Campamento De Perras

•••Capítulo 24•••

Me levanté con un dolor de cabeza universal, sentía que mi cabeza iba a explotar en cualquier instante.

Me di un pequeño masaje con las yemas de los dedos y cerré los ojos.

—¿Qué estás haciendo ahora?—. Preguntó Cara escondiendo su sonrisa burlona.

—Me duele el cerebrooo—. Dije exagerando. Nivel: Mi hermano.

—¡Que dramática, niña!—. Dijo Sarah con unas ojeras de tres metros.

—¿Qué te pasó en la cara?—. Dije apuntándola con el índice.

—Nada...jajajajajajajaja—. Se empezó a reír como una subnormal así que la miré con cara de wtf y me alejé lentamente hacia el baño.

Abrí la puerta, pero justo cuando la iba a cerrar un cuerpo, literalmente, me cargó y me sacó del baño y me cerró la puerta en la cara.

—Lo siento, mi amor—. Dijo Cara con una risa maléfica mientras sonaba el agua del lavamanos.

Bitch.

Solté un bufido y me tiré de nuevo en la cama. Fue en ese momento cuando recordé algo...

Hoy

Era

El

Último

Día

Sarah parece haberlo recordado al mismo tiempo que yo porque abrió los ojos como dos platos y me agarró de ambos hombros.

—¡Hoy es la fiesta!—. Susurró/Gritó en mi cara.

—¿Q-que fiesta-a?—. Dije nerviosa por la cercanía.

—¡LA FIESTA DEL ÚLTIMO DÍA!—. Exclamó Cara desde el baño.

—Oh...pero, no quiero ir a ninguna fiesta—. Dije rascándome la nuca.

—¿Khe?—. Preguntó Sarah.

—¿GUAT?—. Dijo Cara.

—¿Komo dises ke dijisteh?—. Dijeron al mismo tiempo.

—NO QUIERO IR A LA FIESTA—. Dije lentamente para que me entendieran bien.

—Es que...no puedes faltar—. Dijo Sarah con una sonrisa que daba miedo.

—¿Por qué no?—

—Pues porque...ya teníamos planeado lo que te ibas a poner—. Dijo Sarah haciendo un puchero.

—¡YA TENÍAMOS HASTA EL PEINADO!—. Gritó Cara indignada.

—Megan, tienes que ir, hazlo por nosotras—. Dijo Sarah uniendo sus palmas como si estuviera rezando.

—Yo...bueno, ¿Qué más da?, es el último día...

—SIIIII

—Shhh, son las nueve de la mañana, hay personas que duermen hasta las cuatro—. Dije con los ojos entrecerrados intentando ocultar mi sonrisa.

—El comunicado que mandó la directora dice que mañana tenemos que estar listos a las 9 para irnos al aeropuerto, todos a las 8:45 en el comedor.

Sarah y yo asentimos y me entré al baño antes de que a la otra Sayayín se le ocurra darme una patada voladora y sacarme.

Me duché rápidamente y me puse una blusa blanca y unos shorts, él día estaba caluroso y soleado. Típico de Los Ángeles.

Me hice un moño y me tomé un Selfie, hacía años que no publicaba nada en Instagram y esta foto me gustó así que la subí con la esperanza de que a alguien le gustase.

Al salir del baño Cara y Sara estaban organizando sus salones de belleza portátiles.

—Ehh...son las 11 de la mañana...¿Podrían esperar unas dos horas antes de empezar?—. Pregunté rodando los ojos.

—Somos tres, cada una se tardará mínimo tres horas y tenemos que ser puntuales, además antes de la fiesta tenemos que hacer algo...—. Dijo Sarah.

—¿Qué tenemos que hacer?

—No, tú no tienes que hacer nada...—. Dijo Cara fulminándola con la mirada.

—Entonces...¿Quién será la primera?—. Preguntó Sarah cambiando el tema.

***
Una hora después.

—Chicas, ya llevamos más de una hora buscando ropa, me voy a comer, me llaman cuando terminen—. Dije con voz cansada.

—¡No!—. Exclamó Sarah con pánico.

—Mmm...chicas, no sé qué les pasa hoy, están muy raras, pero este cuerpo necesita calorías para sobrevivir, ¿Lo entienden, verdad?—. Dije señalando mi cuerpo.

—¡Mira esto! Son barritas energéticas, mmm, son muy deliciosas, ¿Verdad, Sarah?—. Dijo Cara al pasarme tres barritas de granola.

—Claro que sí—. Dijo Sarah destapando una y dándole una mordida.

—Además, si sales ahora no vas a poder ayudar si te necesitamos—. Dijo Cara empujándome hasta la cama y sentándome allí.

—Bueno...sí ustedes insisten...—

Dije que me iba a estar quieta, pero, ¿Desde cuándo Megan sigue órdenes?

Esperé hasta que se distrajeron y salté desde la cama hasta la puerta a paso ninja. La abrí con rapidez y salí con un suspiro de alivio.

Pero me di cuenta que no estaba sola, el pasillo estaba repleto de personas, habían un montón de globos rosados y blancos y carteles por todas partes.

En cinco segundos de análisis decidí que la mejor opción era volver a la habitación y preguntarle a mis queridas amigas que rayos era todo eso.

—Mmm, ¿Alguna explicación, chicas?—. Dije con una ceja alzada.

—Simplemente finge que no sabes nada y todo saldrá como esperábamos—. Dijo Sarah viéndose más estresada de lo normal.

—Dime que nadie te vio, por favor—. Dijo Cara abanicándose la Cara nerviosamente.

—Es posible que me hayan visto, pero no lo sé, todos parecían muy ocupados—. Dije intentando calmarlas.

Ambas volvieron a respirar normalmente y se cruzaron de brazos justo después.

—Me van a salir arrugas si sigo así—. Dijo Sarah actuando como una Fresa, bueno, lo es.

—Te van a salir arrugas sea como sea, no eres de plástico—. Dije rodando los ojos.

—Mmm, mejor empecemos con esto—. Dijo Cara decidiendo que maquillaje nos íbamos a poner cada una.

***
Mucho tiempo después (mucho)

—Y...¡lista!—. Dijo Sarah terminándome de colocar el labial.

—¿Dónde aprendieron a maquillar así?—. Dije sorprendida.

—Youtube—. Dijeron ambas al mismo tiempo.

—Bueno, ahora solo hay que ponerse la ropa y nos vamos—. Dijo Sarah quitándose la bata que tenía.

Yo la imité y me puse un vestido rojo pegado al cuerpo y unos zapatos negros.

—Pero que senzualh—. Dijo Sarah al verme.

—Gracias, gracias—. Dije moviendo el cabello como la diva que soy.

—¿Listas?—. Dijo Sarah con una gran sonrisa.

Asentimos y nos dirigimos a la puerta.

—Ya sabes, finge que no sabes nada de nada y todo saldrá de acuerdo al plan.

—¿Que pla...?—. Carae tapó la boca con la mano y me empujó hasta la puerta.

—Suerte—. Dijeron al mismo tiempo.