La muerte no es una opción

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¿Podía ser aquella una de las peores noches que habían vivido? Llena de sorprendentes revelaciones y secretos que aún había por descubrir. Min Hyuk ya sabía que no podía confiar en los cirqueros ¿Pero qué le ocultaban? Y todos estaban confundidos y asustados por el repentino cambio en Ji Hoon. Estaban seguros que algo le sucedía, ese no era él pero ninguno se atrevía a hablarle y tratar de averiguar qué lo hizo actuar de esa manera tan cruel e inhumana con Yu Kwon quien ya no tenía escapatoria, estaba preso, incapacitado de usar sus poderes gracias a los grilletes de hierro que los bloqueaban y después del juicio que le hicieran sólo para seguir con la ley, lo enviarían a la hoguera.

Los chicos se encontraban angustiados por el destino de Yu Kwon, podía ser brujo y haberles mentido pero nunca les hizo daño a ellos ni a nadie, saben que es un buen chico y su amistad puede perdonar lo que sea, pero ya era tarde, aunque quisieran ayudarlo no podrían y los acusarían de cómplices, por ende, se llevarían también un castigo. Estaban muy arrepentidos por no haber hecho nada por él cuando tuvieron tiempo, se acobardaron como un montón de gallinas y sabían que no tenían derecho a un perdón de su parte.

Temprano, Ji Hoon se dedicó a despertar a uno por uno, se asomaba en los remolques y les ordenaba que salieran. Por último fue hacia la jaula de los leones donde Min Hyuk seguía y al abrir la puerta, el castaño levantó la cabeza.

-Sal-dijo Ji Hoon. Min Hyuk se puso de pie pero se quedó en su lugar.

-¿Me dejarán ir? Creí que me tenían en confinamiento.

-No, no te dejaremos ir. Sal ahora.

Min Hyuk salió de la jaula y fue llevado por Ji Hoon hacia donde estaban los demás reunidos. En ese momento, a Min Hyuk le importaba muy poco lo que le ocultaban, estaba muy decepcionado de los cirqueros por haber abandonado a Yu Kwon cuando los necesitó y podía demostrar con su mirada lo mucho que rechazaba sus acciones. Ellos se mantenían con la cabeza gacha, apenados y llenos de culpa.

-Bien, alístense que iremos al juicio de Yu Kwon-anunció Ji Hoon, todos lo miraron asombrados.

-¿Qué estás diciendo?-preguntó Ji Ho sin creer lo que decía.

-¿En serio quieres que veamos cómo condenan a nuestro amigo?-preguntó Kyung.

-¿Amigo? No hicieron nada por él-les recordó Ji Hoon-Prácticamente ustedes mismos lo condenaron. Y sí, iremos a verlo. Es muy lamentable todo esto pero es un brujo y aunque se trate de un amigo, no podemos pasarlo por alto. La magia es mala.

Si no era ya suficiente la culpa que cargaban, Ji Hoon se encargaba de hacerla aún más pesada. Ninguno quería ir al juicio pero tuvieron que hacerlo luego de que Ji Hoon los obligó al amenazarlos de acusarlos como cómplices de Yu Kwon. De nuevo sentían mucho miedo y no era algo de lo que podían deshacerse fácilmente, lo que tuviera Ji Hoon les afectaba y sumía ante él, ni siquiera Taeil siendo el mayor de todos se atrevía a decirle alguna cosa que pudiera disgustarle. Entonces, luego de estar listos, partieron al pueblo hacia el juzgado donde pronto comenzaría el juicio, se sentaron al final de una de las filas y vieron a Yu Kwon entrar por una puerta junto con dos guardias. Min Hyuk se levantó en cuanto lo vio pero Ji Hoon lo jaló del brazo para que se sentara de nuevo. Quería hacer algo, de todos era el único que podía ayudarlo ya que nadie se atrevería hacer nada pero no sabía qué. Él también se sentía culpable al ser tan incapaz de poder salvarlo y el corazón se le oprimía al verlo tan indefenso sin tener siquiera fuerzas para defenderse porque sabe que no serviría de nada. No le gustaba ver ese lado de él, quería poder ver de nuevo a ese juguetón y fastidioso Yu Kwon que no lo dejaba en paz.

-Señor Kim Yu Kwon ¿Se declara culpable por los cargos de brujería contra usted?-preguntó el juez a Yu Kwon luego de su previo discurso.

Yu Kwon levantó la cabeza que había mantenido gacha durante ese tiempo.

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