Un amor Tras el engaño Saga Betrayal 1

Capítulo 14: Inocencia

HOLA..... He regresado nuevamente, probablemente en este episodio se resuelvan algunas dudas, espero que les guste. 

Capítulo 14:

Brenna no daba crédito a lo que acaba de escuchar, intentó salir de aquel lugar, pero él le bloqueó la salida, ella soltó un quejido que brotó violentamente de su interior. Las lágrimas empezaron a desbordarse silenciosamente sin su voluntad.

-Supongo que no esperabas que me enterara ¿o me equivoco?-. Lysander no parecía molesto, su lenguaje corporal no expresaba nada... solo indiferencia.

-¿Cómo lo supiste?-. Fue la única respuesta concreta que su mente fue capaz de formular.

-No creo que sea lo más inteligente responder una pregunta con otra, no nos iremos de aquí hasta saberlo todo-. Brenna desvió la mirada hacia la ventana teñida de la transparencia de las pequeñas gotas de lluvia.

-Descubrí que estaba embarazada, cuatro días antes de que te marcharas a Nueva York, mi período siempre fue irregular, pero nunca antes se había retrasado por tanto tiempo. Entonces me hice una prueba casera de embarazo. Apenas era capaz de creer el resultado, y la idea de un bebé me resultaba tan ambigua, amaba al bebé quería tenerlo, pero como podría criar a mi hijo en un ambiente como ese-.

-¿Qué tenía de malo nuestro hogar? Lo teníamos todo-.

-Nuestro hogar-. Repitió Brenna con ironía, se hubiera reído, sino le hubieran faltado fuerzas.- Esa casa era cualquier cosa menos un hogar, debo admitir que era hermosa y cómoda, cerca de la costa; Pero no era el lugar indicado para criar a un niño-.

-¿Cómo lo sabes? Podríamos haber sido una familia-. Estalló Lysander con la respiración agitada.

-¿Una familia? Esto... tu y yo, solo es una parodia, un insulto al amor... Como se hubiera criado nuestro bebé en una casa, donde sus padres prácticamente eran desconocidos, que se veían como mucho 5 veces al mes-.

-Pudimos haberlo hablado, pudimos haberlo resuelto-.

No supo el momento exacto en el que Lysander la había sujetado por los hombros.

-Cada vez que quería hablar contigo estabas ocupado, y después dijiste que ese viaje nos haría bien a los dos, pero no era así, nos fragmentó, nos terminó de aislar-. Lysander ya no estaba a la defensiva, con sutileza acarició su mejilla borrando el camino que había recorrido sus lágrimas.

-Pero nada fue tan doloroso como lo que ocurrió el día que perdí a mi bebé... Te seguí, tomé un vuelo a Nueva York, me registré en un hotel, por azar del destino te vi salir con tu amante, huí, mis pies resbalaron con el asfalto húmedo y me caí. El trauma provocó el aborto y la ginecóloga me dijo que las posibilidades de quedar embarazada nuevamente eran bajas-.

Lysander apenas pudo moverse por la impresión.

-Entonces aparentemente me viste salir del hotel con mi amante-.

Brenna quiso abofetearlo por su descaro.- Eres tan descarado que ni siquiera te muestras arrepentido, supongo que significo mucho menos para ti de lo que pensaba-.

Lysander se quedó callado, y su silencio enfureció a Brenna, ella descargó su ira golpeándolo, él ni siquiera se inmutó dejando que ella se desahogara.

-Soy un completo canalla admito mis errores, me arrepiento de todas las mentiras que te dije aquella vez en el restaurant, aquella noche tenía la ciega esperanza de que regresarías conmigo voluntariamente, por lo tanto dije que te había engañado en numerosas ocasiones, quería ponerte celosa, quería saber si me amabas tanto como yo te amo. Pero lo único que hice fue alimentar tus inseguridades-.

Brenna se sintió abrumada por la sinceridad que mostraban sus palabras, pero no podía creerle, no cuando tenía pruebas de su engaño.

-Eres muy buen actor, casi me convences con tu monólogo-. Escupió Brenna con sarcasmo, parpadeó para evitar las lágrimas se volvieran a escapar.- Lysander que más quieres de mí, estas al frente de la empresa, tienes el camino libre para estar con Angelique, porque quieres destrozarme de esa manera-.

-¿Qué tiene que ver Angelique con esto?-.

-Deja de actuar como el inocente, la mujer que estaba contigo aquel día en el hotel era ella, ella me envió unas fotos y las cartas que le mandabas antes de que ella se comprometiera; La mujer de la que estas enamorado es ella, por la que fuiste capaz de destruir mi vida te está esperando en casa para que sean felices. Tu madre estará satisfecha de verte con ella, y no con una insignificante cocinera-.

-No hace falta que digas nada porque me marcho, no tolero estar ante tu presencia, solo un hombre tan vil e insensible sería capaz de enamorarse de la prometida de su hermana-.

Brenna fue arrinconada por Lysander.- Quiero ver las pruebas de mi supuesta infidelidad-.

Brenna buscó en su bolso un sobre grande y se lo entregó, él lo rompió con ferocidad el objeto y vació su contenido en una mesa y examinó detenidamente cada carta y cada fotografía.

-Las cartas no demuestran nada, estas cartas se las envié a Angelique hace seis años, que te hace pensar que todavía mantengo una relación, y las fotos, no sé que decir, me arrepiento de habérmelas tomado con ella, pero era joven e iluso, y no me importaba tomarme fotos comprometedoras con mi novia, son antiguas puedo demostrártelo, ves el tatuaje que llevo en la espalda fue solo un impulso, una decisión de adolescente-.

Lysander se quitó la bata de algodón que cubría su desnudez, y se dio la vuelta, no había rastro del tatuaje de dragón que tenía en la foto.

-Me quité el tatuaje hace dos años, ahora me crees-. Brenna acarició la cicatriz apenas perceptible que había en su espalda.

Brenna se sintió culpable de haberlo acusado, debió haber observado nuevamente las pruebas. Lysander volvió a colocarse la bata y se giró observándola con desdén.

-No me enorgullezco de lo que te dije, lamento haberte tratado y acusado de esa manera, es comprensible si no quieres volver a verme-. Quería abrazarlo y pedirle perdón por lo que había hecho, quería que fuera una pesadilla, pero no era así estaba junto a él enfrentándose al inminente odio que Lysander debía sentir por ella.

-Quizás esto no hubiera funcionado, tu madre tiene razón somos muy diferentes-.

Se dirigió hasta la puerta, pero él la rodeó con sus poderosos brazos.

-No me dejes, por favor, Bren no sé que haría si te pierdo nuevamente... Te amo-.