¿Amor?

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A Min Hyuk ya no le importaba hacerse cargo de la limpieza en el circo, lavar la ropa y los trastes no era problema, pero de la jaula de los leones sí no se ocupaba. Además de eso se ofreció a revisar uno de los autos que estaba dando problemas y sólo tenía un bote de aceite, por suerte ya se habían instalado en una ciudad desde hace dos días y allí pudo conseguir lo necesario para arreglar el vehículo. Una vez que terminó, lavó sus manos para limpiar la grasa en estas y se cambió su franela que estaba llena de sudor y aceite a una limpia. Salió del remolque dirigiéndose al de Ji Hoon y en el camino se topó con Yu Kwon quien se detuvo por unos segundos pero luego continuó, ignorando al otro. Min Hyuk creyó que al haberse disculpado con él haría que dejara de ignorarlo pero continuaba de esa forma desde que partieron del otro pueblo y aunque eso no le hubiese importado antes, ahora le molestaba y se sentía intranquilo y aburrido.

Min Hyuk entró al remolque de Ji Hoon una vez que le avisó que podía pasar. Le informó que el auto ya estaba arreglado y estando allí, quería saber algo de su propio interés.

-¿Encontraste algo en ese libro de magia de cómo regresarme a mi mundo? - preguntó Min Hyuk.

-No- negó con la cabeza para enfatizar y suspiró desanimado - Lo siento.

-Diablos, si la magia no tiene la respuesta ¿Quién puede tenerla? Quiero regresar a mi mundo, estoy cansado de estar aquí.

-¿No te gusta estar con nosotros?

-Sí, por supuesto, saben que me agradan pero éste no es mi lugar, yo tengo mi vida en otro lado.

-Pero dices que no te gusta tu vida, es deshonesta, no te llevas con tu padre y tu madre no está. Aquí nos tienes a nosotros, seremos siempre tus amigos.

-¿Quieres que me quede?

Ji Hoon se encogió de hombros tratando de no darle importancia a sus propias palabras pero eso era lo que quería.

-Lo siento Ji Hoon pero no puedo. Ustedes son lo único bueno de aquí pero el resto es tan aburrido, nunca me acostumbraría, no puedo alejarme de mis cosas, de la tecnología y el entretenimiento de mi mundo.

-Sí, te entiendo - bajó la mirada triste. Min Hyuk le dio unas palmaditas en el hombro.

-Siempre los recordaré cuando me vaya y les estaré muy agradecido. Y si hay una manera de regresar de nuevo para visitarlos, no dudaría en hacerlo.

Min Hyuk tenía sus esperanzas puestas en la magia porque ¿De qué otra forma podía regresar a su mundo? El llegar ahí fue algo mágico así que esa era la única solución pero como Ji Hoon le dijo, en ese libro no había nada que pudiera servirle. Sin embargo, no se resignaría, tal vez la magia que necesitaba era más poderosa y no estaba en esa clase de libros pero de ser así, podría meterse con algo muy peligroso. Se sentía como un idiota por no haberle preguntado sobre ese tema a la bruja que visitaron en aquel pueblo escondido así que debía de buscar otra que lo pudiera ayudar.

Mientras algunos se habían quedado en los alrededores del circo ya instalado, Jaehyo, Kyung, Ji Ho y Ho Jung habían ido al centro de la ciudad. Ese día tenían un mercado de frutas y fue decisión de la chica entrar allí. Tenían todas las frutas de temporada, muy frescas y coloridas y los clientes se llevaban kilos de estas ya fuera para comerlas individualmente o ponerlas como ingrediente de algún postre. Jaehyo se había detenido en un puesto para comprar unas ciruelas, cuando terminó, los otros se habían perdido y los buscó entre el mar de gente que había en ese estrecho mercadito; logró ver a Ji Ho y Ho Jung a lo lejos en un puesto pero antes de avanzar, una vendedora lo llamó para darle una muestra de las fresas que vendía.

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