How To Live With an Angel (Destiel)

Capítulo 11.

—¡Lo sabía!—gritó Garth.

Era un hermoso lunes por la mañana; Castiel y yo habíamos debatido bastante el tema de sobre si dar a luz nuestra relación o no. Ambos estuvimos de acuerdo en que no queríamos ocultarnos, no después de todo este tiempo.

—¡Lo sabía!—volvió a decir Garth dando saltitos.

Cas rió y aferró aún más su mano con la mía.

—¿Es realmente necesario todo este escándalo?— dije al notar cómo los estudiantes que pasaban por allí, miraban raro a mi amigo.

—Sí—contestó—muy necesario.

Estuve a punto de responder, pero vi a Emily acercarse. Cas se puso tenso al instante. Y lo entendía, ella aún no sabía de lo nuestro y tal vez enterarse de esta forma no sea muy de su agrado.

—Creo que debería ir a hablar con ella—dijo el.

—¿Quieres que vaya contigo?

Negó con la cabeza—Estoy bien—sonrio.—Te veo en clases.

Esta vez ver a Castiel y Emily juntos, no me provocó ningún ataque de celos o algo parecido, ya que sabía muy bien cuáles eran los sentimientos de el ángel por mi; y aquello me daba tranquilidad.

Garth y yo comenzamos a caminar por los pasillos atestados de gente como de costumbre, pero él no podía dejar de hacer preguntas acerca de mi nueva relación.

—Así que, Castiel y tú...—dijo Garth.—¿Hace cuánto tiempo están juntos?

—Solo unos pocos días.—respondí, con una hermosa sensación en el estomago al pensar en Cas. 

—Estoy feliz por ustedes.

Le dedique una amplia sonrisa a mi amigo—Yo también estoy feliz.

Al llegar al aula, nos ubicamos en nuestros respectivos asientos de siempre, dejando un espacio libre a mi lado para Castiel; quien apareció unos minutos después.

—¿Y cómo fue todo?—pregunté.

—Supongo que bien—se encogió de hombros—ella lo tomó bastante bien a decir verdad.

Entrelace nuestras manos debajo de la mesa, luego el profesor llegó y la clase comenzó.

**********

Castiel ya no pasaba sus noches en el sofá-cama, las pasaba conmigo, a pesar de que él no necesitaba dormir. Mayormente nos besábamos hasta que me dormía. Tener el cuerpo de Cas a mi lado, es una constante tentación, pero no quería apresurar las cosas.

La profesora de literatura nos había encargado como tarea, leer "Historia de Dos Ciudades" de Charles Dickens. No me sorprendí al saber que Cas ya lo había leído; a diferencia de él, yo no soy muy fan de la lectura, por lo que apenas pude pasar de las primeras veinte páginas. 

—Me rindo esto no es para mi—dije— simplemente voy a buscar un resumen en internet, como todos los demás.

—Oh por todos los cielos Dean—dijo Cas—es una historia muy entretenida.

Me encontraba sentado con mis piernas cruzadas, mientras que Castiel masajeaba mi cuello.

—No dudo sobre que sea entretenida—conteste.—Pero son tus masajes los que no me dejan concentrarme. 

Cas empezó a reír y me abrazo. Gire mi cabeza para poder besarlo.

—¿Lo ves?—hable en sus labios—eres una completa distracción.