Capítulo 13.

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Después de aquella noche del baile de Primavera, la cuál fue una de las mejores de mi vida; comencé a sentir un repentino malestar en el estómago. Yo siempre estuve muy consciente de que mi novio es un ángel, por lo tanto sabía que nuestra relación tenía fecha de expiración. Detestaba pensar en eso, ya que nunca estaría listo para perder a Cas.

—¿Puedo hacerte una pregunta?—dije mientras acomodaba las correas de mi mochila.

Cas me miró y asintió. Volvíamos de la escuela, él iba sumergido en sus pensamientos al igual que yo.

—¿Hay alguna manera de que un ángel se convierta en humano?

Frunció el ceño y dejo pasar unos segundos antes de volver a hablar.

—Si la hay—dijo—pero nunca nadie tuvo el valor de hacerla.

—¿Porque? ¿Es muy peligrosa?

Castiel se cruzó de brazos, lucía algo incómodo. Se notaba que no quería hablar de esto.

-Para lograr que un ángel se convierta en humano, hay que remover "la gracia", que sería la fuente de nuestro poder. Y al hacerlo estaríamos completamente débiles, sin mencionar el descenso a la tierra que sería muy doloroso y con pocas probabilidades de sobrevivir.

Guarde silencio por unos minutos. Por más que mis sentimientos por él son muy intensos, jamás le pediría que hiciera algo de semejante magnitud, solamente por mí.

Decidimos tomar otra ruta de vuelta a casa, ninguno de los dos volvió a hablar, supuse que él también en algún momento habrá considerado aquella idea. Pasamos enfrente de una iglesia, la cuál era pequeña, de color blanco y con una cruz en forma de punta encima de ella. Cas al verla se detuvo. El hace tiempo que había dejado de intentar comunicarse con los otros ángeles, sin embargo a veces en la noche lo encontraba rezando o murmurando en ese idioma raro que nunca entendía.

—Espérame aquí unos minutos—
dijo sin mirarme.

Pasaron unos cuantos minutos y Cas no salía de la iglesia, pensé en entrar, pero me contuve, el necesitaba su momento de intimidad. Cuando al fin salió, su postura era rígida y tenía la mirada perdida.

—¿Todo está bien?—pregunté entrelazando nuestras manos.

El las miro y asintió lentamente.

***********

Al otro día, segundos después de que me despertara, sentí la cama vacía. Cas no estaba allí.

Refregué mis ojos mientras me incorporaba—¿Cas?—alze un poco la voz.

—Aquí estoy—dijo cerrando la puerta del baño.

Arriba de su camiseta se puso una gabardina que Ellen y él habían comprado juntos.

—¿Iras con eso al colegio?

Él bajó su mirada—Dean, no iré contigo a la la escuela hoy.

Fruncí el entrecejo y me acerque a él.

—¿Ocurre algo?

La luz de la mañana delineo su perfil, los suaves contornos de su rostro y su figura. Sus grandes ojos azules se movieron hacia mi y rápidamente se apartaron. Pude avistar un poco de culpa en ellos.

—Tengo que ocuparme de algunas cosas—respondió.

—¿Qué cosas?

El beso mis labios lentamente, pero no se sintió como nuestros besos habituales. Se sintió frío y en modo de disculpa.

—Estaré aquí cuando vuelvas de la escuela.

Me miró a los ojos una última vez y se marchó.

How To Live With an Angel (Destiel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora