¿Qué es el amor?

Especial: Jongdae

Conocí a Minseok el primer día de clases en la materia de álgebra. En realidad, sabía sobre él desde antes de eso, pero no había tenido oportunidad de hablarle hasta aquel día en que por las vueltas de la vida acabamos sentados juntos. Siempre me había parecido un chico lindo, pero no le había prestado especial atención porque tenía novio. Sin embargo ese día estaba un poco apagado y resultó que se debía a que habían terminado su relación.

Cuando la clase terminó, me di cuenta que habíamos pasado las dos horas hablando en voz baja, al fondo del salón, sobre asuntos bastante personales cuando recién nos habíamos conocido. Y me pareció el chico más agradable del mundo. Ni con Baekhyun había tenido confianza de manera tan rápida y fácil. Mientras pensaba en eso al día siguiente, caminando por el pasillo, vi a Minseok sentado en el patio y me dio tanta pena verlo cabizbajo por algo que ya no valía la pena, que quise darle una pequeña alegría.

La sonrisa hermosa que me obsequió cuando puse una barra de chocolate frente a sus ojos fue la que me engatuzó. Mientras más sonrisas me daba cuando pasábamos tiempo juntos, más caía por él. Y podía notar por su mirada que a él también le ocurrían cosas conmigo. Por eso un día me animé a eliminar el espacio entre nosotros.

Estábamos en su casa. No habían pasado mucho más de dos meses de que habíamos hablado por primera vez, pero ya éramos muy cercanos. Había visitado su casa varias veces e incluso tenía una buena relación con su mamá, que era casi tan adorable como él. Su habitación me era tan familiar que podía entrar cómodamente en ella y lanzarme a la cama como si fuera la mía. Era todo tan natural. Lo único que perturbaba un poco esa tranquilidad era la tensión sexual (por llamarle de alguna manera), que estaba seguro de que él también sentía por sus mejillas sonrojadas.

Nos dejamos caer sentados los dos en la cama, con la pared de respaldo. Cada vez era más común verlo jugar nervioso con sus dedos, como en ese momento. Coloqué mis manos sobre las suyas y me miró. Con ese simple movimiento terminamos tan cerca que no podía dejar pasar esa ocasión. Me impulsé hacia adelante para unir nuestros labios y él cerró los ojos como si lo hubiese esperado.

Esa misma tarde, asumimos que lo nuestro desde el principio no era una simple amistad y comenzamos a salir. Él y Luhan, su mejor amigo, pasaron a formar parte de mi grupo y mis amigos recibieron a Minseok de muy buena gana. Estaba tan feliz como cuando recibía el regalo que esperaba en navidad cuando era pequeño.

Pero algo comenzó a molestarme. Algo que antes de que estableciéramos nuestra relación me tenía sin cuidado, pero ahora se me presentaba como una piedra en medio del camino. Luhan. Su relación con Minseok era tan pegajosa, pasaban tanto tiempo juntos y eran tan íntimos en cada jodido sentido que me parecía anormal. Entonces me volteaba a ver a Kyungsoo y Baekhyun y pensaba que era cosa de mi cabeza, porque ellos también eran de esa forma, así que no debía de haber nada malo en la relación de Minseok y Luhan.

Sin embargo siguió molestándome, especialmente cuando se me hizo evidente la manera en que Luhan miraba a mi novio. Cuando Kyungsoo y Baekhyun me confesaron lo que ocurría entre ellos, terminaron de matar mis dudas sobre la relación de los otros dos: eso no era una simple amistad.

Todo se fue un poco al diablo después de aquella fiesta a la que Luhan nos invitó. Me había mantenido callado hasta el momento porque Minseok no demostraba tener la misma atención en su amigo que éste con él, y quería confiar en mi bollito. Pero cuando lo perdí de vista por demasiado tiempo, luego de que me avisara que iba al baño, y lo vi saliendo de éste con Luhan, algo adentro mío se enfrió y mi confianza se fue en un parpadeo. Me mintieron descaradamente y lo sabía, pero aún así una parte de mí quiso creer en Minseok ciegamente y solo atiné a entrelazar nuestros dedos y alejarlo de Luhan. Minseok era mío.