Te Queda Tanto Por Vivir (Et Queda Tant Per Viure)

Capítulo 5

– Meses después –

Ignazio rápidamente entró en la habitación en llamas, el fuego estaba en todas partes. Una niña de 4 años lloraba mucho, estaba sentada y se acurrucó en el armario, su cara estaba roja por el calor y debido a las lágrimas, la pobre estaba asustada, pero él la sacaría de allí.

Él encontró una manta con diseños de flores y la envolvió alrededor de la chica.

- Ven, querida. - Él la cogió en sus brazos y la niña se encogió. Seguramente esa niña tendría miedo al fuego por el resto de su vida.

La madre había sido capaz de salir con los otros dos bebés, y ya que no había manera de sostener la chica también, la llamó y creía que le había seguido fuera de la casa, pero cuando llegó a la parte exterior vio que no había ocurrido y se desesperó y ahora esperaba angustiada al exterior, mientras que uno de los bomberos rescataban a los dos perritos e Ignazio buscaba la chica.

Ignazio la sujetaba firmemente, su cabeza estaba oculta en su cuello y puso su mano sobre la cabeza de la niña, con el guante podría protegerla si los escombros cayesen del techo.

Andaba con cuidado, cuando llegó cerca de la salida, se dio cuenta de que uno de los perros pasó corriendo en dirección a la habitación en vez de salir de la casa. Su compañero estaba en la parte trasera de la casa y, probablemente, no vio el animalito pasar. Cuando el perro pasó, la chica que llevaba en sus brazos lo vio y dio impulso hacia adelante e Ignazio golpeó el hombro en la pared, entonces empezó a caer polvo... No era una buena noticia.

- ¡Mi perro! – Lloró la niña.
- ¡Voy a buscarlo! ¡Lo prometo! - Ignazio caminó rápidamente y un compañero le tomó a la niña de sus brazos ya en la puerta y él volvió corriendo hacia la casa. Para su alivio, el perro estaba en una esquina de la pared y logró atraparlo fácilmente.

Al cruzar el pasillo una llama de repente apareció en la puerta golpeándolos. Ignazio sólo tuvo tiempo para estirar los brazos para que las llamas no llegasen al animal y al caer al suelo, empujó el perro, que salió corriendo por la puerta. Ignazio entonces se levantaba, pero un gabinete viejo de madera se cayó sobre él, así como el techo...

*****

La enfermera del hospital fue informada de que un paciente llegaría pronto... Un bombero que resultó herido, había inhalado humo y podría haber tenido fracturas graves. Entonces ella le comunicó a la médica acerca de la víctima que iba a venir.

- Doctora... – ella se volvió – Están llegando.
- Dejes todo listo. - Dijo Melissa.

Unos minutos más tarde la camilla pasó a toda prisa por la puerta de emergencia y el equipo médico siguió detrás de la enfermera donde ella indicaba en donde los paramédicos deberían dejar al paciente.

Cuando Melissa miró el bombero sus ojos se congelaron e se inundaron de lágrimas... ¡Era él! Estaba casi inconsciente, sucio y un poco agitado, pero estaba segura. Le había salvado la vida hace meses, y ahora su vida estaba en sus manos...