Epílogo

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20 años más tarde. (Presente)

—¡Mamá, ya vámonos!—. Loraine está súper desesperada por llegar temprano al aeropuerto. Lleva meses esperando este día.

—Sí, espera Lori—. Dije revisando que mi hija tuviera todo lo necesario en su  equipaje.

Por cierto, Loraine es mi única hija. Tiene 16 y va justamente al mismo campamento en el que conocí al amor de mi vida hace unos veinte años.

¿Amor de mi vida? Ja.

Matthew seguro que se ha olvidado de mí. A veces me pregunto donde estará.

Y en cuanto al padre de Lori...Pues, no fue amor de verdad, me confesó que amaba a otra mujer luego de 5 años de matrimonio, justo cuando le anuncié que estaba embarazada. Loraine nunca lo conoció.

Sigamos con el epílogo...

Entro al auto y tocó la bocina para que Loraine salga.

Cuando entra abro el portón y salimos con música Country de fondo.

—Lori, prométeme que te vas a cuidar y te vas a portar bien—. Le digo mirándola con una sonrisa.

—Sí, ma. Ya me conoces.

—Es que...Un verano puede cambiar a las personas, ¿sabes?—. No puedo seguir con mi charla porque Loraine se colocó sus audífonos. Adolescentes.

Me estaciono en un lugar vacío y salgo para ayudar a mi hija a llevar sus cosas.

—Yo las llevo, no te preocupes—. Me dice.

Nos acercamos a el Check-in y la ayudo a prepararse. Encontramos al grupo del campamento fácilmente y Loraine se despide de mi.

—Nos vemos en tres meses—. Le digo con voz animada. Aunque sé que la voy a extrañar y mucho.

A pesar de que me despedí me quedo cerca para esperar que ella suba al avión.

Estaba concentrada mirando a la nada cuando mi mirada se posa en este hombre alto y castaño. Me doy cuenta muy tarde que él también me está mirando.

Esos ojos...Es él.

Me olvidé de todo. Mil recuerdos volvieron a mi cabeza. No puedo creerlo. Después de tantos años.

No me di cuenta que me estaba acercando hasta que me vi frente a frente con él.

—Hola—. Digo en un murmullo.

—Hola—. Dice él con una sonrisa.

No puedo evitar abrazarlo. Su olor es el mismo.

—No puedo creerlo...estás igual de hermosa—. Dice mientras ríe.

—¿Y que haces por aquí?—. Digo con curiosidad.

—¿Ves a aquel chico castaño de allá?, el guapo como su papá, es mi hijo—. Dice con una sonrisa orgullosa.

—Oh...estás casado, que bueno—. Digo sintiendo un vacío en mi pecho aunque logro ocultarlo.

—No te preocupes, Megan, hace mucho que nos divorciamos. Ahora soy un soltero feliz—. Dice burlándose.

—Bueno, bienvenido al club—. Digo riendo junto a él.

—Oh, ya se van los chicos.

Nos despedimos agitando las manos y luego nos miramos ambos con las cejas alzadas.

—Creo que deberíamos ir a tomar un café—. Propone Matt con inocencia.

—Eso es una muy buena idea, viejo amigo.

***
Nota de autora.

Ya solo faltan los agradecimientos chicas...Siempre me pongo nostálgica al terminar un libro...En serio se acabó :(

Bueno, nos vemos en los agradecimientos, las quiero mucho y gracias por leerme xx






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