunto. Ninguno de los dos habló por unos segundos.

—Estás helado. Ven aquí—Castiel me acerco a el y empezó a frotar mis brazos.

Estos momentos son los que me confunden, ¿porque tenía que ser así? ¿Porque me ignora, coquetea con una chica y luego hace esto? Estaba perdiendo la maldita cabeza, eso es seguro.