Capítulo 6

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Pasaron dos semanas. Luhan siguió juntándose con Yifan, hablaban más fluido, con confianza. Y no fue el único que se mantuvo a la distancia del grupo. Minseok de pronto dejó de saludarlos o detenerse a hablar con ellos en el pasillo, y en el bufet siempre buscaba una mesa alejada para estar solo. Jongdae se veía destruido, pero no dio explicaciones por su cuenta y prefirieron no presionarlo al respecto.

Lo único que agradecieron fue que Chanyeol había captado el mensaje de la última vez. Era un árbol difícil de roer si no comprendía una patada en los huevos... Incluso sus compañeros habían dejado de mirarlos como si fueran un espectáculo y se estaban acostumbrando a verlos de la mano por los pasillos o compartiendo besos en el patio.

Kyungsoo sólo había vuelto a su casa para recoger ropa y algunas de sus cosas, que rápidamente comenzaron a ocupar espacios del departamento de Baekhyun. El mayor liberó un sector del armario para su chico, pero aún así no les parecía suficiente para los dos, así que acordaron comprar juntos una cajonera. Baekhyun vivía del alquiler de la propiedad que había pertenecido a sus padres, desde que el señor Byun falleció por problemas cardíacos. Los más cercanos decían que su pobre corazón jamás se había recuperado de la pérdida de su esposa.

El departamento estaba cambiando y Baekhyun jamás había creído que se sentiría tan a gusto con eso. Después de tantos años solo, pensó que sería incómoda la invasión de otra persona, pero Kyungsoo era una parte de él, no lo sentía como un intruso.

Una noche, Kyungsoo llegó del trabajo con el típico "estoy en casa" y al no recibir respuesta, caminó directamente al dormitorio. Desde el pasillo vio un tenue resplandor salir de la habitación y cuando llegó a ésta se dio cuenta que era la luz de unas velas aromáticas. Baekhyun lo esperaba totalmente desnudo en medio de la cama, con una mirada provocativa que gritaba "jódeme".

Las sábanas blancas se veían suaves como la piel de Baekhyun y resaltaban los lunares esparcidos por su cuerpo. A Kyungsoo le llamaron particularmente la atención unos pétalos regados por la cama y el suelo. Su amigo (aún era extraña la palabra novio) nunca se había caracterizado por ser alguien romántico. Sin embargo se le daba bastante bien.

—Kyung... —murmuró Baekhyun abriendo un poco las piernas de manera sugerente, permitiéndole una vista rápida de su entrada y su rosada erección al menor.

Eso fue todo lo que necesitó Kyungsoo para desatarse la corbata del uniforme de trabajo y deshacerse de su ropa, mientras se acercaba a la cama, observando a Baekhyun recorrer sus propios labios con la lengua. Se lanzó sobre el mayor, con cuidado de caer sobre sus manos a los lados de la cabeza de éste, para no cargarle su peso.

—Te estuve esperando —susurró Baekhyun rodeándole el cuello con los brazos.

—¿Estamos celebrando alguna ocasión especial? —preguntó Kyungsoo mientras repartía besos por el rostro de su novio.

—No realmente... Sólo quería darte una sorpresa.

—Deberías sorprenderme más seguido —le mordió el cuello, robándole un quejido sexy.

Baekhyun rodeó la cintura de Kyungsoo con sus piernas para que sus miembros se frotaran y se mordió el labio cuando sintió los dientes del menor hincarse con más fuerza. Kyungsoo enterró sus dedos en la cadera de Baekhyun y se movió de atrás hacia adelante, simulando embestidas. El mayor se aferró a su cabello y lo atrajo a un beso exigente.

—Eres perfecto. —Suspiró Kyungsoo cuando Baekhyun le dio permiso de separarse para tomar aire.

Baekhyun intentó serenarse, que sus mejillas no demostraran el efecto que esas palabras tenían en él, pero probablemente se estaba poniendo rojo por el esfuerzo para no ponerse rojo... y Kyungsoo se dio cuenta, por eso se rió y le fue propinado un golpe débil en el hombro. Volvió a descender por el cuello del mayor con besos y empujó las piernas que lo tenían apresado para continuar el recorrido por su pecho y su abdomen hasta llegar a la hermosa erección que se erguía frente a sus ojos. Pero no se detuvo allí, siguió hasta voltear a Baekhyun y abrirle las nalgas, que en ese momento no tenía intención de contener las ganas de morder. El mayor chilló al sentir sus dientes enterrándose como si se tratara de un lobo hambriento, pero no se quejó cuando sintió unos besos cuyo cometido era apaciguar el dolor. Mucho menos cuando sintió la lengua de Kyungsoo deslizarse sin vergüenza por su entrada.

¿Qué es el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora