En busca de la respuesta

301 46 25
                                    

-Con que más de cien años, me acosté con alguien que ya debería de estar muerto.

Yu Kwon rió y asintió con la cabeza.

-¿Y cuántos años deberías tener, digo, que edad tenías cuando les cayó la maldición?

-Veinte.

-Eres bastante joven, aunque supuse que debías tener esa edad más o menos. Con razón eres tan inmaduro, aún eres un niño.

-No soy un niño- se ofendió- Soy mucho mayor que tú así que me debes respeto.

-Tienes razón, abuelo - reprimió la risa.

-No me digas abuelo - le dio un golpe en el brazo. Min Hyuk se sobaba pero seguía reprimiendo la risa.

-Abuelo- repitió.

Yu Kwon frunció el ceño molesto y le dio la espalda. Min Hyuk lo abrazó por detrás y apoyando su mentón en el hombro de Yu Kwon podía ver su expresión aún disgustada. No podía saber si estaba bromeando con él y fingiendo que estaba molesto o de verdad no le gustó que lo llamara abuelo.

-Retiro lo dicho, no eres abuelo.

-Gracias. Aún soy joven y tengo una vida por delante-miró a Min Hyuk- Y no me refiero a la inmortalidad. Si nos ayudas podré disfrutar de la vida de verdad.

Min Hyuk bajó la mirada y no dijo nada; suspiró y asintió en silencio pero aún no estaba seguro si iba a ser capaz de ayudarlo. Podía ser cualquiera la forma de romper la maldición pero por su experiencia viendo películas, siempre se requiere de un sacrificio para lograr algo, es decir, iba a tener que morir y aunque quisiera que Yu Kwon y los demás fueran felices viviendo por fin todo de lo que los privaron, no estaba dispuesto a hacer tanto. Se sentía mal al pensar así pero él también tiene una vida por delante.

Sintieron cómo el remolque se movía, siendo seguidos por los otros para continuar el viaje. Ya no había tiempo para detenerse y presentarse en algún pueblo, iban dispuestos a encontrar la manera de romper la maldición y no les importaba si tenían que preguntarle a algún brujo, cosa que no era tan fácil porque saben esconderse bien de los ojos de las personas comunes.

El plan era ir al centro, donde se encontraba la ciudad más grande. Sabían que en los barrios bajos de la misma las leyes no eran tan importantes, la gente hace lo que quiere sin ningún pudor y actos deshonestos se llevan a cabo a espaldas de las autoridades; tal vez allí podían encontrar a alguien que no le temiera a la magia y que los ayudara con su problema. Después de un día y medio llegaron, Ji Hoon, Jaehyo, Taeil, Kyung y Ji Ho se encargarían de recorrer la ciudad hasta lo más profundo y podían ver cómo todo cambiaba a medida que se adentraban al lugar de destino. Entre desorden, suciedad y gente mal encarada se abrían paso aún sin saber lo que harían, se metieron en un local que resultó ser una tienda de antigüedades cuando una multitud no les dejó seguir caminando y les hacía falta un poco de respiro y tranquilidad del caos.

-Bienvenidos- dijo una voz tras sus espaldas. Se giraron y vieron a la linda chica que les sonreía sutilmente, no parecía que fuera del barrio bajo - ¿Puedo ayudarlos en algo?

-No, sólo entramos porque afuera estaba pasando mucha gente pero ya nos íbamos - respondió Ji Hoon y salieron- Esa chica era rara ¿No lo creen?

-También sentí una extraña sensación. Su sonrisa y expresión tan tranquila me hicieron sentir incómodo - dijo Jaehyo y los demás también se sintieron igual por lo que se alejaron de allí y continuaron.

Se toparon con una biblioteca, les extrañó que hubiese una porque no parecía que los que viven en esa parte de la ciudad disfruten de la lectura pero uno que otro puede encontrar eso como una distracción. Entraron, pensaron que podría haber libros escondidos que hablaran de lo prohibido. La biblioteca era bastante pequeña, los estantes repletos de libros desordenados de distintos tamaños y grosores creaban estrechos pasillos donde se acumulaba el polvo, había sido un tiempo desde que habían pasado un plumero o una escoba. Había una joven bibliotecaria en un escritorio caótico y ésta leía un libro muy concentrada por lo que no levantó la mirada hacia los visitantes. Los chicos se dividieron para mirar los libreros, buscaban algún libro sobre magia que estuviera escondido entre otros comunes antes de preguntar por él.

InfinityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora